1. Introducción

El arribo de la Internet a los hogares dio paso a un proceso de cambio que ha involucrado no solo los habitus de las personas que consumen información sino también ha resultado ser una etapa de renovación para las ciencias. Una de las epistemes más involucradas en este cambio es la Comunicación.

En este sentido, los estudios de la Teoría de la Comunicación se han acoplado a la creación de los medios que han surgido a lo largo de la historia de la Humanidad, pero siempre guardando una continuidad epistemológica. Ese orden de las teorías se ha reflejado en la comunión de tesis de las escuelas que investigaban la comunicación desde Norteamérica. Los comunicólogos de Canadá y de Chicago lograron encaminar sus líneas temáticas a las necesidades que en la época surgieron. Es así es como desde la aguja hipodérmica, como Harold Laswell, hasta la Aldea Global, como McLuhan, se alinearon con los pronunciamientos políticos de la época. Unos a favor de los medios y otros con una visión más crítica frente a la tecnología como la escuela de Frankfurt y otros alertaron de la posible dependencia que podía generar la Humanidad a ellas como McLuhan.

Pero, la interrelación de los seres humanos con la televisión fue apenas la punta del iceberg lo que significó el arribo de la tecnología para los mass media. En el siglo XXI, la comunicación conoció sobre el inicio de la revolución de las nuevas tecnologías; Manuel Castells (2001) la llamó la Sociedad Red.

Castells permite vislumbrar el inicio de una nueva y las nuevas tecnologías de la información. Un nuevo capítulo en el que los comunicólogos de vanguardia vieron la necesidad construir y debatir una nueva teoría de la comunicación. Una epistemología que estudie no solo la nueva ecología de medios (Scolari, 2015) sino los comportamientos de las nuevas audiencias y cómo los medios están reaccionando frente a los nuevos formatos audiovisuales (Del Fresno, 2012).

Pero dentro de esas nuevas aristas por investigar también hay que estudiar cómo esa nueva ecología mediática establece nuevos parámetros que van a mediar la información. Esas características son comunes entre todos los usuarios que utilizan Internet y que permiten que se lo identifique como cultura digital (Zallo, 2011).

El estudio de la cultura digital abrirá el abanico de casos que pueden ser investigadas. En este sentido, Carlos Scolari (2008) establece la importancia de tener claro que al referirse a la comunicación digital equivale a incluir la teoría de las hipermediaciones. Si bien los comunicólogos se han centrado en el estudio de las repercusiones de los nuevos medios en las sociedades; es importancia ubicar el estudio de las interacciones sociales en las redes sociales en Ecuador. De esta manera, la prioridad será determinar el intercambio de producción y consumo simbólico que se genera en un contexto latinoamericano, pero específicamente ecuatoriano. En este sentido, en esta investigación se determinan las hibridaciones que transitan en el proceso de la comunicación que los jóvenes universitarios de Ecuador desarrollan en los nuevos medios sociales, particularmente en Facebook.

2. De las mediaciones comunicativas a las hipermediaciones

Los medios habían sido identificados durante años por la teoría de la comunicación como canales que permitían que llegara el mensaje al receptor. Pero está visión algo limitada dio un giro determinante cuando Martín-Serrano expuso su teoría de las mediaciones (1978). Desde entonces, nuevas epistemes sobre los medios se desarrollaron y el estudio de los medios se complejizó. Martín Serrano destacó que estas producen modelos de ajustes en el cambio social, pero para ello requiere de instituciones mediadoras, modelos mediadores y objetos mediadores.

El modelo mediador es una forma de regular a nivel cognitivo, que es afín al sistema social y que tienen como objetivo especificar que no es neutral, por tanto, esta característica lo acerca a la ideología. Pero ante esto, Serrano explica que si bien la ideología es un producto mediador no es el único y señala que la teoría de la mediación es "la producción social de todo elemento mediador, sea objeto, relato o rito: o entidades en las que coinciden todos esos rasgos, como los productos comunicativos" (Martín-Serrano, 2004, p. 81).

