Ese truco ya está muy visto
Mucho se ha hablado sobre la diferencia entre aquellas películas que sólo sirven al espectador para zafarse por noventa minutos del trabajo, la rutina o cualquier situación que implique agotamiento extremo, casi mortal, y las que cambian la vida. Ésas que en su metraje contienen simultáneamente una verdad bien planteada, que cada espectador puede percibir de manera particular y después, puede utilizar para agarrar fuerzas y entrarle con todo al trabajo, la rutina o cualquier situación que implique agotamiento extremo. Pero ¿qué pasa cuando en el cine no encontramos ni entretenimiento, ni experiencia de vida? Pues, bueno, a eso se le llama “esto ya lo he visto antes”.
El aprendiz de brujo (2010), con un súper reparto encabezado por el monofacético Nicolas Cage, Alfred Molina, Monica Belluci y demás caras conocidas, termina siendo un refrito del refrito del refrito de todas las películas sobre magos inexpertos, miedosos y, que sin saberlo, llevan en sus manos el futuro de un mundo que generalmente sigue funcionando con o sin su ayuda.
Es la historia de Dave (Baruchel), el clásico chico que como en otras decenas de películas fantásticas, no-sabemos-por-qué-razón es elegido por los dioses para salvar a la humanidad, en esta ocasión, de las manos de una poderosa y malvada bruja llamada Morgana (Krige). Aunque se ha de decir que la historia no comienza así… Hace muchos años y en una tierra no muy lejana, vivían en total cordialidad el mago Merlín (Stephens) y sus aprendices Balthazar (Cage), Veronica (Bellucci) y Horvath (Molina). Hasta que un día, uno de éstos comete el error de traicionar a Merlín, asesinarlo y, a partir de ahí, y junto con Morgana, amenazar al mundo con despertar a los muertos y acabar con todo.
Es así como el elegido Dave debe enfrentar la noticia de que, además de ser un nerd amante de la física y malo con las chicas, tiene la responsabilidad de aprender la mayor cantidad de trucos antes de que las cosas se pongan color de hormiga. También tendrá que cargar con la compañía de un anticuado y muy despeinado Balthazar, quien con toda razón luce de esa manera si consideramos que lleva siglos esperando encontrar al chico salvador.
Si alguna cosa tenía de especial esta película, era que en el reparto se encontraba la hermosa Monica Bellucci. Sin embargo, su participación es la más ilógica de la historia. Sin exagerar, aparece no más de cuatro minutos. A menos que se confirme una segunda parte y Monica cobre más importancia en la trama, inclusión en el reparto es más un gancho publicitario que otra cosa.
El aprendiz de brujo, con todo y su extravagancia visual, termina por faltarle al respeto a su publico objetivo, los niños y los geeks amantes de los juegos de rol y de la belleza de Monica Bellucci.
En cuanto a los fans de esta última, bueno, mejor ni hablamos, pobrecitos.