Frank Abagnale Jr., el hábil estafador que se convirtió en agente del FBI

Septiembre de 1969. La policía de Montpellier tomó bajo arresto a un ciudadano estadounidense que había robado un automóvil. Sus delitos no eran considerados especialmente graves y su proceso no fue diferente al que ofrecieron a otros criminales de la época. Sin embargo, el hombre capturado por la policía francesa no era un criminal cualquiera. Era Frank Abagnale Jr., un hábil estafador que había volado a Europa para escapar de las autoridades de su país. Tras las rejas de la prisión Perpignan estaba “uno de los hombres más buscados de los Estados Unidos”. O al menos eso decía ser.

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Años después, Abagnale Jr. se volvió una celebridad. Los medios y el público querían saber todo sobre el hombre que había engañado al mundo entero. El falso piloto que logró viajar por el mundo sin que nadie supusiera su inexperiencia, el fraudulento estudiante que había pasado el examen de la Barra de Abogados sin estudiar demasiado, el doctor espurio que había conquistado a sus supuestos colegas; el estafador cuyos métodos eran tan efectivos que el FBI lo había contratado como asesor y, luego, como agente. Pero, ¿qué tanto había de cierto en la historia del originario de Nueva York?

¿Quién fue Frank Abagnale Jr.?

Nacido el 27 de abril de 1948 en el barrio del Bronx, Frank William Abagnale Jr. inició su carrera criminal cuando apenas era un adolescente. Según cuenta en su libro de memorias, ‘Catch Me If You Can’, su primera víctima fue su padre, a quien dejó con una multa que superaba los $3 mil dólares. Debido a su falta, Frank fue enviado a un reformatorio.

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A su salida, el joven neoyorquino decidió enlistarse en la Marina de los Estados Unidos. Sin embargo, fue expulsado solo unos meses después de su ingreso. Ya había comenzado a estafar. De acuerdo con documentos oficiales, Abagnale Jr. fue arrestado en al menos tres ocasiones en los días siguientes.

Friendswood Police Department, vía Wikimedia Commons

La primera ocasión, en febrero de 1965, por un robo menor. Un mes después, por utilizar un arma de juguete y una insignia de papel para fingir ser un policía. En junio de ese año, el joven –a quien ya se le había ordenado inscribirse en un instituto psiquiátrico– fue detenido por el FBI tras haber robado un auto a uno de los vecinos de su padre. Durante la investigación descubrieron que Abagnale había pagado su viaje a California con cheques en blanco robados a una familia del Bronx. También había dicho ser un oficial de aduanas.

El piloto, el doctor, el abogado y el agente

Librado de toda pena de sus delitos previos y con solo 17 años cumplidos, Frank Abagnale Jr. se convirtió en piloto aviador. Para ello solo compró un traje de una famosa compañía aeronáutica y dijo haberse graduado de la escuela de pilotos de American Airlines. Eso fue todo lo que necesitó para volar miles de millas en cabinas de empresas como TWA, Delta y Pan Am.

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Para 1968, Abagnale ya había establecido su mentira como un modo de vida. Además de su exitosa carrera como falso piloto, Frank fingió ser doctor en un hospital de Georgia, un abogado asistente del fiscal general del estado de Louisiana y un profesor de Sociología en una prestigiosa escuela. Su posición dentro de los círculos más exclusivos de Baton Rouge garantizó sortear cualquier sospecha de mentira.

CBS, vía YouTube

Al menos hasta finales de la década, cuando fue detenido y condenado a 12 años de libertad provisional por haber robado cheques a la familia que lo había acogido en Louisiana. Cuando la policía lo buscó, Abagnale Jr. ya había escapado a Europa.

¿Qué pasó con Frank Abagnale Jr.?

1969. Las autoridades francesas recibieron una petición de extradición por un criminal que tenían en la prisión de Perpignan, en Montpellier. Al hombre, que habían detenido por robar un auto, se le buscaba en Suecia por haber defraudado a dos familias de Klippan. Lo trasladaron a la cárcel de Malmö, donde cumplió dos meses de condena. Después lo deportaron a los Estados Unidos. Era Frank Abagnale Jr.

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El haber sido arrestado no cambió el modus vivendi del todavía joven estafador. Entre 1970 y 1977 siguió usando cheques falsos o robados, usurpando profesiones que no podía ostentar y engañando a incautos con sus tramas y técnicas. A pesar de que las penas se acumulaban en su historial, nada ni nadie pudo hacer que Abagnale Jr. dejara de mentir.

Tras su aparición en el programa ‘To Tell the Truth’, Frank fue víctima de su propia fama. Su carrera como criminal terminó, pero inició su faceta como celebridad. Dio conferencias, participó en shows de televisión, ofreció entrevistas e incluso escribió un libro donde narró todas sus aventuras criminales. Se casó, tuvo una familia, abrió una empresa de consultoría y sumó su último gran mérito: ayudar al FBI a identificar a otros estafadores. O eso nos hizo creer.

Atrápame si puedes… ¿una historia real?

La publicación de ‘Catch Me If You Can’ atrajo la atención de millones de personas. El bestseller, inspiración para la película homónima dirigida por Steven Spielberg y protagonizada por Tom Hanks y Leonardo DiCaprio, retrata una historia real imposible. De hecho, cualquiera que la leyera podría creer que era una fascinante trama ficticia. Un engaño sustentado en el engaño. Y así fue.

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Recientemente, periodistas e investigadores han puesto en duda todo lo que Abagnale Jr. confesó ser o haber hecho. La veracidad de su biografía fue materia de discusión. Sus historias –fingir ser piloto por volar sin mayores problemas, trabajar en una oficina gubernamental legal o servir al FBI– fueron refutadas por quienes dedicaron a seguir cada uno de sus dichos. Encontraron huecos, falacias notables y testimonios de personas que podrían haber corroborado los dichos de Frank.

Frank Abagnale Jr., Leonardo DiCaprio y Tom Hanks en la premiere de la película ‘Catch Me If You Can’ en 2003- Getty Images

No había registros de sus fechorías, tampoco de sus buenas acciones. Su historial amoroso o escolar era tan falso como su facilidad para evitar la cárcel –al grado de escapar de las manos de agentes federales por el escusado de un avión– o su inteligencia por arriba del promedio. Frank Abagnale Jr. era un mentiroso y un estafador que había engañado al mundo entero, incluso en los momentos en los que decía estar siendo honesto. Atrapado.

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