El Cuervo y la Jarra | Fábula de Esopo

El cuervo y la jarra | Fábula de Esopo

Un cuervo se acercó, medio muerto de sed, a una jarra que creyó llena de agua; mas, al introducir su pico por la boca de la vasija, se encontró con que sólo quedaba un poco de agua en el fondo y que no podía alcanzar a beberla, por mucho que se esforzaba.

Hizo varios intentos, luchó, batalló, pero todo fue inútil.

Se le ocurrió entonces inclinar la jarra, probó una y otra vez, pero al fin, desesperado, tuvo que desistir de su intento.

¿Tendría que resignarse a morir de sed? De pronto, tuvo una idea y se apresuró a llevarla a la práctica.

Cogió una piedrecilla y la dejó caer en el fondo de la jarra; cogió luego una segunda piedrecilla y la dejó caer en el fondo de la jarra; cogió otra piedrecilla y la dejó caer en el fondo de la jarra; cogió otra piedrecilla y la dejó caer en el fondo de la jarra; cogió otra piedrecilla y la dejó caer en el fondo de la jarra… hasta que, ¡por fin!, vio subir el agua.

Entonces, llenó el fondo con unas cuantas piedrecillas más y de esta manera pudo satisfacer su sed y salvar su vida.