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Traducción de "menta" en latín

menta, mentha, nepeta son las principales traducciones de "menta" a latín. Ejemplo de frase traducida: El que niegue que con esta industria y ejercicio se aumentan las riquezas de la mente y se desarrollan sus facultades, es necesario que absurdamente pretenda que no conduce al perfeccionamiento del ingenio la distinción de lo verdadero y de lo falso. ↔ Hac vero industria et exercitatione augeri mentis opes et explicari facultates qui neget, ille veri falsique discrimen nihil conducere ad profectum ingenii, absurde contendat necesse est.

menta noun feminine gramática

sufijo que se utiliza para expresar una cantidad molesta o una generosidad sobresaliente [..]

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Diccionario español-latín

  • menta

    noun feminine
  • mentha

    feminine
  • nepeta

    noun Noun
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El que niegue que con esta industria y ejercicio se aumentan las riquezas de la mente y se desarrollan sus facultades, es necesario que absurdamente pretenda que no conduce al perfeccionamiento del ingenio la distinción de lo verdadero y de lo falso.
Hac vero industria et exercitatione augeri mentis opes et explicari facultates qui neget, ille veri falsique discrimen nihil conducere ad profectum ingenii, absurde contendat necesse est.
Ella, en efecto, invita a los hombres a superar las circunstancias presentes y a elevar el corazón y la mente.
Mater Ecclesia enim homines docet, ut se a temporis angustiis et condicionibus abstrahant, ut cogitationes, consilia atque proposita sublime extollant.
Y para que esta Nuestra Exhortación consiga el fin que persigue, una y otra vez os avisamos con estas palabras, que tan oportunas resultan sobre todo al declinar ya el Año Santo: «Renovaos... en el espíritu de vuestra mente y revestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y en la santidad de la verdad» (Ef 4, 23, 24); «sed... imitadores de Dios, como hijos muy predilectos, y caminad en el amor como Cristo nos amó y se dio a sí mismo a Dios como oblación y como hostia» (ibid., 5, 1, 2); «llenaos del Espíritu Santo, hablando entre vosotros con salmos e himnos, con cánticos espirituales, cantando y diciendo salmos en vuestro corazón al Señor» (ibid., 5, 18, 19), «velando con toda perseverancia y orando por todos los santos» (ibid., 6, 18).
Utque paterna haec adhortatio Nostra quod spectat feliciter assequatur, vos etiam atque etiam hisce verbis admonemus, quae hoc Sacro praesertim vertente Anno tam opportuna videntur : « Renovamini . . . spiritu mentis vestrae et induite novum hominem, qui secundum Deum creatus est in iustitia et sanctitate veritatis » (Eph. 4, 23, 24); « estote . . . imitatores Dei, sicut filii carissimi: et ambulate in dilectione sicut et Christus dilexit nos et tradidit semetipsum pro nobis oblationem et hostiam Deo » (Ibid. 5, 1); « implemini Spiritu Sancto, loquentes vobismetipsis in psalmis et hymnis, et in canticis spiritualibus, cantantes et psallentes in cordibus vestris Domino » (Ibid. 5, 18, 19), « vigilantes in omni instantia, et obsecratione pro omnibus sanctis » (Ibid. 6, 18).
¿Qué tienes en mente?
Quid in animo habes?
Descansó al final en lo íntimo del hombre, descansó en su mente y en su pensamiento; en efecto, había creado al hombre dotado de razón, capaz de imitarle, émulo de sus virtudes, anhelante de las gracias celestes.
Fecerat enim hominem rationis capacem, imitatorem sui, virtutum aemulatorem, cupidum caelestium gratiarum.
La verdad es que tal carta advierte claramente cómo los once primeros capítulos del Génesis, aunque propiamente no concuerdan con el método histórico usado por los eximios historiadores grecolatinos y modernos, no obstante pertenecen al género histórico en un sentido verdadero, que los exegetas han de investigar y precisar; los mismos capítulos —lo hace notar la misma carta—, con estilo sencillo y figurado, acomodado a la mente de un pueblo poco culto, contienen ya las verdades principales y fundamentales en que se apoya nuestra propia salvación, ya también una descripción popular del origen del género humano y del pueblo escogido.