Desde el propio materialismo histórico, Martín-Serrano advierte que centrar el estudio en las ideologías es quedarse en el producto sin abordar la producción; situar los procesos de comunicación en el nivel de una reproducción cuya dinámica y cuya lógica estarían en otra parte, sería ignorar lo que la historia social nos ha mostrado ya suficientemente: que en los medios de comunicación se puede dar cabida durante largo tiempo a innovaciones de cultura, del arte y las costumbres, que la norma social tardará mucho tiempo en integrar.

Sobre ello, Carlos Scolari señala que Martín-Barbero (1991) le dio un nuevo enfoque de la comunicación en una teoría cultural. Los medios dejaron de ser vistos como un "canal que transmite información" para convertirse en un escenario donde se construyen el conflicto, las hegemonías sociales y las identidades colectivas (Scolari, 2008).

Desde entonces el conocimiento científico le dio paso a una nueva era, una en la que los medios tenían elementos que mediaban la comunicación. Pero ante lo expuesto por Martín-Barbero se ha generado una serie de críticas, como las expuestas por Giddens (1984) y Thompson (2010), quienes cuestionan que el análisis de las mediaciones sociales se ejecute en la producción de medios de comunicación. Pero la postura crítica que más se acerca al estudio de las mediaciones sociales en las redes sociales digitales es la expuesta por Carlos Scolari, en su libro Hipermediaciones (2008), quien señala que los estudios de las mediaciones y todas las teorías fundamentadas en los mass media no pueden ejercerse en los Nuevos Medios Sociales, que son los medios que han surgido a partir de la Revolución Tecnológica.

Si trasladamos esta visión a un entorno digital, podríamos decir que las mediaciones en este contexto lleno de gigabytes y megabytes, se extienden aún más. Pero tratar de utilizar en el escenario digital las teorías que se generaron a través de estudios sobre contextos analógicos es errado, lo óptimo es generar epistemes propias para los medios de comunicación que existen en Internet. Scolari (2008) señala que las mediaciones no tienen injerencia en las plataformas digitales, porque la comunicación en un entorno hipertextual tiene hipermediaciones. El investigador de la comunicación defiende que los Nuevos Medios Sociales (NMS) son escenarios donde se desarrollan conflictos y construcciones de hegemonías sociales. Es decir, los NMS son un lugar donde se hacen evidentes y se manifiestan estrategias de dominación de los grupos de poder y de los usuarios comunes, un espacio donde se vive la cultura digital que describe Zallo (2011), una cultura que vive en una ecología de medios (Scolari, 2015).

De esta manera se debe explicar las funciones en los actores de la comunicación, para después llegar a una teoría de hipermediación en medios digitales. Por ello, hay que establecer un hito a partir de los cambios de la producción de los medios de comunicación digitales. Scolari (2008) determina que al hablar de hipermediaciones no hay que hacer referencia a un medio, sino a procesos de intercambio, producción y consumo simbólico que se desarrollan en un entorno caracterizado por una gran cantidad de sujetos, medios y lenguajes interconectados tecnológicamente de manera reticular entre sí y también multiplataforma. En este sentido, explica que al generarse una nueva comunicación se conciben las hipermediaciones, que son los nuevos condicionamientos de la comunicación en los medios digitales, es decir, un nuevo uso o nuevas adiciones al idioma, nuevas prácticas sociales, nuevas prácticas comunicativas, en nuevos escenarios.

Pero en el camino de las mediaciones a las hipermediaciones, más que encontrar dicotomías, identificamos con frecuencia continuidades. Castells (2000) propone que se profundice en el estudio de los cambios que han generado los NMS y sobre ello, Scolari (2008) señala que a partir de la investigación de las hipermediaciones se develen los procesos comunicacionales desde una perspectiva más crítica. En este sentido, las hipermediaciones son decisivamente los factores que van a permitir o no la comunicación en entornos digitales, es decir, que no hay una lista de parámetros que se contemplen en este tipo de comunicación digital y a partir de los cuales podamos determinar si las hipermediaciones están presentes de modo per sé. Por el contrario, estos factores van a variar de acuerdo al entorno sociocultural y al contexto tecnológico de cada internauta.

