María Isabel y el tuit de Franco: crónica de una crisis de imagen muy mal gestionada | ICON | EL PAÍS
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María Isabel y el tuit de Franco: crónica de una crisis de imagen muy mal gestionada

La intérprete de la célebre canción 'Antes muerta que sencilla' ha visto como un mensaje suyo antiguo desataba la polémica y ha intentado apagar el fuego con gasolina

Una imagen de la cantante María Isabel, que hoy tiene 24 años, subida recientemente a su cuenta oficial en Twitter. María Isabel sigue grabando música y dando conciertos.
Una imagen de la cantante María Isabel, que hoy tiene 24 años, subida recientemente a su cuenta oficial en Twitter. María Isabel sigue grabando música y dando conciertos.Twitter

El nombre de María Isabel puede sonar a algunos y despistar a otros, pero las palabras Antes muerta que sencilla (2004) evocan directamente a un clásico contemporáneo de las ferias españolas, los karaokes, las bodas y también algunas fiestas de indies con cierta ironía postmoderna. Fue la canción que hizo ganadora de Eurojunior con nueve años a María Isabel López Rodríguez (Ayamonte, Huelva, 1995), ya para siempre María Isabel. Se convirtió en una de esas estrellas infantiles que la industria del entretenimiento moldea al estilo de las que han triunfado antes, empezando por Melody (que saltó a la fama en el año 2000 con El baile del gorila) y que se puede rastrear hasta la estrella infantil originaria de nuestro país, Pepa Flores alias Marisol.

"Soy de clase obrera, mi padre ha trabajado toda la vida en un astillero, así que no tiene sentido que yo haya puesto eso. Como no es de lógica ni nada no tengo que pedir perdón porque yo no lo he hecho", ha explicado María Isabel en un vídeo en su perfil de Twitter

María Isabel alternó la música con el cine –para los anales del trash hispano quedará su película Ángeles S.A. (2007), en la que interpretaba a un trasunto de sí misma también llamado María Isabel– y cruzó fronteras para convertirse en un pequeño fenómeno en Japón. Tiene una estatua en su Ayamonte natal y llegó a cumplir el sueño de toda aspirante a estrella: comercializar su propia línea de colonias y complementos. Hoy continúa su carrera musical, aunque sin tanta fanfarria, y no deja de publicar sencillos y dar conciertos, principalmente, por su Andalucía natal.

Pero este fin de semana volvió a la palestra por un mensaje que se publicó en su cuenta de Twitter el 3 de junio de 2014 y que algunos usuarios hicieron público de nuevo. El mensaje, como respuesta a un hilo en el que se hablaba sobre la monarquía, decía: “Si estuviera Franco probablemente España estaría mejor. En varios aspectos, en otros no, lógicamente”.

El tema empezó a dar conversación entre seguidores de la cantante y usuarios de la red social. ¿Qué había pasado para que un tuit de 2014 con una frase tan desafortunada volviese a ver la luz? Maria Isabel, muy activa en la red social, no se escondió y decidió dar explicaciones. Aquí es donde empieza la historia de una crisis de imagen llevada de la peor manera posible.

En primer lugar, tal y como resume el usuario de Twitter YaoCharlie en un hilo que ya sobrepasa los trescientos retuits en unas pocas horas, María Isabel aclaró que ese tuit no lo había escrito ella y se trataba de una cuenta falsa de alguien que se estaba haciendo pasar por ella. Llegó, incluso, a pedir a sus seguidores que denunciasen a la cuenta. Pero el problema es que la cuenta era la suya propia. María Isabel estaba pidiendo que la denunciasen. A ella misma.

Si bien ese tuit ya fue borrado, aún se puede leer otro en el que ella responde a otra de sus seguidoras, ahora diciendo que ha olvidado haber escrito eso. “Pues no recuerdo yo haber dicho eso… aún así dejemos a los muertos tranquilos! La gente está muy aburrida… CHILLO”.

