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JT Leroy: As� se desmont� la estafa literaria del siglo

Savannah Knoop como JT Leroy (primera por la derecha) y Laura Albert (sentada, segunda por la izquierda), junto a Tatum O'Neal, Shirley Manson, Rosario Dawson, Debbie Harry, Winona Ryder y Asia Argento. WIREIMAGE

El documental 'Author' desentra�a la farsa en torno al escritor chapero, drogadicto y seropositivo que se invent� una autora desconocida.

Logr� enamorar a Courtney Love, Tom Waits, Winona Ryder, Lou Reed, Bono y toda la 'intelligentsia chic' de comienzos del 2000.

"A veces me pon�a lazos en el rizado y largo cabello, y me echaba gel hasta hacerlo brillar como el de Sarah. De vez en cuando, cuando sab�a que ella se hab�a ido unos d�as con un cliente a jugar en un barco del delta, yo recorr�a las l�neas que separaban los camiones, que parec�an l�neas de un tablero de tres en raya, y me hac�a pasar por una chica nueva, mercanc�a nueva, y hac�a ver que estaba dando un paseo. No sal�a de las sombras, y si alg�n putero o alguna puta me llamaba, echaba a correr. Les dejaba ver lo suficiente para que se interesaran por saber qui�n pod�a ser aquella misteriosa chica. Cre�a que nadie me hab�a visto bien para saber que era yo. Me convenc� de que era como un h�roe de c�mic, que se oculta en las sombras...".

A comienzos de la d�cada pasada, reci�n estrenado el siglo, p�rrafos como �ste se colaron en las estanter�as de best sellers de las librer�as. Lo hab�a escrito JT Leroy, un chico de 21 a�os que con 12 hab�a empezado a prostituirse y con 15 ya era heroin�mano. Entonces, enfermo de sida, hab�a decidido escribir todo lo que le hab�a pasado y el resultado fue Sarah, una novela autobiogr�fica que le convirti� en el chico maravilla del mundillo literario. Pronto recibi� el aplauso p�blico de gente como Lou Reed, Bono, Tom Waits, Courtney Love, Gus Van Sant, Billy Corgan, Madonna, Winona Ryder, Debbie Harry, Michael Stipe de R.E.M., Eddie Vedder de Pearl Jam y Shirley Manson de Garbage. Todos quer�an conocerle y hacerse fotos con �l. Pero Jeremiah Terminator Leroy era muy t�mido y las pocas veces que aparec�a lo hac�a con peluca y grandes gafas de sol.

Sin embargo, tras seis a�os de �xitos y con una pel�cula basada en sus relatos, la revista New York Magazine y The New York Times descubrieron que JT Leroy no exist�a. Que la autora de los textos era en realidad Laura Albert, a la que sol�a verse junto al joven autor en calidad de amiga, y que el propio Leroy no era sino su cu�ada, Savannah Knoop, disfrazada. El esc�ndalo que se desat� comprometi� la credibilidad p�blica de muchos implicados (en la presentaci�n de uno de sus libros, Winona Ryder asegur� ante las c�maras que estaba "muy contenta de que se celebrase su obra, sus palabras y su preciosa voz. Gracias, JT, de todo coraz�n. Te quiero. Eres todo un ejemplo para m�") y abri� un debate sobre los l�mites entre realidad y ficci�n.

El enga�o lleg� a Espa�a y en 2002 concedi� entrevistas con motivo de la traducci�n al castellano de su libro: "Cuando consegu� mi primer contrato editorial apenas ten�a como lectores a Dennis Cooper y mi psiquiatra. Nunca dije que quisiera ser escritor... Yo s�lo quer�a ser prostituta. �Pero he acabado siendo mejor escritor que prostituta!".