Si bien Scolari (2008) determina que los estudios que se han realizado sobre mediaciones en los medios analógicos no son competentes o aplicables en los nuevos medios, el especialista mexicano Galindo-Cáceres (2011) señala que, al igual que en los medios analógicos, en los nuevos medios hay una cultura viva a la que él determina como tecnocultura, a la que Piscitelli (1999) la identifica como cibercultura, a la misma que Zallo (2011) reconoce como cultura digital, y a la que Castells (2001) identifica como Sociedad Red.

Frente a ello, la comunicación de esta cultura que vive los medios digitales ejerce las prácticas comunicativas condicionada por parámetros técnicos, sino que también hay condicionamientos sociales, que van a formar o deformar esta cultura que se ha formado en los nuevos medios. En este sentido, en este estudio se partirá de una subdivisión o subcategorización de las hipermediaciones propuestas por Scolari (2008). De esta manera, partiendo de la tesis de Martín-Barbero (1991) que determina que los medios también hacen o aportan determinantemente a la cultura, en esta investigación se defiende la tesis de que los nuevos medios sociales no solo alojan a una cultura, sino que está en permanente estado de transformación, por lo tanto, se han contemplado las hipermediaciones sociales y las hipermediaciones de consumo.

3. Hipermediaciones sociales

Sobre las hipermediaciones sociales hay que determinar que se tratan de las mediaciones que ejercen los grupos de amigos, del trabajo, el capital social (Bourdieu, 1986) sobre la comunicación que parte de un individuo y que será publicado en los nuevos medios sociales. Por ejemplo, la concepción de belleza estética que tengan los contactos de determinado sujeto en un medio digital va a condicionar las imágenes que este individuo muestre o no en su perfil. Los lineamientos políticos del entorno social de los individuos también van a ser determinante y condicionante al establecer una práctica comunicativa. En el caso de las redes sociales, las hipermediaciones sociales van a estar regidas en gran medida por lo que el individuo desea proyectar y lo que él espera de su público que está comprendido por su capital social.

Lo políticamente correcto para el conglomerado que integra el capital social, pero al mismo tiempo, despierte la atención de su público, como si se tratara de un espectáculo, son los factores que van a determinar, entre otros de esta índole, las hipermediaciones sociales. También juegan un papel importante los cánones sociales que el propio individuo tenga, como las mediaciones morales y religiosas, son aspectos que también van a jugar un papel determinante en este tipo de hipermediaciones.

La percepción sobre la seguridad pública del espacio físico que tengan los nativos digitales está circunscrita por el lugar donde se conectan es parte de los lineamientos de las hipermediaciones sociales, porque se trata de un factor que está ligado al contexto en el que se desenvuelve el nativo digital. Además de los parámetros sociales que rigen en la cultura digital también entra a jugar un papel determinante la forma de socializar en los grupos, en comunidades virtuales o tribus online que existan en el espacio virtual donde se desenvuelven los individuos. Este proceso ayuda a entender cómo los elementos sociales, que además son cambiantes, van a influir directamente sobre el proceso de comunicación de los sujetos de estudio. Entre esos elementos juegan un papel importante la intencionalidad del mensaje, el cual está íntimamente ligado con el narcisismo o la proyección del Yo.

4. Hipermediaciones de consumo

Para el uso de este estudio, esta definición se acerca a lo propuesto por Scolari (2008), pero se complementa con los aportes de esta investigación. Como parte de esta subcategorización de estudio, en esta etapa se contemplan los factores propios del contexto tecnológico que van a ser determinantes para que se desarrolle la práctica comunicativa de los individuos. En esta medida, este parámetro, además de considerar la interfaz de la aplicación o el sitio web, la conectividad, como lo propone inicialmente Scolari, en el presente estudio se contemplarán características como los aspectos técnicos o funcionalidades del dispositivo desde el que se conectan los sujetos de estudios. Adicionalmente, se considerará los elementos técnicos que hipermedian para que los individuos decidan conectarse desde un determinado lugar más frecuentemente y la periodicidad o los horarios desde los que generalmente se conectan a las redes sociales.

En las hipermediaciones de consumo se contemplan elementos específicos sobre la conectividad, como si los sujetos de estudio cuentan con su propio plan de datos y si este basta para poderse conectar a todos los sitios web y aplicaciones que son de interés de los individuos o si tienen un plan con pocos megabytes que limitan su conexión. Asimismo, se estudia si los usuarios se conectan desde la aplicación móvil a la red social o si utilizan las páginas web para navegar, por ejemplo, en Facebook. Entre otros factores, estas hipermediaciones van a tener un aporte mayúsculo para el estudio del comportamiento de jóvenes universitarios en línea.

