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Dirección: Robert Altman
Reparto: Michael Gambon, Kristin Scott Thomas, Maggie Smith, Camilla Rutherford, Ryan Phillippe, Alan Bates, Emily Watson, Derek Jacobi, Bob Balaban, Eileen Atkins, Stephen Fry, Helen Mirren, Clive Owen
Título en V.O: Gosford Park
Nacionalidad: Gran Bretaña, USA Año: 2001 Fecha de estreno: 08-03-2002 Duración: 137 Género: Comedia Color o en B/N: Color Guión: Julian Fellowes Fotografía: Andrew Dunn Música: Patrick Doyle
Sinopsis: Nada es lo que parece en la mansión inglesa de Gosford Park, y lo que comienza como una tranquila reunión de fin de semana para una partida de caza convocada por Sir William McCordle (Michael Gambon) y su esposa (Kristin Scott Thomas) se transforma en un nido de víboras donde alguien va a salir malparado; asesinado, para ser más exactos. ¿O quizá son dos los asesinatos? El grupo de sospechosos es tan ecléctico como la reunión, y tanto los nobles del piso de arriba como los plebeyos de la parte de abajo parecen tener algo que ocultar.

Crítica

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Bob Balaban no tuvo demasiados problemas para embarcar a Robert Altman en Gosford Park. La idea de cruzar el Atlántico para rodar una comedia de intriga ambientada en los años 30 y protagonizada por un elenco de grandes actores británicos se ajusta perfectamente a la trayectoria del director de "El juego de Hollywood" o "El Dr. T y las mujeres". Elegida esta opción, hay bastante con un fin de semana en una casa de campo para que amos y sirvientes ofrezcan una satírica visión de la lucha de clases.Las referencias al detective Charlie Chan están explícitamente incluidas en el film y los guiños a Agatha Christie son evidentes, pero Altman extiende el repertorio de influencias a "La regla del juego". "Gosford Park" no resiste la comparación con la obra maestra de Jean Renoir pero supera, con creces, los anteriores precedentes. Basta con la conjunción de amos y sirvientes durante una partida de caza y sus correspondientes trasiegos de alcoba para que el cineasta norteamericano satirice a los primeros y vengue la humillación de los segundos con un crimen que solo se comete durante la segunda mitad de la película.La mirada de Altman no es la de un detective, sino la del sociólogo que, con la complicidad de un deslumbrante elenco de actores, disecciona una época y unos personajes con la causticidad que le caracteriza. Podría haber llegado tan lejos como Renoir, sin duda, pero acaba siendo víctima de las servidumbres de su propio reparto. Acostumbrado a dirigir a grandes actores, ¿quién se resiste a recrearse con un reparto presidido por Maggie Smith como maestra de ceremonias y Alan Bates como el mayordomo que no puede faltar en cualquier película policíaca que se precie?>>Para ver y disfrutar con lo que hay, sin mayores exigencias. Lo mejor: los actores, todos, insuperables. Lo peor: la peligrosa frontera que separa el homenaje de la recreación de los tópicos.