Dirección: Rebecca Miller.
Intérpretes: Greta Gerwig, Ethan Hawke, Julianne Moore, Travis Fimmel.
Película basada en un relato de Karen Rinaldi. Con guión de Rebecca Miller (“Intimidades”, “La Vida Privada De Pippa Lee”).
Sinopsis
Nueva York.
Maggie Hardin (Greta Gerwig), incapaz de encontrar el amor a sus treinta y tantos años, decide ser madre sin pareja.
Todo cambia cuando se enamora de John Harding (Ethan Hawke), un antropólogo casado con una brillante académica danesa llamada Georgette Norgaard (Julianne Moore).
Crítica
Rebecca Miller, mujer de Daniel Day-Lewis e hija de Arthur Miller, dirigió esta comedia dramática urbana, de ambiente neoyorquino, al estilo de Woody Allen.
Maggie, interpretada por Greta Gerwig, es la protagonista inmadura, torpe, cordial, singular, en ocasiones con movimientos que recuerdan a Jacques Tati. No deja de ser, como casi todos los protagonistas, egoísta, en cierto modo impulsiva, con vaivenes.
Es una película muy bien interpretada, en especial Gerwig, que utiliza personajes en contrapunto dentro de un triángulo amoroso. La historia se puede dividir en dos partes. La primera es como un “chick lit”, una comedia romántica con un personaje femenino en crisis que no se estabiliza en el amor y busca una salida a sus deseos de ser madre. En este tramo hay buenos diálogos y se narran las acciones con ritmo.
La segunda parte adopta un tono más dramático, decae el ritmo y se centra más en el triángulo amoroso, con Greta perdiendo fuerza en una historia que se espesa con reiteraciones y un enredo anodino y arbitrario terminado con un giro final simpático y abierto. No es nada del otro mundo, pero se deja ver.
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