45-48). Haec enim Epistula aperte monet undecim priora capita Geneseos, quamvis cum historicae compositionis rationibus proprie non conveniant, quibus eximii rerum gestarum scriptores graeci et latini, vel nostrae aetatis periti usi fuerint, nihilominus quodam vero sensu, exegetis amplius investigando ac determinando, ad genus historiae pertinere; eademque capita, oratione simplici ac figurata mentique populi parum exculti accommodata, tum praecipuas veritates referre, quibus aeterna nostra procuranda salus innititur, tum etiam popularem descriptionem originis generis humani populique electi.
El monje, en efecto, no a pesar del trabajo que realiza, sino precisamente a través de ese trabajo, se une a Dios, porque mientras trabaja "con las manos o con la mente, se dirige siempre continuamente a Cristo" (Pii XII «Fulgens Radiatur»: AAS 39 [1947] 154).
Monachus enim non quamvis opus faciat, sed etiam per ipsum opus Deo coniungitur, quia, “dum manu vel mente operatur, ad Christum continenter se erigit”.
Por una parte trata la cuestión del dualismo entre el cuerpo y la mente.
Et dualismum inter mentem et corpus putat.
Un aspecto distintivo de esta comunión eclesial es la adhesión de mente y de corazón al magisterio de los Obispos, que ha de ser vivida con lealtad y testimoniada con nitidez ante el Pueblo de Dios por parte de todas las personas consagradas, especialmente por aquellas comprometidas en la investigación teológica, en la enseñanza, en publicaciones, en la catequesis y en el uso de los medios de comunicación social[102].
Huius communionis ecclesialis significantior pars est mentis cordisque adhaesio Episcoporum magisterio, quae fideliter cunctis personis consecratis est tenenda atque coram Dei populo perspicue testificanda iis cumprimis qui in theologica inquisitione tradendaque doctria, scriptis edendis, in catechesi atque instrumentis communicationis socialis adhibendis versantur.(
Verdaderamente, en la vida de Santa Catalina y en su obra, tanto literaria como apostólica, aparece claro que Dios realizó con ella cuanto, en cierta ocasión, recordé yo a un grupo de obispos que hacían su visita "ad Limina"; a saber: que el Espíritu Santo se muestra muy activo para iluminar las mentes de los fieles con su verdad e inflamarles los corazones con su amor.
Scilicet si ad vitam industriam Catharinae respiciamus, sive litterariam sive apostolicam, id idem cum illa a Deo factum esse videtur, quod olim nonnullos Episcopos, Petri limine visentes, monuimus, Spiritum Sanctum nempe semper aliquid agere et moliri ad fidelium mentes instinctu suae veritatis illuminandas, eorumque corda suo amore inflammanda.
La primera hace presentes bajo el velo de los signos y operantes de modo misterioso los "misterios más grandes de nuestra redención"; la segunda, con el piadoso afecto de la contemplación, vuelve a evocar los mismos misterios en la mente de quien ora y estimula su voluntad a sacar de ellos normas de vida.
Liturgia efficit, ut sub signorum velamine repraesententur maxima nostrae Redemptionis mysteria, eademque arcana ratione operentur; Rosarium vero, per piam mentis considerationem, haec mysteria in mentem orantis revocat eiusque voluntatem exstimulat ad vivendi normas exinde sumendas.
Es el campo principal donde esta doctrina se lleva a la práctica y donde, en consecuencia, se realiza la renovación de la Iglesia según la mente del mismo Concilio.
Hoc ipsum est praecipuus veluti campus, ubi eadem doctrina in praxim transfertur, et ubi, consequenter, renovatio Ecclesiae secundum mentem eiusdem Concilii peragitur.
