Acción = 10/10
Humor = 11/10
Ternura = 12/10
Anya = 20/10
Se encontrará el televidente con una entrañable parodia del género de espías inspirado en la Guerra Fría. Trae a la mente películas como sagas como James Bond o Bourne, y por parte del género cómico, obras como el Superagente 86 o Austin Powers; pero sin duda agregándole ese toque tan japonés que tiene el anime, con sus personajes pequeños, adorables y de ojos saltones, en este caso en forma de Anya, la niña telépata que con su increíblemente tierna e hilarante personalidad cautivó a millones alrededor del mundo e hizo de esta serie el fenómeno que comprende hoy en día. Ella es adoptada por Twilight, un espía prodigio, quien necesita formar una familia 'de mentira' para cumplir una misión, y Yor, una asesina, quien, con el anhelo de pasar desapercibida, accede a sumarse a la farsa de este, sin saber que es un espía. Si bien el caso de los cónyuges que se esconden sus verdaderas profesiones no es novedoso (Sr. y Sra. Smith), es el tercer factor en juego, la telepatía de Anya, lo que tira todas nuestras expectativas por la borda y hace de esta serie una caja de sorpresas, ya que la gracia gira en torno al hecho de que la niña, aparentemente sólo un instrumento para que ambos padres ejecuten sus planes, es en realidad la que maneja las cuerdas, conociendo no sólo las verdaderas identidades de ambos, sino también sus más profundos pensamientos; de ahí que, al avanzar la historia, se observarán con gran calidez aquellos sentimientos encontrados que irán teniendo los personajes, cada vez encariñandose más con su familia 'de mentira', hasta finalmente volverla una familia de verdad.