“Unforgettable”, el grandioso tema de Nat King Cole convertido en leyenda al cantarlo a dúo con su hija Natalie Cole (gracias a una técnica pionera en 1991), 26 años después de su muerte
Natalie Cole nació en 1950, un año antes de que su padre Nat King Cole se consagrara definitivamente como uno de los grandes del jazz con “Unforgettable”.
La niña creció en el seno de la realeza del jazz, con su padre en la cumbre y su madre, Maria Hawkins Cole, como voz de Duke Ellington.
A los seis años grabó con su padre un álbum de canciones navideñas y cuando, a los 15 años, su padre falleció de cáncer Natalie recibió uno de sus más duros golpes.
Con solo 25 años le llegó su primer gran éxito con el single “This Will Be (An Everlasting Love)”, que en 1975 fue éxito de ventas, le procuró dos Grammy y la convirtió en referente del R&B.
Desde la desaparición de su padre se había negado a cantar sus temas. Hasta que lo revivió en 1991 con el álbum de versiones “Unforgettable … With Love”, que se encumbró con seis Grammy y vendió 14 millones de copias en todo el mundo.
Ese éxito la redimió de una juventud marcada por la adicción por la heroína hasta los ochenta, de la que se recuperó, pero que le dejó secuelas en su salud.
En 2008 fue diagnosticada con hepatitis C y un año después tuvo que someterse a un trasplante de riñón, que la debilitó para siempre.
Cole se había visto obligada a cancelar varios conciertos por problemas de salud y tuvo que ser ingresada de nuevo en plenas festividades de navidad.
Natalie falleció a los 65 años el día de Nochevieja en Los Ángeles (EE.UU.) a causa de complicaciones cardiacas.
Pero ha psado a la historia de la musica porque hay duetos que trascienden al paso del tiempo y se vuelven inolvidables, como es el caso de “Unforgettable”. Una canción compuesta en 1951 por Irving Gordon, y que en un primer momento se iba a llamar “Uncomparable”, pero la compañía de discos solicitó el cambio del nombre para así quedar reflejado definitivamente por el que todos conocemos.
La popularizó Nat king Cole pero en nuestra cabeza siempre aparecerá ese “dueto virtual” que protagonizó varias décadas después de su muerte con su hija, Natalie Cole.
La técnica lo hizo posible y unió a padre e hija más allá del tiempo y del espacio creando un momento inolvidable en 1991.
Nostalgia, delicadeza, cariño y ternura juntos de la mano en un dueto que ganó varios premios Grammy, perpetuando uno de los más deliciosos duetos de la historia.
Inolvidable…