Ni faltan libros, los cuales no se avergüenzan de llamarse científicos, pero que en realidad muchas veces no tienen sino cierto barniz de ciencia, con el cual hallan camino para insinuar más fácilmente sus errores en mentes y corazones.
Nec desunt libri, quos scÌentificos praedicare non verentur, sed qui re vera non raro solum quodam scientiae fuco idcirco illiti sunt, quo faciliorem inveniant sese insinuandi viam.
A la injusticia originada por el pecado —que ha penetrado profundamente también en las estructuras del mundo de hoy— y que con frecuencia pone obstáculos a la familia en la plena realización de sí misma y de sus derechos fundamentales, debemos oponernos todos con una conversión de la mente y del corazón, siguiendo a Cristo Crucificado en la renuncia al propio egoísmo: semejante conversión no podrá dejar de ejercer una influencia beneficiosa y renovadora incluso en las estructuras de la sociedad.
Iniustitiae proficiscenti ex peccato, quod etiam in mundi hodierni compagem alte invasit quodque familiam saepius impedit ne in se ipsa suisque iuribus primariis plene perficiatur, omnes resistere mentis animique conversione debemus, Christum crucifixum in amoris proprii negatione sectantes: huiusmodi vero conversio non poterit quin beneficam ac renovantem vim societatis quoque afferat structuris.
Por ello, estamos profundamente convencidos de que el camino hacia la paz verdadera puede ser modelado como modo incomparable en las mentes, en los corazones y en las conciencias, mediante la presencia y el servicio de aquel signo de paz que —por su misma naturaleza— es la Iglesia obediente a Cristo y fiel a su vocación.
Quapropter omnino persuasum est Nobis viam ad veram pacem ducentem recte dirigi posse modo incomparabili in mentibus, in cordibus, in conscientiis hominum per praesentiam et ministerium illius signi pacis quod, ipsa sua natura, est Ecclesia Christo oboediens et constans in vocatione sua.
Si pues en la actual fase de la historia de la Iglesia nos proponemos como cometido preeminente actuar la doctrina del gran Concilio, debemos en consecuencia volver sobre este principio con fe, con mente abierta y con el corazón.
Si his ergo Ecclesiae temporibus susceptum nobis veluti munus praecipuum est doctrinam exsequi magni illius Concilii, Nos cum fide menteque aperta et prompto animo ad idem principium revocemus oportet.
13. Por nuestra parte, mientras de lo íntimo de nuestro corazón agradecido nos alegramos de esos comienzos de excelente piedad, en cuyo acrecentamiento tenemos por cierto que se halla un eficacísimo remedio y auxilio contra los males que amenazan, nos disponemos a secundar con todas nuestras fuerzas los suavísimos designios de la divina bondad, a fin de que esta secreta inspiración, suscitada por el Espíritu Santo en las mentes de los hombres, no quede privada de la deseada abundancia de los dones celestiales.
Nos igitur, dum grato iucunditatis sensu his praecellentis inceptis maxime laetamur, in cuius amplificatione validissimum praesidium atque subsidium contra ingruentia mala repositum esse pro certo habemus, animum simul inducemus, quantum in Nobis erit, suavissimo Divinae Bonitatis consilio obsecundare, ne arcana haec invitatio, Spiritus Sancti instinctu in mentibus hominum excitata, optatissima caelestium munerum ubertate privetur.
Al contemplarlo vienen a mi mente elementos de gran significado para una comprensión más plena e íntegra de la experiencia cristiana y, por tanto, para dar una respuesta cristiana más completa a las expectativas de los hombres y las mujeres de hoy.
Contemplantibus illum nobis, elementa oculis obiciuntur magni sane ponderis ad pleniorem christianae experientiae integramque intellegentiam, ac proinde etiam ad uberiorem reddendam hodie christianam responsionem virorum mulierumque exspectationibus.
Un acontecimiento de tan gran relieve requiere, por tanto, la desbordante virtud del Espíritu Santo, que colme de luz las mentes, refuerce las voluntades para emprender nuevos proyectos y para afrontar las responsabilidades, impuestas por los tiempos presentes, sostenga las fatigas comunes y conduzca a la consecución de felices resultados.