Otros factores como la interfaz y su alta interacción, las estructuras hipertextuales y la reticularidad del mensaje son otros de los elementos que van a ser determinantes para estudiar las hipermediaciones de consumo, que en el caso de este estudio involucra a los universitarios de Guayaquil. Incluso en esta subcategorización se incluye el análisis del discurso, pero desde su estructura y su transmedialidad. Es decir, que se identifica de qué manera el relato transmedia no se limita a Facebook, que es la plataforma de estudio, sino como el espacio al que se circunscribe este mensaje incluye otras redes sociales, como Instagram o incluso Twitter.

5. Metodología

Esta investigación tiene un enfoque cualitativo, a partir del método etnográfico virtual o netnográfico (Kozinet, 2010), porque permite tener una radiografía de la interacción del modo de vida de los sujetos de investigación en la red social Facebook. Este proceso se realizó a lo largo de cuatro meses, desde el 1 de marzo hasta el 30 de junio de 2017, a una muestra de ocho estudiantes universitarios de Guayaquil. Esta muestra se seleccionó de una población de 595 estudiantes universitarios, a quienes se les realizó una encuesta para determinar hábitos de consumo y formas de conectividad. Esta población -en un 50%, repartido de forma equitativa- está compuesta estudiantes de las dos universidades con mayor población universitaria de Ecuador y de dos universidades particulares, también con una población universitaria diversa. Este grupo se caracteriza por tener un promedio mínimo de 1.300 contactos en Facebook, que es la red social más popular de Ecuador, al tener 8 millones perfiles activos solo en el país (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos [INEC], 2017).

Kozinet (2010) y Del Fresno (2011) coinciden en que el despliegue de técnicas que supone la etnografía lleva al investigador a tener un conocimiento basto del contexto social y de la cultura del conglomerado del que se está haciendo el levantamiento de la investigación. En consecuencia, la etnografía es parte de la tradición europea y americana de que los antropólogos investiguen sobre pequeñas comunidades. En este sentido, la etnografía es la forma más básica de investigación social (Hammersley y Atkynson, 1994).

La muestra de la encuesta se eligió de una población de 68 000 alumnos que comprenden la población universitaria de Guayaquil, la ciudad que alberga a la mayor cantidad de estudiantes de Instituciones de Educación Superior (IES) de Ecuador y donde además están las dos universidades con mayor población universitaria del país. Se determinó una muestra seleccionando un nivel de confianza del 95%, que es lo correspondiente a las Ciencias Sociales y un nivel de error del 4%. Sobre esto se ha determinado una muestra de 595 estudiantes universitarios de Guayaquil, que comprendió 200 individuos de la Universidad de Guayaquil y 200 de la Escuela Superior Politécnica de Litoral (ESPOL), estas dos son universidades públicas y albergan la mayor población universitaria de Ecuador. Asimismo, la muestra estuvo integrada por 95 alumnos de la Universidad Casa Grande y 95 estudiantes de la Universidad Católica de Guayaquil, ambas IES privadas, que aportarán con una mayor diversidad socioeconómica a la muestra. Todos pertenecientes al grupo etario de entre 18 y 25 años de edad y de nacionalidad ecuatoriana.

En la netnografía, el investigador observó aspectos como las interacciones que mantenían en Facebook, durante 120 días, las 24 horas del día. La muestra de la netnografía es heterogénea porque se trata de cuatro jóvenes (un hombre y tres mujeres) que pertenecen a un segmento económico medio alto. Además, dos individuos de sexo masculino que son de clase económica baja, uno de ellos viaja todos los días desde una ciudad satélite de Guayaquil. El otro individuo de sexo masculino también es de escasos recursos económicos, pero vive en Guayaquil. Estos dos individuos trabajan para poder pagar sus gastos personales y aportar en su hogar.

Adicionalmente, en la muestra hay dos individuos de género masculino, cuyo nivel socioeconómico es medio y ambos trabajan solo para pagar sus gastos personales y estudian en universidades particulares.

