Máscara de Tutankamón - La Cámara del Arte

Máscara de Tutankamón

Ficha técnica

Título: Máscara de Tutankamón
Autor: Desconocido
Cronología: Dinastía XVIII (1334-1325 a.C.)
Estilo: Arte egipcio
Materiales: Oro y piedras preciosas
Ubicación: Museo de El Cairo, Egipto
Dimensiones: 54 × 39,3 × 49 cm

COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE LA MÁSCARA DE TUTANKAMÓN

ANÁLISIS FORMAL

Nebjeperura Tutanjamón, más conocido como Tutankamón cuyo significado es «imagen viva de Amón«, fue uno de los faraones más importantes de todo el arte egipcio. Este faraón gobernó durante la dinastía XVIII de Egipto.

Fue tras su muerte cuando unos orfebres egipcios elaboraron esta máscara funeraria para que formase parte del ajuar funerario del faraón. La tumba de Tutankamón se encontraba en la necrópolis egipcia del Valle de los Reyes y fue descubierta en 1922 por el arqueólogo Howard Carter.

ANÁLISIS ICONOGRÁFICO

Máscara de Tutankamón
Máscara de Tutankamón

Si en el ajuar funerario de Tutankamón hay un elemento conocido, éste es, sin duda, su máscara funeraria. Por algún motivo, esta representación del rostro del monarca ha calado profundamente en el imaginario colectivo, quizá porque nos permite poner rostro a las tremendas riquezas enterradas con él.

Su confección supuso toda una demostración de saber artesano. La Máscara de Tutankamón, con una altura de algo más de medio metro, hecha a partir de dos hojas de oro que pesan diez kilos, trabajadas a martillazos y decorada después con incrustaciones de lapislázuli, ésta es una de las creaciones del arte faraónico más logradas.

La Máscara de Tutankamón representa al faraón con el nemes (el pañuelo rayado), que cae por la espalda formando una pesada coleta con los extremos del pañuelo.

En la frente lleva una cobra y un buitre, las diosas protectoras del Bajo y el Alto Egipto respectivamente; además, de adornarse con la barba trenzada, el faraón lleva las orejas agujereadas para colgarse pendientes.

Los ojos, maquillados con lapislázuli, son una incrustación de cuarzo y obsidiana, y quizá sean el rasgo que más humanidad le otorga a la máscara.




Tutankamón era yerno del faraón Akenatón, denominado el «faraón hereje» por haber impulsado el culto al dios solar Atón con carácter monoteísta, quien murió sin dejar hijos varones.

Por este motivo le sucedieron sus yernos, Semenkera y Tutankamón, hermanos. El faraón murió de manera misteriosa a la edad de 18 años, y fue sustituido por Ay, un alto funcionario de la corte de Akenatón.

Cuando Howard Carter descubrió la tumba, quedó impresionado por el tesoro incalculable que contenía. los objetos del ajuar funerario se encontraban en cuatro cámaras.

Las paredes de la sala funeraria donde se encontraba la momia estaba adornada con una serie de escenas alusivas a la ceremonia de la apertura de la boca. Según los egipcios, el aliento designado Ka volvía a introducirse en el cuerpo para insuflarle vida, esta vez, con carácter eterno.

Los orfebres egipcios eligieron el oro para realizar esta máscara porque se pensaba que el oro era la carne de los dioses. Sobre el oro, colocaron una multitud de diversas piedras preciosas como la turquesa, lapislázuli, cornelia, obsidiana, cuarzo… 

Esta máscara se encuentra en cierto modo en muy buenas condiciones, a pesar de que tiene más de tres mil años de antigüedad. Algunas de las incrustaciones que conforman el «klaft» y el collar, ya no están presentes y en otras se observan grietas.

LA TUMBA DE TUTANKAMÓN

Los primeros pasos de Howard Carter en el mundo de la arqueología se remontan a una excavación dirigida por Flinders Petrie. Tras trabajar en otras excavaciones, al cabo de 9 años entró en el Servicio de Antigüedades, primero como jefe de inspectores del Alto Egipto y luego del Bajo Egipto.

Máscara de Tutankamón
Howard Carter descubriendo la tumba de Tutankamón

En este último puesto, en 1905, un problema con un grupo de turistas franceses borrachos le obligó a dimitir ante su negativa a disculparse. Se asentó entonces en Luxor, donde sobrevivió vendiendo sus dibujo y pinturas a los turistas y ejerciendo como intermediario en algunas transacciones con antigüedades.

Apenas dos años después, Carter conoció a Lord Carnarvon, que lo contrató como su arqueólogo personal para las excavaciones que quería realizar en Egipto.

Aquel fue el comienzo de una relación que proporcionaría al mundo uno de los mayores descubrimientos arqueológicos jamás realizados.

