"Os habr�is dado cuenta ya: yo siempre lucho por obligaci�n y no porque sea partidario de los combates o porque crea que los problemas se puedan solucionar con las armas. Prefiero los m�todos civilizados, las negociaciones y los compromisos". Esas eran las afirmaciones de Asl�n Masj�dov, presidente de los independentistas chechenos, en una conversaci�n con la redacci�n rusa de la radio 'Europa Libre' en 1999.
El presidente de la 'Rep�blica Chechena de Ichkeria' ('Ichkeria' es el nombre que ha reemplazado el tradicional 'Nojchiich�' y el ruso 'Chechny�' para designar los territorios donde viven los chechenos y significa 'Tierra Interior') no cre�a que en su pa�s fuera a haber otra guerra como la vivida entre 1994 y 1996. Tras casi cuatro siglos de combates sangrientos en Chechenia y unos t�midos acuerdos con Boris Yeltsin, Masj�dov prefer�a "entrar en la Historia como pacificador", no como guerrillero.
Pero el 1 de octubre de ese mismo a�o, las tropas rusas entraron en Chechenia y pusieron fin a las buenas intenciones de Masj�dov, desde entonces presidente en el exilio y figura clave del movimiento separatista checheno.
De defensor de la URSS a enemigo n�mero uno de Rusia
Asl�n Masj�dov naci� el 21 de septiembre de 1951 en Kazajist�n. En 1957 su familia se mud� a Chechenia. En 1972 Masj�dov, que se hab�a formado en una escuela militar en Georgia, empez� su carrera en el Ej�rcito sovi�tico. En 1981 se licenci� en la Academia militar de Petersburgo y a principios de los a�os 90 se hizo popular por su intervenci�n en Lituania, en la �poca en que las fuerzas sovi�ticas intentaban impedir la independencia de las tres rep�blicas b�lticas.
Masj�dov volvi� a Chechenia en 1991 y, desde 1992, se encarg� del comando de las Fuerzas Armadas de este pa�s cauc�sico. Desde octubre de 1996, Masj�dov, quien se hab�a ganado la autoridad como estratega militar y buen negociador, encabez� el Gobierno de coalici�n checheno hasta que, el 8 de marzo de 2005, las tropas rusas anunciaron su muerte.
El 27 de enero de 1997, fue elegido presidente de la Rep�blica. Fue entonces cuando cambi� su nombre de Asl�n a Jalid -'glorioso' en �rabe-. Entonces consigui� no s�lo unos acuerdos de paz con la Federaci�n de Estados Independientes, sino tambi�n empezar a desarmar la rep�blica de Chechenia.
A finales de 1998 los se�ores de guerra chechenos Shamil Bas�yev, Salm�n Rad�yev y Junkar Israp�lov, que no aprobaban las estrechas relaciones de Masj�dov con Mosc�, le presionaron para que dejara la presidencia. "Vamos a continuar la guerra de guerrillas un a�o m�s, dos a�os, 100 a�os, hasta que los rusos se marchen de aqu�", afirmaba Bas�yev.
En octubre 1999, en un clima cargado de tensi�n, Masj�dov se enfrent� con las tropas federales, que hab�an ocupado Chechenia en una masiva 'operaci�n antiterrorista', sin dejar atr�s sus esfuerzos para solucionar la situaci�n con m�todos pac�ficos.
La falta de comunicaci�n con Vladimir Putin, hizo que el presidente checheno se pasara definitivamente al bando de Bas�yev. De hecho, el 31 de octubre de 2002, Rusia emiti� una orden de busca y captura que le consideraba un terrorista m�s.
Terrorismo y caza al hombre
"�Qu� busca Rusia en el C�ucaso?", preguntaba Masj�dov en la misma entrevista radiof�nica de 1999. Y explicaba: "Chechenia es el centro, el coraz�n. Todo lo que pasa en el C�ucaso, tiene que ver con Chechenia. As� que, intentemos compaginar nuestros intereses en todos los sentidos". Dos a�os m�s tarde, sus ideas hab�an cambiado: "Nuestra independencia no es negociable, somos un estado independiente, tenemos todos los atributos de un Estado, incluido un presidente y un Parlamento elegidos en 1997 y cuya legitimidad fue confirmada en todo el mundo".
Implicado en algunos ataques de la guerrilla, Masj�dov rechazaba las acusaciones rusas de "terrorismo". En relaci�n con los atentados de los �ltimos meses -los dos aviones siniestrados, la explosi�n cerca del metro en Mosc� y el secuestro de Besl�n-, Ajmed Zak�yev, el portavoz de Asl�n Masj�dov, declar� en repetidas ocasiones que el presidente de la Rep�blica Chechena de Ichkeria y sus hombres no se responzabilizaban de lo ocurrido y lo consideran "actos b�rbaros de terrorismo".
A las pocas horas del anuncio de que Rusia iba a pagar un importante precio por su cabeza, Asl�n Masj�dov y su Gobierno en la sombra respondieron de la misma forma: en un comunicado, publicado en la p�gina web 'Chechenpress', se informaba que cualquiera podr�a recibir 20 millones de d�lares si contribu�a a la captura de Putin, "culpable del inicio de la guerra contra el estado soberano de Chechenia" y de la muerte, tortura y desaparici�n de decenas de miles de personas.