Uno de los sujetos estudiados es de clase económica alta, de género femenino, vive en Guayaquil, pero viaja todos los fines de semana la ciudad de El Empalme, ubicada a tres horas de Guayaquil. En total, suman cuatro mujeres y cuatro hombres. Sus interacciones en Facebook fueron registradas entre el 1 de marzo y el 30 de junio de 2017.

En la investigación también se empleará la técnica de análisis bibliográfico documental, para lo cual se incluyeron libros, manuales, folletos, tesis, artículos científicos, publicaciones periódicas, publicaciones seriadas, informes de organismos oficiales y no gubernamentales.

6. Resultados

El diagnóstico de la netnografía realizado en esta investigación se situó sobre dos pilares: las hipermediaciones sociales y las hipermediaciones de consumo, pero para lograr una mayor precisión en el caso de las hipermediaciones de consumo se midió la regularidad de las publicaciones y las plataformas desde las que se publicaba, es decir, si se trató de una app móvil o desde un computador. El tipo de teléfono que tienen los sujetos de estudio y qué teléfono quisieran tener y por qué.

En las hipermediaciones sociales se hizo un análisis del discurso visual, es decir, los planos de las fotos y sus características. En este sentido, se determinó que los selfies son el tipo de fotografía que prima en los muros. También se determinaron las expresiones emotivas, si se generaba un debate de ideologías, los temas más recurrentes en el muro y quienes eran las personas que más retroalimentaciones generaban en las cuentas de cada uno de los involucrados en la red social.

Otro factor que se analizó, más allá de la fotografía como tal, fue la intencionalidad de los mensajes, es decir, qué querían transmitir a propósito de las frecuentes imágenes propias que se encontraban cada día en el muro. En este punto del estudio se establecerá una conexión entre la exaltación del yo positivo, desde los selfies y el discurso que se emplea en las redes sociales, es decir, hasta qué punto las situaciones polémicas tienen cabida en los muros de los sujetos de estudio. De esta manera, se establecerá los pilares que sustentan la exaltación del yo positivo en el grupo que es estudiado en la netnografía.

6.1. Diagnóstico de las hipermediaciones sociales

La influencia del entorno social sobre las publicaciones de los jóvenes es determinante para que ellos decidan publicar determinado contenido en su perfil de Facebook. La netnografía permitió develar qué factores, como los lincamientos políticos del grupo al que pertenecen los estudiantes universitarios, va a determinar su simpatía. Sin que esto se trate solo de la política nacional, sino también de la política universitaria.

En este caso, solo tres miembros de la netnografía publicaron contenidos políticos, en los que demostraban abiertamente su simpatía y antipatía por determinados candidatos en la elección de presidenciables de Ecuador. Este grupo estaba integrado por Keylla S., Fernando I. y Nubia S. Pero cuando se trata de política universitaria, los estudiantes son cautos. Por ejemplo, los alumnos de la Universidad de Guayaquil, IES pública, no lo hacen. De igual manera, los alumnos de las universidades privadas Casa Grande y Católica se eximen de ello. Sólo una estudiante de ESPOL, mostró el último día de campaña su apoyo a una línea política universitaria determinada.

La etnografía se realizó a un grupo heterogéneo, porque si bien está dividido en 4 hombres y 4 mujeres, en el grupo hay una diversidad de situaciones económicas. Seis de los participantes pertenecen a la clase media de Guayaquil; dos estudiantes, que son la muestra de la Universidad de Guayaquil, son estudiantes pertenecientes a una clase económica de escasos recursos. Uno de ellos, Fernando I. tiene que trabajar en un centro servicio de atención al cliente vía telefónica; mientras que Thiago Zam, no trabaja temporalmente. También está Keylla que no trabaja y vive de lo que le envían sus padres.

El relato que los jóvenes registran en las redes sociales digitales es una narrativa transmedia construida intrínsecamente y como principal característica, se construyen pensando en un target (Ulloa, 2018). Porque en cada red social tienen un público cautivo. En Facebook está la familia y en las otras redes sociales están sus amigos y ante ellos muestran una imagen distinta. El tema principal de sus relatos transmedia es proyectar su imagen, una idealización de su yo positivo.

