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Arrogancia con estilo
Se convirtió en una celebridad en su país, Gran Bretaña, en 1995, a raíz de una serie de televisión que supuso todo un fenómeno de masas. Ha tardado un poco más en darse a conocer en el resto del mundo, donde empezó a llamar la atención en 2001, con El diario de Bridget Jones.
Y aunque varias de sus películas han arrasado en las taquillas, su trabajo ha quedado un tanto eclipsado por las estrellas que le acompañan habitualmente en el reparto de sus filmes. Derrocha talento y clase a raudales, la expresividad de su mirada llama la atención y su fuerza interpretativa le hacen un digno heredero de la prestigiosa escuela de intérpretes británicos. Pero su mayor virtud reside en su impresionante voz, que hace imprescindible ver sus trabajos en versión original.
Hijo de un matrimonio de maestros (su padre se dedicaba a la historia y su madre a la religión), Colin Firth nació el 10 de septiembre de 1960, en Grayshott, un pueblecito de Hampshire (Gran Bretaña). Muy pronto, la familia se traslada a Nigeria, donde su abuelo paterno, de confesión metodista, ejercía como misionero. Le picó el gusanillo de la interpretación cuando tenía unos doce años, y la familia había regresado a Inglaterra. Arrasa en las funciones escolares, y decide estudiar arte dramático en Londres. Antes de terminar el último año, ya le habían escogido para debutar en el West End, la zona de la primera división del teatro de la capital británica, con Otro país. Cuando terminaron las representaciones también le ofrecieron un papel en la adaptación cinematográfica de esta misma obra. Pronto interviene también en series de televisión, como "El jardín secreto", y el director Milos Forman le contrata como protagonista de Valmont, su particular adaptación de Las amistades peligrosas. En el rodaje se enamoró de la actriz Meg Tilly, junto a la que decidió refugiarse en los bosques canadienses y abandonar la interpretación durante cinco años.
Tras separarse amistosamente, Firth regresa a la civilización. Será entonces cuando su carrera atraviese su mejor momento, al contratarle la BBC como protagonista de una exhaustiva adaptación de Orgullo y prejuicio, la novela de Jane Austen. Su interpretación del arrogante caballero Fitzwilliam Darcy le convirtió en el orgullo nacional. Fue aclamado por los cronistas, y supuso todo un fenómeno en Inglaterra, donde aún se recuerda la “darcymanía”, sólo comparable a la repercusión que tuvo Jeremy Irons con Retorno a Brideshead. Se hablaba mucho de su trabajo, sobre todo entre el público femenino. “Me corté el pelo, para que no me reconocieran. Recuerdo que fui a un restaurante, y al lado mío había gente conversando acerca de Mr. Darcy”, recuerda. Incluso se aludía a su trabajo en el best-seller más vendido de su país a finales del siglo XX, El diario de Bridget Jones.
Tanto éxito propició que le contrataran más en el cine, en cintas que normalmente desperdiciaban su talento. En Círculo de amigos hacía un pequeño papel. En la multipremiada El paciente inglés su intervención sabía a poco; era el marido engañado de Kristin Scott Thomas, mujer que mantenía un apasionado romance con el arqueólogo protagonista. Muy similar era el envidioso Lord Wessex, el hombre con que debía casarse Viola en Shakespeare enamorado. Su mejor trabajo es el que pasó más desapercibido: el típico joven aristócrata, sobrino de los protagonistas de Gente con clase, una joyita que adaptaba una obra de Noel Coward.
En la adaptación de El diario de Bridget Jones, Colin Firth interpretaba curiosamente a Mark Darcy, inspirado en su personaje de Orgullo y prejuicio. Aquí dio la campanada a nivel mundial, en otro personaje arrogante que se peleaba por la histérica protagonista con el cínico personaje de Hugh Grant, al ritmo de It’s Raining Man. A continuación, Firth fue un médico nazi en La solución final, y dió vida a uno de los protagonistas de La importancia de llamarse Ernesto, adaptación de la obra de Oscar Wilde. Todavía estaban por llegar sus mejores trabajos en cine. En La joven de la perla era el genial pintor Johannes Vermeer, que se inspira en una criada para crear una obra maestra. También lograba destacar entre los múltiples personajes de Love Actually, de reparto formado por lo mejor del cine británico, y donde Colin Firth era un escritor enamorado de su criada portuguesa.
Consagrado como estrella, Colin Firth dará que hablar en el futuro. Le veremos como protagonista del thriller Trauma, y retomando su personaje de Darcy en The Edge of Reason, secuela de las peripecias de Bridget Jones. También prepara Nanny McPhee, escrita y protagonizada por Emma Thompson.
Premios
Ganador de 1 premio
- Actor principal El discurso del rey
Nominado a 1 premio
- Actor principal Un hombre soltero
Ganador de 1 premio
- Copa Volpi al mejor actor Un hombre soltero