A pesar de haber hecho hallazgos notables pero poco llamativos, en 1921 Los Carnarvon estaba decidido a dejar de sufragar las excavaciones de Carter. No obstante, éste consiguió convencerle para que financiara una última campaña antes de abandonar la arqueología.

Los sueños de Carnarvon y Carter se hicieron realidad el 4 de octubre de 1922, cuando bajo las chozas de los trabajadores que habían excavado la tumba de Ramsés VI, Carter encontró unos escalones que le condujeron a un acceso tapiado que tenía el sello de la necrópolis.

OBJETOS ENTERRADOS JUNTO A TUTANKAMÓN

Entre los miles de objetos del ajuar funerario del joven faraón podemos encontrar objetos muy diversos, desde su ropa interior hasta piezas tan elaboradas como seis carros de combate, o el cayado y el flagelo, atributos del faraón. Gracias a que este tesoro no se repartió entre sus excavadores, hoy se exhibe competo en el Museo Egipcio de El Cairo.

Tumba de Tutankamón

Collar ancho: Es uno de los adornos más habituales de los personajes relevantes. El de Tutankamón está formado por una combinación de piedras semipreciosas de varios colores. La principal característica de estos collares es que resultan tan pesados que han de llevarse con un contrapeso a la espalda.

Máscara de Tutankamón
Collar ancho

Pectoral con el nombre del rey: A los egipcios les encantaban los juegos de palabras, y para dar más valor a lo escrito, recurrían a la criptografía. Es lo que sucede en este pectoral, donde aparece uno de los nombres del rey, Nejeperure, escrito recurriendo a jeroglíficos que sustituyen a los habituales y que sólo pueden ser leídos por alguien muy experto.

Pectoral con el nombre del rey

Placa de oro calado: Tutankamón montando en su carro mantiene a raya a las fuerzas del caos, los enemigos de Egipto, tras los cuales corre y a los que también aplasta mientras camina: dos diosas aladas lo protegen del mal. No se sabe si la placa era un adorno o una hebilla y se desconoce en qué lugar de la tumba fue encontrada.

COFRES DE ORO PARA LAS VÍSCERAS

Para momificar los cuerpos se extraían algunos órganos internos, que se momificaban por separado y se guardaban en los vasos canopos. Cada uno de estos vasos estaba protegido por uno de los 4 hijos de Horus: Qebehsenuef, con cabeza de halcón, para los intestinos; Duamutef, con cabeza de chacal, para el estómago; Amset, con cabeza humana, para el hígado, y Hapy, con cabeza de babuino, para los pulmones.

Las vísceras de Tutankamón fueron depositadas en unos pequeños ataúdes metálicos que, a su vez, estaban dentro de los huecos cilíndricos de una caja de alabastro egipcio: cada uno de ellos tenía una tapa en forma de cabeza humana.

Una diosa diferente se abrazaba a cada esquina protegiendo a cada hijo de Horus y su víscera. Situada sobre un trineo, este cofre de alabastro se cubrió después con una tela de lino y fue introducida dentro de una capilla de madera dorada coronado por un friso de cobras.

LA SEPULTURA DE TUTANKAMÓN

Máscara de Tutankamón
Tumba de Tutankamón

ANEXO: En su interior se hallaron gran cantidad de objetos, muchos fragmentados: vasos, muebles, armas…, destinados en origen a otras estancias. Ejerció la función de almacén de aceites, ungüentos, comida y vino. Aquí entraron los ladrones dos veces.

ANTECÁMARA: Aquí se depositó, sobre todo, gran parte del mobiliario del rey: lechos rituales, tronos, vasos de alabastro, carros y armas. Cofres y arquetas contenían joyas, sandalias, vestidos, telas de lino, abanicos, trompetas de bronce… En la pared norte, dos figuras custodiaban la entrada a la cámara sepulcral.

CÁMARA DEL TESORO: Carter le dio este nombre por las piezas aquí depositadas. También se le llama «cámara de los vasos canopos», ya que el elemento más significativo era el conjunto monumental donde reposaban las vísceras del rey. En esta estancia se hallaban los objetos más sagrados y valiosos del culto funerario.

CÁMARA FUNERARIA: El extremo norte de la antecámara estaba cerrado por una pared enyesada y sellada. Al otro lado se encontraba la cámara funeraria del rey, la única estancia decorada con pinturas. Mide 6,37m. x 4,02m., y tiene una altura de unos 3,65m. Una puerta abierta en la pared este daba acceso a la cámara del tesoro.

OTROS DATOS DE INTERÉS

Barba de Tutankamón

En agosto de 2014, ocho empleados museográficos egipcios serán enjuiciados por dañar la barba de la máscara de Tutankamón. La barba fue desprendida de la máscara y adherida nuevamente con pegamento epóxico.

Pero a finales de 2015, un equipo de expertos reparó la barba correctamente, retirando la sustancia epóxica y utilizando cera de abeja para fijarla otra vez.

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