Los condicionamientos sociales y sobre la imagen que proyectan son componentes determinantes en la construcción del mensaje. En este sentido, los selfies (fotografías tomadas a sí mismo) son parte de los símbolos propios de los jóvenes de la muestra. Estefanía Ocampo, Nubia Sandoval y Keylla Sig-Tu saben que sus rostros son lo que más interés genera entre sus seguidores, por eso siguen publicando primeros planos de sus rostros.

También lo son el hecho de expresar sus sentimientos a través de los formatos que provee la red social digital Facebook y no con palabras como lo haría en un discurso oral el migrante digital. Cada uno de estos elementos, que para los migrantes digitales son símbolos, para los sujetos de la muestra son parte de los signos de su lenguaje, porque tienen un significante y significado, forman parte de las narrativas transmedia que los jóvenes ejercen en su ecología de medios, en la que también ejercen las hipermediaciones sociales y las de consumo; y a las cuales se suman elementos como el idioma, la sociedad y el espectáculo o elementos aspiracionales que juegan un rol determinante en las prácticas comunicativas que ejercen los jóvenes en su ecología de medios. Una ecología de medios que, si bien es la pieza fundamental de este estudio, pero que es uno de los elementos que conforman el entorno mediático de los sujetos de estudio y de la generación de nativos digitales.

De esta forma, siete de los ocho jóvenes de la muestra se apegan a la cultura de masas, ya no solo como consumidores, sino que imitan a sus ídolos y actúan como esas estrellas comercializadas que invaden el mundo del espectáculo, especialmente norteamericano (Ulloa, 2018)

La polémica en los perfiles de redes sociales de los integrantes de la netnografía transita por temas ajenos a la política. Estas temáticas van de la mano de la orientación sexual y de sus posturas frente a temas como el matrimonio igualitario y la adopción de niños por parejas del mismo sexo. Temas muy populares en las redes sociales, y aceptados por la mayoría de los nativos digitales. Esos temas disparan los comentarios polémicos en los perfiles de los sujetos de estudios. Sobre los comentarios más polémicos cae el castigo. Y como si se tratara de una republiqueta, el dueño del perfil decide la eliminación del sujeto polémico, que se logra bloqueando a los usuarios.

Thiago fue el único integrante que formó parte de la netnografía que señaló que sube contenido polémico, porque hace referencia a la homosexualidad, que es abiertamente su orientación sexual (S. Zambrano, comunicación personal, 5 de agosto de 2017). Por su parte, Nubia defiende los matrimonios entre personas del mismo sexo y que ellos adopten niños. Pese a su apoyo al grupo LGBTI, los sujetos estudiados tienen mucho cuidado con su imagen. Parte de ello incluye a qué le dan like, a quienes siguen y qué comparten en sus muros.

6.2. Diagnóstico de hipermediaciones de consumo

La conectividad es uno de los factores más notorios al medir las hipermediaciones de consumo, que está regida por los factores técnicos que van a permitir o no la comunicación de los sujetos de estudio a través de los medios digitales. En la netnografía se determinó que siete participantes de este ejercicio metodológico cuentan con su propio plan de datos, es decir, que permanentemente están conectados a Internet desde sus teléfonos inteligentes. Sin embargo, todos tienen un plan de datos limitado, con apenas 1 000 megas, por lo tanto, tienen mucho cuidado de no subir material que demande un alto tráfico de datos, porque su prioridad es poderse conectar a Internet siempre, aún por encima de publicar. Entonces, priorizan el contenido mediático de sus publicaciones frente a los mensajes, como imágenes y videos que demanden una cantidad de datos que ponga en riesgo su conectividad. Solo uno de los sujetos estudiados no tiene plan de datos, Colón A. paga un plan de datos cuando requiere conectarse o se conecta desde el wifi de la universidad o de su casa. Pero, pese a ello hace publicaciones diarias en su muro de Facebook y en sus otras redes sociales.