Ahora, una d�cada despu�s de que se descubriese el pastel, un documental da voz a Laura Albert para que confiese c�mo teji� su red de enga�os. Y lo hace en un momento especialmente interesante para la reflexi�n sobre la mentira, tras las pol�micas de Amy Martin (sobrenombre detr�s del cual se ocultaba la escritora Irene Zoe Alameda para facturar art�culos a 3.000 euros la pieza) y Elena Ferrante (best seller italiana que podr�a ocultar a la traductora Anita Raja), y en plena explosi�n de postverdades, hechos alternativos y doctrina Trump. Dirigida por un experto en documentar los l�mites entre la locura y la fantas�a, Jeff Feurerzeig (autor de The Devil and Daniel Johnston, sobre el alucinado cantautor texano), Author:La mentira de JTLeroy llega ahora a Espa�a dentro de la plataforma Movistar +, despu�s de un accidentado arranque por EEUU. La actriz Asia Argento, que en 2004 adapt�, dirigi� y protagoniz� la versi�n cinematograf�a de su segundo libro, El coraz�n es mentiroso, confes� estar "furiosa" por el tratamiento que se hace de ella en el documental. Y Dennis Cooper, mentor del falso escritor en sus comienzos y de cuyo realismo sucio bebi� JT, protest� por la reproducci�n de las grabaciones que Albert hab�a ido guardando con todas las conversaciones telef�nicas que mantuvo durante el tiempo que dur� su farsa.

La pel�cula se abre con una cita de Fellini -"Una creaci�n nunca es inventada y nunca es real, sino que ser� ella misma para siempre"- que deja clara la ambig�edad en la que se mueve el relato en la voz de Albert, principal fuente de informaci�n del documental y que habla a la c�mara contando su historia: c�mo sus padres se desentendieron de ella despu�s de divorciarse y la ingresaron en una casa de acogida, c�mo desde entonces se inventaba personajes para proyectar sus inseguridades por su sobrepeso (lleg� a los 145 kilos), c�mo llam� un d�a a un psicoanalista telef�nico contando que era un chico v�ctima de abusos por su madre prostituta, c�mo �ste le propuso expulsar sus demonios escribiendo y c�mo todo se le termin� yendo de las manos.

En una charla por tel�fono, Tom Waits le dijo:"Tu obra hace que otros escritores m�s consolidados parezcan prudentes, aburridos, viejos e in�tiles". Bono, de U2, le ungi�, "le dio consejos sobre ese mundillo con mucho cari�o: cuidado con los tiburones, s� tu mismo y no olvides nunca de d�nde vienes" y termin� de ponerle en el disparadero al decir: "El coraz�n es mentiroso me est� volando la cabeza". Lou Reed particip� en una lectura p�blica del ibro.

En el momento en que las televisiones y los recitales po�ticos comenzaron a reclamar la presencia de Leroy, Knoop entr� en acci�n. Pero Albert segu�a atendiendo a sus nuevos amigos famosos y a la prensa por tel�fono, impostando una vocecilla infantil.

Todo el mundo empez� a llevar huesos de pene de mapache, el amuleto que lleva Leroy consigo cuando sale a prostituirse vestido de chica, y Albert encontr� una nueva fuente de ingresos con su venta. Se convirti� en icono de la moda para Calvin Klein y hasta gan� la Palma de Oro en Cannes como productor asociado de Elephant, despu�s de que Gus Van Sant, que en un primer momento iba a adaptar al cine Sarah, aceptase algunas sugerencias para la pel�cula. Todo iba bien hasta que en un momento Laura quiso acaparar la atenci�n y los flashes que recib�a JT. Confes� incluso su mentira a Billy Corgan, con quien mantuvo una extra�a relaci�n a la vista de su marido. Pero un d�a lleg� lo inevitable.

"Mi objetivo era convertirme en un ser humano sano y todo surgi� de ese deseo", gime cuando es descubierta. "Una met�fora no es lo mismo que un puto timo". Ten�a miedo: "Alguien estaba tirando muy fuerte de la cortina que me tapaba y no sab�a c�mo detener aquello". En cuanto todo se supo, Shirley Manson le dej� un mensaje: "Esta historia me parece absurda y estoy dispuesta a defender vuestra existencia". Pero el edificio empezaba a desmoronarse y hasta el marido de Albert, que hab�a colaborado con ella en la farsa, termin� delat�ndola.

