Musa del cine indie
Unas pocas películas de cine independiente, en que exhibe una sorprendente naturalidad, la han colocado en la primera fila de actrices más prometedoras del momento.
Elizabeth Chase Olsen, conocida como Lizzie, nació el 16 de febrero de 1989 en Serman Oaks, California, Estados Unidos. Es la pequeña de cuatro hermanos, y dos de ellos, las gemelas Mary-Kate Olsen y Ashley Olsen, alcanzaron la celebridad antes que ella como actrices infantiles en las populares series televisivas Padres forzosos y Cosas de gemelas. Ella misma aparecería como figurante en algún trabajo de sus hermanas, pero curiosamente, cuando la estrella actoral de ellas declinó mientras crecía su faceta de diseñadoras de ropa, ella ha empezado a descollar como actriz con unas poquitas películas de claro sabor indie.
Ya de pequeña, Elizabeth hacía teatro y musicales en la escuela y en campamentos, incluso practicando sola en su cuarto. Y el arte le iba, a juzgar por los estudios que fue escogiendo con el paso del tiempo, en la Atlantic Theater Company y en la Tisch School of Arts de la Universidad de Nueva York.
Y de pronto, salida casi de la nada, 2011 ha sido el año de Elizabeth. El australiano Bruce Beresford la dirige en Peace, Love & Misunderstanding, donde es una adolescente que se va a pasar las vacaciones con su madre hippy en el campo; es su primer trabajo serio en pantalla. Era una buena forma de empezar, pero donde la Olsen ha dado la campanada, haciendo preguntarse a propios y extraños cuál de las gemelas era Elizabeth, tan despistados andaban con respecto a la actriz, ha sido la película presentada en Sundance Martha Marcy May Marlene, donde es una mujer con problemas después de desligarse de una extraña secta para irse a vivir con su hermana y su cuñado. El film de Sean Durkin es desasosegante y deja mal cuerpo, pero está claro que la recién estrenada actriz hace un buen trabajo, que le ha valido reconocimientos como una nominación al Spirit, y varios premios de los críticos. Contaba la actriz que de algún modo le inspiró su película favorita, Lo que el viento se llevó: “La razón por la que amo mi personaje de Martha es la misma, querrías odiar a Escarlata [O’Hara, la protagonista] durante toda la película, pero sin embargo la quieres...”.
Silent House, dirigido por los inquietantes responsables de Open Water, Chris Kentis y Laura Lau, es la adaptación americana de La casa muda, un film de terror uruguayo firmado por Gustavo Hernández, que con mucha cámara en mano muestra los sustos de padre e hija en una casa que desean vender. Casi de seguido, tal vez porque la vio en Sundance, el español Rodrigo Cortés la fichó para su thriller de fenómenos paranormales Luces rojas, donde ella es una espabilada estudiante universitaria que tendrá una relación con el personaje de Cillian Murphy. Asegura Olsen que le deslumbró su compañera de reparto, Sigourney Weaver, porque para componer su personaje “hacía sus propias elecciones sin que nunca pareciera difícil”.
Lo que tiene por delante Olsen resulta muy prometedor. Josh Radnor, el responsable de la sorprendente Happythankyoumoreplease la está dirigiendo en Liberal Arts, donde un treintañero se enamora de ella. Con Dakota Fanning se dispone a hacer Very Good Girls, sobre dos adolescentes, grandes amigas, enamoradas del mismo chico. Aunque el mayor desafío vendrá con Thérèse Raquin, no sólo porque tendrá enfrente a Glenn Close, sino porque se trata de una adaptación del clásico de Émile Zola, donde ella será el personaje del título.
Asegura Olsen que en su trabajo le ayuda la confianza de que el resto del equipo lo hace lo mejor posible. Y afirma que nada da más miedo que la soledad, sobre todo cuando la provoca uno mismo. No está mal para una jovencita de 22 años.