10 años de la muerte de Videla, el dictador que aterrorizó a Argentina

Este 17 de mayo se cumple el décimo aniversario del fallecimiento de una de las figuras más oscuras de la política latinoamericana: el dictador argentino Jorge Rafael Videla. Este militar gobernó de facto su país entre 1976 y 1981 gracias a un golpe de Estado contra la democracia argentina, un periodo en el que se estima que ocurrieron la mayoría de las miles de torturas y 30.000 desapariciones que ocurrieron durante la dictadura militar.

La toma de poder de Videla se dio el 24 de marzo de 1976, en un momento de especial convulsión en la política argentina. Para ese entonces, hacía menos de dos años que Juan Domingo Perón había fallecido y su esposa, María Estela Martínez, conocida como 'Isabelita' era quien estaba a cargo. Una figura que no gustaba entre la plana mayor militar y que, bajo la excusa de restaurar el orden, fue depuesta de su cargo. 

Con el inicio de su mandato comenzó la represión sistemática con el pretexto de reestablecer la 'paz social'. Su objetivo eran las guerrillas comunistas establecidas en el norte del país, sin embargo, la persecución se extendió a militantes izquierdistas, a peronistas e incluso a personas alejadas de la política que tuvieron la desgracia de aparecer en alguna lista de objetivos por error. 

El método más utilizado era el de la detención arbitraria y posterior tortura en centros militares. Estas vejaciones intentaron ser ocultadas por el régimen, pero tras la caída de la dictadura en 1983, se demostró que no eran casos aislados y que, como podemos ver en este mapa, los centros de detención de torturas estaban distribuidos en todo el territorio nacional.

Estos métodos llevaban al extremo el dolor y sufrimiento del ser humano, pero tras ellos, muchas de las personas torturadas eran asesinadas por la dictadura. Estas muertes se daban bajo el mayor secretismo. Después de ser torturadas, algunas de estas personas eran sedadas y arrojadas desde un avión al Río de la Plata.

Se estima que, en total, hay 30.000 personas desaparecidas por esta causa. Cifras impactantes que hicieron que, durante la dictadura, miles de mujeres decidieran manifestarse de forma pacífica en Buenos Aires para exigir respuestas sobre el paradero de sus hijos. Ellas fueron conocidas como las madres de la Plaza de Mayo y se convirtieron en símbolo de la resistencia.  La actitud del régimen, sin embargo, era de éxito por sus acciones. 

"Terminar con una corrupción imperante, restablecer una presencia activa en el exterior, dinamizar nuestra economía y restaurar la disciplina social constituyeron objetivos prioritarios del reordenamiento básico que el país anhelaba. Hoy podemos decir que estos objetivos se están alcanzando gracias al esfuerzo mancomunado de todos aquellos que interpretaron en sentido patriótico de la convocatoria formulada por las fuerzas armadas".  

Pero esos objetivos nunca se cumplieron. La economía durante la dictadura en Argentina sufrió de forma notable y fue causa de inestabilidad dentro del mismo estamento militar. Además, Videla casi lleva a la guerra a Argentina contra la dictadura de Chile de Augusto Pinochet por la disputa perdida de varias islas en el canal de Beagle, en la Patagonia. Un enfrentamiento que solo pudo ser evitado por el papa Juan Pablo II, pero que elevaría las tensiones con el país vecino. 

Lo cierto es que este tipo de aspiraciones expansionistas eran la vía para encontrar cierto apoyo popular en torno a una especie de cohesión patriótica y nacionalista, pero a la larga, terminarían costando caras a la dictadura. Tras Videla, Viola y Galtieri llegaron al poder, hasta que en 1982 se produciría la guerra de la Malvinas contra Reino Unido. Un desastre sin paliativos que terminaría con el directorio militar y traería de vuelta a la democracia. 

Esta restitución democrática trajo consecuencias para algunos líderes de la plana mayor de la dictadura. Como Massera, Viola y, especialmente, para Jorge Rafael Videla, quien fue considerado líder de la insurrección de 1976 y promotor de los asesinatos a opositores. El dictador recibió una condena de cadena perpetua en los juicios del año 1985. Sin embargo, Videla pasaría tan solo cinco años en prisión debido a los insultos promulgados por el expresidente Carlos Menem en 1990. 

Desde ese momento, el exdictador atravesó un periodo en el que estuvo varias veces en prisión por espacios cortos y fue condenado a prisión domiciliaria. Sin embargo, la llegada al poder del kirchnerismo y las peticiones de extradición de Alemania por el asesinato de dos de sus ciudadanos cercaron al exdictador en sus últimos años.

Los indultos que recibió en el Gobierno Menem fueron anulados y volvió a prisión en 2008 por crímenes de lesa humanidad y múltiples acusaciones de asesinato y terrorismo de Estado, algo que le valió la cadena perpetua. Jorge Rafael Videla murió en Penal Marcos de Paz el 17 de mayo de 2013 a los 87 años, sin pedir perdón a las víctimas ni arrepentirse, de hecho, consideró como "necesarias" todas sus acciones.