En este sentido, las mujeres que formaron parte del grupo de estudio suben sus fotografías desde un espacio físico que tenga una conexión wifi. Asimismo, para las fotos y videos que se suben en la red social toman varios momentos para asegurarse de que se ven bien en esas imágenes. Luego de esta aprobación propia suben los contenidos gráficos. El grupo de las mujeres es el que más sube imágenes en sus cuentas de Facebook y constituyen también las que tienen una mayor demanda de datos. En este caso, se ha determinado en la netnografía, que este grupo sube sus fotografías propias, en la mañana antes de las 08:00, o en la noche bordeando las 22:00, prevaleciendo más el horario nocturno.

La dinámica de los elementos gráficos es similar con los sujetos de estudio de género masculino. Ellos prefieren subir este tipo de contenidos desde su casa. La diferencia es que el horario de la mañana no resulta ser una opción para este grupo. Otra diferencia es que publican mayormente signos paralingüísticos como los memes y los gif. Ellos, al igual que sus compañeras, prefieren utilizar sus smartphones porque la prioridad es su movilidad (ver Figura 1).

Los sujetos de estudio de la netnografía, al igual que los 595 encuestados en las 4 universidades de Guayaquil escogidas para esta investigación, coincidieron en decir que no utilizan computadoras de escritorio porque consideran que el teléfono es más fácil de usar y tienen más privacidad. Además, todos utilizan modelos de teléfonos inteligentes de gama alta táctil. Dos de las estudiantes que son sujeto de estudio tienen cada una un iPhone 6S Plus: Sig-Tu y Ocampo, ambas estudiantes de ESPOL. Los demás tienen teléfonos móviles marca Samsung de gama alta que les permiten hacer transmisiones en vivo de videos a través de Facebook Live o videoconferencia en cualquier aplicación. Es decir, que permite que naveguen con una velocidad 4G, que es mayor a la velocidad que ofrecen las operadoras de telefonía móvil en el país. La red que utilizan les permite navegar en Facebook y enviar mensajes ilimitados por Whatsapp. Todos coinciden en decir que el plan sí los limita a ver videos en YouTube porque la aplicación consume sus planes de datos al punto de quedarse sin acceso a Internet hasta que paguen un costo adicional.

7. Discusión y Conclusiones

Las prácticas comunicativas de los jóvenes en las redes sociales digitales, pero especialmente en Facebook, están reguladas por las hipermediaciones sociales y las hipermediaciones de consumo. La primera regula los lineamientos sociales que deben cumplir los jóvenes y que van a depender del público objetivo al que dirijan sus publicaciones. Estos grupos son distintos en las diversas redes sociales. Dentro de las hipermediaciones sociales también se produce una trama de reenvío e hibridaciones de productos comunicativos que van a depender de los aspectos de seguridad para protegerse de la delincuencia en espacios físicos mientras están conectados.

Por otro lado, las hipermediaciones de consumo estudian la transmedialidad del mensaje y características técnicas o referentes a la infraestructura de conectividad a la que acceden los sujetos de estudio. Se propone un estudio teórico metodológico en el que claramente se parte de las hipermediaciones de consumo para analizar los factores que van a mediar la comunicación en las redes sociales en Internet que utilizan los sujetos de estudio, pero principalmente desde Facebook.

En el estudio se propone analizar, además, los factores que destacan en la construcción del mensaje, es entonces cuando se analiza la intencionalidad de los mensajes que existe por parte de los sujetos de investigación y en los que se enfatiza la sobre exaltación del yo positivo con una clara intención narcisista, especialmente marcada en los sujetos estudiados de género femenino. Mientras que los sujetos de estudio de género masculino incurren en este comportamiento con menos frecuencia. Los hombres que han formado parte del estudio utilizan la red social digital Facebook para enterarse de las novedades de sus contactos, acontecidas en las últimas horas.

