Toy Story 4 - Análisis

Siempre habrá un amigo en mi.

Crítica de Toy Story 4

Toy Story forma parte de la cultura popular, de la vida y experiencia de una generación completa, o incluso más. Las aventuras de Woody, Buzz y compañía nos sorprendieron en 1995, se reafirmaron como una obra maestra con Toy Story 2 cuatro años más tarde y, cuando ya casi nos habíamos olvidado de que los juguetes cobraban vida cuando no los mirábamos, Pixar decidió retomar la serie para rompernos mentalmente y después recomponernos con la genial Toy Story 3. Ahí fue donde muchos pensamos que esta serie no daba más de sí, y que la historia de estos entrañables personajes había tocado a su fin. Nos equivocábamos.

Tal y como demuestra Toy Story 4, el final de una historia solo es el principio de otra, y siempre hay formas de seguir creciendo. Si las dos primeras entregas Lasseter nos presentó unos personajes que con Lee Unkirch alcanzaron la madurez, ahora en esta cuarta parte, con Josh Cooley a los mandos, ponen la guinda a una evolución de personajes que ya sí que parece que han llegado al culmen, contándonos historias aparentemente infantiles, pero repletas de matices con los que la audiencia se identificará: lealtad, miedo al rechazo, amistad, amor perdido... Siempre sin perder el buen humor y sacándonos una sonrisa de complicidad o, directamente, una carcajada abierta. Se puede decir que Toy Story y Pixar no han perdido su toque.

Todos los personajes en Toy Story 4 evolucionan a lo largo de la hora y 40 minutos que dura la película, bien a través de sus vivencias o con un momento de epifanía y claridad, haciendo que casi nadie se salve del cambio por el camino, y siendo casi siempre natural, para que lo entiendan los pequeños de la familia, y profundo, como para tocar la patata de los más talluditos hasta el punto de hacer llorar (sí, otra vez) con determinadas escenas de la narración. Bien es cierto que en esta ocasión el protagonismo recae en exceso en los dos grandes personajes titulares y en los nuevos, dejando a muchos viejos conocidos en un plano excesivamente secundario durante buena parte del metraje. No es una película tan coral como en otras ocasiones, podría decirse.

 

Sin embargo esta decisión permite a Pixar crear una serie de nuevos fichajes se unan (o reenganchen de manera estelar). El más relevante y redondo es, sin duda Forky, sobre el que gira parte de la trama de Toy Story 4. Se trata de un juguete hecho a mano por Bonnie que prefiere ser basura a ser un juguete, pero Woody y compañía tratan de protegerle porque es el nuevo juguete favorito de la humana. A partir de ahí Teni tiene un viaje de autodescubrimiento y crecimiento, además de muchos de los momentos estrella del film. Le secunda Bo Peep, que estuvo desaparecida en Toy Story 3, y aquí sabremos por qué y qué ha estado haciendo, Ducky y Bunny -dos irreverentes peluches pegados el uno al otro- y algún personaje más. Como veis, se trata de un puñado de nuevos nombres, que explican el papel secundario de muchos de los originales, ya que no habría metraje suficiente como para entender las motivaciones de todos.

Y lo cierto es que en ese sentido Toy Story 4 tiene éxito, permitiéndonos entender a todos los personajes a través de esta aventura sin apresurar la narrativa. Los que no tiene viaje personal quedan a un lado en pos de una historia con sello propio, que sabe diferenciarse de lo contado en las tres primeras entregas de la serie (aunque haya momentos de reminiscencia aquí y allá). Quizás por esa intención de no correr para contarnos lo que se nos quiere contar, por momentos la historia resulta algo lenta... Más de lo que nos gustaría.

Podría argumentarse que Pixar lo hace para que podamos fijarnos en todos los detalles de la animación de personajes, escenarios y demás... Y lo cierto es que no les falta razón, porque Toy Story 4 es simplemente una auténtica gozada en materia audiovisual, cuidada hasta el extremo que, a pesar de su aparente simplismo, muestra una evolución clarísima desde que la serie debutó hace la friolera de 24 años.

Todo esto, además, para llevarnos a un final agridulce, pero con el que nos hemos sentido más que cómodos. La puerta para una posible nueva aventura seguirá siempre abierta, pero esta vez más que nunca, creemos que no es necesario. No tanto por lo que nos cuentan en Toy Story 4, sino por la sensación de que todos los personajes en la narración han llegado a un punto en el que no necesitan vivir nuevas aventuras para seguir evolucionando como perso... esto... juguetes que cobran vida cuando nadie los mira.

 

Personalmente, esta serie me ha acompañado durante décadas y ha significado mucho para mi a mucho niveles, viéndome reflejado en sus personajes durante mucho tiempo. Ahora con Toy Story 4 ese reflejo llega aún más lejos, con personajes ya maduros, como la audiencia que los conoció originalmente, y metas distintas a cuando empezaron la aventura. Por eso Toy Story siempre ha sabido dar con la tecla y crecer con una generación de espectadores. Por eso, precisamente, creo que es más difícil todavía seguir contando historias de este mundo. Además tampoco las necesitas. Esta cuarta entrega es un final más que digno para las aventuras de Buzz, Woody, Rex, Slinky, la familia Patata, Jessie, Perdigón, RC, Bo y toda la pandilla.

Pros

  • Audivisualmente magnífica.
  • Sigue mezclando humor y drama con maestría.
  • Sus personajes.

Contras

  • Lenta por momentos.
  • Secundarios clásicos algo deslucidos.

El veredicto

Un final más que digno, con una historia interesante, personajes que siguen evolucionando y la mezcla correcta de humor y drama que tan bien le ha sentado a Toy Story desde su primera entrega, hace más de 23 años. Sin embargo, deja muy de lado a una parte importante de los personajes clásicos, favoreciendo sobre todo a los nuevos fichajes y a los dos grandes protagonistas de la serie. Por otro lado el ritmo no es precisamente constante, con algunos bajones que nos servirán para degustar el extraordinario trabajo de Pixar en sus personajes, escenarios y demás, pero que ralentizan demasiado la acción.

En este artículo

Toy Story 4

21 de junio de 2019

Crítica de Toy Story 4

8.5
Muy bueno
Una muy buena película que, si bien, no es la mejor de esta serie, sí que consigue mantener el nivel de forma más que digna, con su peculiar mezcla de humor y drama, junto a unos personajes que siguen creciendo con la audiencia, superando retos mucho más humanos de lo que su origen juguetil podría hacernos pensar.
Toy Story 4
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