Qui tanti ponderis eventus postulat profecto affluentem Spiritus Sancti virtutem, quae mentes sua luce compleat, animos confirmet ad nova ineunda consilia et onera suscipienda, quae huius temporis rerum adiuncta suadent, communes labores dirigat et ad felices rei effectus adducat.
Es menester ante todo elevar las mentes hacia esos principios si queremos —y así nos conviene— que también nuestras acciones se conformen con los caminos de la justicia.
Ante omnia igitur necessarium est ad recta eiusmodi principia revocare mentes, revocare animos, si volumus, quod oportet, ut actiones quoque nostrae ad iustitiae viam reducantur.
Ha sido así en todos los que ya se celebraron, en esas veinte constelaciones que brillan en la Iglesia y que encantan y fascinan la mente en la consideración de todas las grandiosas consecuencias de ellas derivadas por lo que respecta a la pureza de la doctrina, la santidad de las costumbres, la piedad religiosa, la disciplina eclesiástica, el impulso misionero...
Id prorsus factum est per iam celebrata Concilia, illa dicimus viginti veluti sidera, quorum lumine sancta splendet Ecclesia, quorum autem opera et efficacitate doctrinae integritas, morum sanctitas, fidelium pietas, ecclesiastica disciplina, missionalis impulsus magnis aucta sunt incrementis.
La dimensión apostólica abre la mente y el corazón de la persona consagrada, disponiéndola para el esfuerzo continuo de la acción, como signo del amor de Cristo que la apremia (cf.
Apostolica qualitas mentem personae consecratae corque recludit eamque ad constantem actionis nisum comparat, veluti signum amoris Christi qui eam incitat.(
En esta gran hora que hace temblar, no podemos menos de dirigir, con filial devoción, nuestra mente a la Virgen María, que siempre vive y actúa como Madre en el misterio de Cristo y de la Iglesia, repitiendo las dulces palabras totus tuus —"todo tuyo"—, que hace veinte años escribimos en nuestro corazón y en nuestro escudo, con motivo de nuestra ordenación episcopal
Hac ipsa hora, quae gravis est ac trepidationem ingerit, non possumus non ad Virginem Mariam, quae in mysterio Christi semper vivit et operatur tamquam Mater, filiali cum devotione mentem convertere et haec verba “Totus tuus”, quae ante viginti annos die ordinationis episcopalis in corde et in insigni Nostro inscripsimus, repetere.
Para toda mente cristiana de cualquier tiempo siempre fue evidente que el pecado era no sólo una trasgresión de la ley divina, sino, además, aunque no siempre directa y abiertamente, el desprecio u olvido de la amistad personal entre Dios y el hombre[6], y una verdadera ofensa de Dios, cuyo alcance escapa a la mente humana; más aún, un ingrato desprecio del amor de Dios que se nos ofrece en Cristo, ya que Cristo llamó a sus discípulos amigos y no siervos[7].
Menti autem christianorum omnium temporum clare apparebat peccatum, non solum transgressionem legis divinae, sed insuper, etsi non semper directe et aperte, esse contemptum vel neglectum personalis amicitiae inter Deum et hominem (6), et veram ac numquam satis aestimabilem Dei offensam, immo ingratam reiectionem amoris Dei in Christo nobis oblati, cum Christus discipulos suos amicos vocaverit, non servos (7).
Más aún; a veces la mente humana puede encontrar dificultad hasta para formarse un juicio cierto sobre la credibilidad de la fe católica, no obstante que Dios haya ordenado muchas y admirables señales exteriores, por medio de las cuales, aun con la sola luz de la razón se puede probar con certeza el origen divino de religión cristiana.
Quin immo mens humana difficultates interdum pati potest etiam in certo iudicio « credibilitatis » efformando circa catholicam fidem, quamvis tam multa ac mira signa externa divinitus disposita sint quibus vel solo naturali rationis lumine divina christianae religionis origo certo probari possit.