Los sujetos de investigación cumplen con los 5 momentos de la comunicación online al momento de ejecutar sus prácticas comunicativas. El primer momento ocurre al publicar sus selfies existe una intensión de comunicar; el segundo momento consiste en que, luego del intercambio de señales, que está basado en la publicación de la foto, hay una señal a la que se suma otra, que es el mensaje o la retroalimentación del contacto en la red social, cuando aprueba con un símbolo, que es un like, el mensaje del prosumidor; el tercer momento se suscita en la práctica comunicativa, cuando se produce una retroalimentación que está basada en una respuesta del dueño del perfil. Esta propuesta generalmente es un signo, determinado por un recurso paralingüístico de Facebook, que son los likes, adoro, me divierte y me enoja. El cuarto momento de la práctica comunicativa se genera cuando hay un acuerdo tácito de mantener el contacto. Eso se produce cuando el usuario continúa después de su publicación siendo parte del capital social del prosumidor. Y, finalmente, el quinto momento es un proceso que consiste en una serie de interacciones que tienen los usuarios en el contacto de su amigo. Esa serie de contactos que van a tener en el futuro está estimulada por el dueño del perfil cuando publica contenidos que gustan a sus usuarios. Esto se mide por el número de reacciones que tienen los posts.

La teoría de las hipermediaciones resulta amplia para el presente estudio y por ello como parte de los aportes del estudio se plantearon dos nuevas subcategorías de estudio: las hipermediaciones sociales y las hipermediaciones de consumo. Se determinó que era necesario este aporte porque de esta manera se puede analizar situaciones específicas y necesarias que forman parte de esta investigación. En este sentido, las hipermediaciones sociales estudian los factores sociales que ejercen sobre los jóvenes a la hora de comunicarse en las redes sociales digitales, cómo regulan la comunicación del grupo de estudio, la seguridad física del sitio que se conectan, su estrato socioeconómico y su entorno sociocultural. Mientras que las hipermediaciones de consumo estudian de qué manera los sujetos de estudio priorizan los mensajes o publicaciones ante el límite de datos que tienen a causa del servicio de Internet limitado que han contratado; también el tipo de dispositivo electrónico que prefieren los sujetos de estudio, que en este caso son sus smartphones; la infraestructura de conectividad a la que los sujetos investigados pueden acceder; y la interfaz o funcionalidades de las app de las redes sociales digitales que en este caso es Facebook.

Las formas en las que se ejercen las hipermediaciones entre los miembros del grupo de estudio son diferentes, pese a pertenecer al mismo etario. Una de las diferencias más notorias está marcada entre los individuos de sexo femenino versus los de género masculino. Las mujeres priorizan en la exaltación de su yo positivo, su apariencia física, para ello utilizan fotos o videos en los que priorizan su imagen. En dichas fotografías o videos ninguno de los miembros del grupo de estudio se muestra vulnerable o en una situación de desventaja. Por su parte, los hombres que han sido sujeto de nuestro estudio generalmente usan sus cuentas para compartir opiniones o novedades de la ciudad o el país, pero también lo utilizan para ver las publicaciones más recientes de sus contactos.

Asimismo, las hipermediaciones de consumo son diferentes. El nivel socioeconómico es determinante para ello. Todos los jóvenes tienen plan de datos limitado, por ello, son cautos en no publicar cuando están conectados a sus datos videos o fotos propias, porque priorizan el hecho de tener accesibilidad a Internet. Esto ha generado que los sujetos de estudio prefieran llegar a casa, en la noche para poder colgar sus contenidos multimedia en sus perfiles. Hay un espacio de tiempo entre las 08:00 y las 09:00, que generalmente es ocupado para subir contenido desde los puntos wifi, para publicar contenido multimedia. En el transcurso del día, los usuarios estudiados prefieren responder a comentarios o publicaciones de sus contactos o replicar en sus muros publicaciones que les ha llamado la atención. También se nota una mayor presencia en la mañana en las redes sociales digitales de los jóvenes que no trabajan. Los que tienen que trabajar tienen un mayor tráfico de publicaciones propias en su muro desde la noche, cuando están en casa. Los sujetos de estudio utilizan las redes sociales digitales como un altavoz para potenciar su yo positivo. Esta acción constituye una forma de suplir necesidades sociales, que involucran maneras de comunicarse o de cómo ser aceptados por los demás. Esas necesidades incluso llegan a ser psicológicas, porque logran la aceptación de su conglomerado, compuesto por su capital social o por sus contactos. De esta manera, los jóvenes no perciben una diferenciación entre la comunicación interpersonal y la dinámica comunicativa que ejercen en Facebook. Los jóvenes universitarios de Guayaquil dividen sus vidas entre la red social y el mundo real, pero no notan la división entre los dos escenarios: para ellos es el mismo contexto.