A partir de aquí, las redes sociales de María Isabel se convierten en un hervidero. Por un lado, muchos usuarios que defienden su afirmación y lanzan consignas que recuerdan a otros tiempos acompañadas con banderas de España (vamos, que le salen defensores del franquismo a felicitarla por ese mensaje). Por otro, algunos usuarios de Twitter que la acusan de "facha" y "fascista". María Isabel se enfrenta a estos últimos. “En tu vida has leído un libro”, le dice uno de sus críticos. “He leído lo mismo que te enseñó tu mami”, responde ella acompañando la frase de unos besos.

La siguiente versión que llega en todo este lío es que alguien hackeó su cuenta (o sea, que obtuvo de modo ilegal sus contraseñas y escribió cosas en su nombre) en su día y por eso ese tuit seguía ahí sin que ella se diese cuenta. Una versión que ya no tiene nada que ver con la inicial, en la que hablaba de una cuenta falsa.

Incluso ante algunos fans que la defienden, María Isabel responde de modo airado. “Nadie es inocente”, escribe una seguidora. “Yo si fuera ella lo que haría es disculparme, han pasado cinco años, la gente cambia y aún más con las nuevas maneras de obtener información fácilmente y educarnos”. A lo que María Isabel responde: “Yo voy a hacer lo que vosotros digáis, en fin…”.

El domingo por la mañana, para intentar apagar el fuego, María Isabel publica otro tuit: “Soy de clase obrera, que coño voy a defender a Franco… madre mía!”.

Y llega después un comunicado en vídeo: “Yo hace cinco años no sabía utilizar Twitter. Hace cinco años me hackearon la cuenta dos veces y yo por ese mismo motivo desaparecí de Twitter. Ahora estamos en 2019, estoy en Twitter, me encanta, cada día lo entiendo un poco más… soy de clase obrera, mi padre ha trabajado toda la vida en un astillero, así que no tiene sentido que yo haya puesto eso. Como no es de lógica ni nada no tengo que pedir perdón porque yo no lo he hecho. Si lo hubiera hecho, hubiera pedido perdón. Podría haber dicho: 'Es que hace cinco años tenía una mentalidad que sabe Dios…'. Pero no ha sido el caso, no fui yo. Tengo los ideales muy claros, quien me conoce lo sabe. Yo no nombro a esta persona para nada, con eso digo todo. Respeto lo que es respetable, pero lo que no me entra en la cabeza son los insultos. Yo entiendo que haya gente de todo tipo, pero ¿por qué insultáis? ¿En casa no os enseñaron a respetar? Pero bueno, ya está. Lo que hago es música y este tema lo dejo cerrado. No voy a dar más explicaciones”.

Este episodio será, probablemente, otra de esas polémicas que Twitter olvidará cuando llegue una nueva. Pero deja una serie de enseñanzas sobre cómo apagar un fuego. Por ejemplo, dejar un tiempo prudencial para analizar qué hacer al respecto. No lo hizo María Isabel, que entraba al trapo respondiendo a los usuarios que la criticaban, a veces con un tono poco afortunado. Después lo ideal hubiese sido lanzar un comunicado estudiado y amable donde se deje claro lo que ocurrió: si fue una tontería de juventud o si alguien se metió en su cuenta para publicar eso y perjudicarla.

María Isabel mantiene la versión del hackeo (y si ella así lo asegura habrá que creerla), pero deja mensajes ambiguos incluso en su explicación y repite el error de atacar a sus críticos. "Tengo los ideales muy claros, quien me conoce lo sabe", afirma sin aclarar cuáles son. "¿En casa no os enseñaron a respetar?", pregunta, azuzando de nuevo a los críticos.

En realidad, esta actitud contestona ya estaba en la letra del éxito que la hizo famosa con nueve años. "Que a quién le importa lo que digan por ahí", cantaba aquella niña. "Qué más nos da que digas tú de mí, de Londres, de Milano, San Francisco o de París". Quién nos iba a decir que este himno de feria y orquesta podría llegar un día a tener ecos políticos.

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