"Me gustar�a volver a ser un mito. Ser un mito est� bien, porque mis libros no son un enga�o, son de verdad. Pero s� me siento como un fraude, porque tengo caras muy diferentes. Soy JT Leroy pero a la vez no", dijo justo antes de una de las escenas m�s delirantes que recoge la pel�cula, cuando Courtrney Love la quiere llevar programa de Oprah Winfrey porque "a Estados Unidos le encanta la redenci�n". Y mientras se lo cuenta por tel�fono, la viuda de Kurt Cobain la corta de repente: "Tengo aqu� una raya peque�ita de coca�na y no quiero dejarte esperando. �Te importa que me la ponga?".

As� que al final del documental, Albert mira a la c�mara y suelta su �ltima justificaci�n:"Si compraste un libro y te enfadaste porque yo ten�a 15 a�os m�s que JT o porque soy una mujer y no un ni�o, no me parece mal. Pero en la contraportada del libro pone claramente 'ficci�n'. El resto, es un extra".

16 Comentarios

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Courtney a la que se le suicidan los maridos, Madonna la eg�latra y desentendida de sus hermanos, tiene incluso uno viviendo en la indigencia, como sintecho, Winona la clept�mana... Menuda tropa de admiradores fervientes tiene, lo mejorcito, vamos.

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La verdad es que este tipo de mentiras, en el mundo de la literatura, son irrelevantes. Otra cosa son los plagios ... pero montar todo esto a mi me parece divertido. Adem�s deja en evidencia a toda esa gente del show business que se apunta enseguida al carro de los marginados viviendo a "totrapo" en casoplones y con jets privados .... son pat�ticos.

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Tampoco entiendo muy bien la pol�mica. Siempre han existido los pseud�nimos. El prol�fico Stephen King, al inicio de su carrera escrib�a bajo el pseud�nimo Richard Bachman, y bajo ese nombre salieron best sellers como The running man (perseguido) adaptado al cine con el chuache de prota. Como dice la autora, es ficci�n. �Qu� m�s da quien lo escriba?

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Esto ocurrio hace 10 a�os... a pesar del documental, el tema un poco pasado, no?

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Me parece interesante como historia mundana de enga�o y vanidad, pero debe entenderse que los libros, en tanto que obras de arte, son independientes de su creador, y tanto da si los escribe un chico desarraigado, un ama de casa con problemas, un viejo iracundo o quien sea. Eco dijo que la �nica cosa honrada que pod�a hacer un escritor despu�s de publicar una obra es morirse, para que su biograf�a no contamine ya m�s el resultado de su trabajo.

9

Muy buena propaganda por si ya no vende. Si el libro es bueno, que adem�s lo es, el autor puede llamarse como quiera. En otro g�nero D�lton Trumbo. En literatura incontables, m�s los an�nimos.

8

#5 ...Pero tu analog�a yerra �interesadamente!; porque una cosa es la ficci�n y otra muy distinta la historia real que (mal)-vivimos, aunque ahora m�s nos parezca �con terror! el trasunto del "El huevo de la serpiente" de Bergman. Un libro distrae, 'el y(hi)erro de cuenta(y de marcar)' de Trump marcar� millones de vidas... vidas en manos del 1� y en las de un s�trapa segund�n. �No es lo mismo! Cierto que el 1�, Trump (Napole�n III), "no ha inventado" el nazi-onal populismo(�casi "nada"!); ni tampoco el segund�n Putin (Bismark). Pero ambos se afanan en emular​/forjar, en el juego de la geopol�tica del XXI, aquella partida de ajedrez del XIX cuyos proleg�menos (populistas) son tan certeramente descritos por K. Marx en "El 18 de Brumario de L. Bonaparte". Y ya sabemos como terminaron... y terminar� �con (el herrero) Bismark en Paris!; gracias al y(hi)erro de Trump.