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Cinco a�os de su muerte

Omar Sharif, el actor que fue abandonado por la �nica mujer a la que am� y por la que se convirti� al Islam

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Omar Sharif conoci� la gloria, pero tambi�n era consciente de que esa gloria no era plena porque hubo varios aspectos de su vida que le hicieron infeliz

El actor Omar Sharif, en una imagen de archivo.
El actor Omar Sharif, en una imagen de archivo. GTRES

Omar Shariffalleci� hace cinco a�os, afectado por un un Alzheimer que hab�a complicado m�s si cabe su de por s� delicado estado de salud. Pero si ahora nos dijeran que Omar Sharif no muri�, y que sigue entre nosotros, y quiz� trabajando en alguna pel�cula de presupuesto modesto, seguramente tendr�amos la inclinaci�n a creerlo, pues el actor egipcio ha pasado a ser un icono del siglo XX gracias a su tenaz y constante trabajo delante de la c�mara. Es decir, ha alcanzado la inmortalidad. Particip� en casi un centenar de filmes, contando las pocas decenas de su etapa egipcia antes de lanzarse al estrellato internacional con su papel en Lawrence de Arabia, y aunque s�lo un pu�ado de esas obras fue verdaderamente popular, s�lo ese rol, o el del Doctor Zhivago, fueron suficiente para hacerle eterno.

Omar Sharif conoci� la gloria, pero tambi�n era consciente de que esa gloria no era plena porque hubo varios aspectos de su vida que le hicieron infeliz: su divorcio prematuro de la mujer a la que m�s am�, Faten Hamama -seg�n �l, la �nica que mereci� ese verbo, y con la que tuvo a su hijo-, su marcha a disgusto del Egipto de Nasser, necesaria para poder seguir trabajando en proyectos internacionales, y finalmente el deterioro de su salud, que le provoc� problemas cardiovasculares, en gran parte debidos a su adicci�n al tabaco. Seg�n se cuenta, durante mucho tiempo fumaba una media de 100 cigarrillos al d�a, costumbre que cort� en seco cuando tuvo su primer infarto.

Omar Sharif Jr, nieto del actor.
Omar Sharif Jr, nieto del actor.GTRES

Omar Sharif, pues, fue un hombre que lo tuvo todo, pero no pudo conservar lo que m�s quer�a todo el tiempo que le hubiera gustado. Su matrimonio con Faten comenz� en 1954, pero se hab�a deteriorado profundamente en 1966, a�o en el que se separaron -el divorcio se hizo efectivo en 1974-. Tuvo algunos romances sonados, como el que le uni� fugazmente a la cantante y actriz Barbra Streisand, y explic� una vez que, en sus a�os de plenitud le llegaban hasta mil proposiciones de matrimonio a la semana de fans fascinadas con su hombr�a.

Pero nunca m�s volvi� a casarse. Por Faten se convirti� al Islam, para poder estrechar su uni�n. Fue el mayor sacrificio de su vida, su mayor acto de amor. Para �l, no hab�a otra mujer que la pudiera superar. Murieron casi a la vez: ella en enero de 2015, �l en julio del mismo a�o, aunque seguramente su mal estado de salud le impidiera ser consciente de la noticia.

Tampoco conserv� sus ra�ces, a su pesar: aunque pudo asistir a ciertos aspectos en la modernizaci�n de Egipto, sufri� el nacionalismo de Nasser, que le cerr� en gran medida las puertas de Hollywood, raz�n por la cual decidi� instalarse en Par�s y tener toda Europa como su base de operaciones. En esos a�os, cuando ya era un actor cotizado, trabajador, querido y altamente profesional, compagin� el trabajo con el amor a su hijo y sus aficiones m�s queridas: el f�tbol, las carreras de caballos y el bridge. Era un consumado experto en el popular juego de cartas -lleg� a ser campe�n del mundo, por lo que se cuenta-, y se conoc�a que apostaba grandes cantidades en los hip�dromos. Su visi�n, su suerte y su valent�a le hicieron ganar dinero en el juego.

El actor, en una escena de Lawrence de Arabia, una de sus pel�culas m�s recordadas.
El actor, en una escena de Lawrence de Arabia, una de sus pel�culas m�s recordadas.

Vista en retrospectiva, fue una buena vida. Como ocurre con el azar, que tanto le gustaba, Omar Sharif sab�a que unas veces se gana y otras se pierde, pero lo que determina una trayectoria es la media entre los momentos altos y los bajos: en general, tuvo una carrera exitosa, cumpli� muchos objetivos, se gan� el respeto de sus semejantes, no goz� plenamente del amor pero no se priv� de otros placeres, e incluso tuvo el honor de tener un papel secundario, pero a la vez destacado, en una de las comedias disparatadas m�s queridas de todos los tiempos, Top Secret! (1984), encarnando al agente Cedric. Para mucha gente, un papel mucho m�s valioso que el de Zhivago, o el de Sherif Ali en Lawrence de Arabia. Porque para los gustos, como se dice com�nmente, los colores.

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