Quiénes somos

Nuestros distintivos doctrinales

Somos una iglesia Reformada

Nuestra denominación afirma la infalibilidad, inspiración y suficiencia de la Escritura. La palabra de Dios es nuestra única y última regla de fe. Esto, junto con las otras solas, nos une a la iglesia de la Reforma del siglo XVI. Nuestra denominación e iglesias individuales, se esfuerzan por regresar a la reforma y a la palabra de Dios.

Somos una Iglesia Confesional

Como iglesia reformada, nos apegamos a los Estándares de Westminster, La Confesión de fe, Los catecismos Mayor y Menor. Sin embargo, también tenemos en gran estima las Tres Fórmulas de Unidad, La confesión de fe Belga, los Cánones de Dordt y el Catecismo de Heidelberg.

Somos una iglesia que canta los Salmos

Como presbiterianos, desde sus inicios, nuestra Iglesia ha cantado los salmos. Los salmos son parte de nuestros servicios de adoración. Ven y canta salmos a Dios con nosotros.

SÍNTESIS CRONOLÓGICA  DE LA IGLESIA EVANGÉLICA PRESBITERIANA DEL PERÚ (IEPP).

Por: Alonzo Ramírez, 2/04/2024.

La IEPP, como parte de la iglesia universal, es herdera de una bendecida historia, anclada en el pacto eterno de Dios, y por ello, conectada al pueblo de Dios del Antiguo y Nuevo Testamentos. Sin embargo crnológicamente, en está parte del tiempo, la IEPP hunde sus raíces históricas en la Reforma Prostestante del Siglo XVI, que primovió Juan Calvino en Ginebra y Juan Knox en Escocia.

De la Reforma promovida por Juan Knox en Escocia, surgió la iglesia Libre de Escocia en 1843, y dicha iglesia envió misioneros al Perú a inicios del Siglo XX, quines fundaron nuestra IEPP. He aquí un resumen cronológico:

1. La IEPP surge de la labor msionera de la Iglesia Libre de Escocia

En mayo de 1916, la Asamblea General de la Iglesia Libre de Escocia (ILE) nombró al pastor John A. Mackay para establecer una misión en Perú, trnirnfo Lima como su centro[1]. La Asamblea definió el carácter general de la misión de la siguiente manera: “La predicación del evangelio se mantendrá siempre al frente de sus actividades; y que junto a esta característica esencial de sus operaciones, también habrá un lado educativo del trabajo, según las sugerencias presentadas por el Sr. Mackay y plasmadas en el Informe del Comité” (RGAFCS 1916, 670). En mayo de 1918, la Asamblea nombró al pasdtor John Calvin Mackay “para ser misionero de la Iglesia en el Perú” (RGAFCS 1918, 30).

 

2. El primer misionero presbiteriano plantador de iglesias en el Perú.

Mientras John Calvin Mackay se ofrecía como misionero en Perú sin saber exactamente adónde iría, John A. Mackay ya había puesto sus ojos en los que él llamaba los indios del Perú. Escribió a la Asamblea General: “Sé que uno de los problemas más vitales y angustiosos del Perú hoy es la condición de los más de dos millones de indios que habitan las regiones serranas y forestales del país” (RGAFCS 1918, 100 ).

Mackay describió la condición de estos indios como una de opresión: “Bajo un sistema de virtual esclavitud y degradados por la maldición del alcohol” (RGAFCS 1918, 100).  Para este efecto, J. A. Mackay centró su interés en dos lugares del norte del Perú: Ancash y Cajamarca, como dos posibles centros “de trabajo entre los aborígenes. Una obra así, una vez iniciada, ofrecería un amplio campo para todas las ramas posibles de la actividad misionera. El campo está listo y espera la entrada de trabajadores” (RGAFCS 1918, 100).

En 1919, la Asamblea General de la ILE envió dos nuevos misioneros al Perú, el reverendo y la señora John Calvin Mackay y la enfermera Sarah MacDougall (RGAFCS 1919, 201, 278). En la visión de la ILE, en ese momento, el Perú era considerado como “el campo especial de operación de la Iglesia en América del Sur” (RGAFCS 1919, 278). J.A. Mackay llegó a proponer que hombres de la Iglesia Libre visitaran el Perú con dos propósitos. Primero, trazar una política para la misión en Perú y, segundo, regresar a casa y “prender fuego a la Iglesia Libre y a toda Escocia con celo misionero para América del Sur” (RGAFCS 1919, 279).

 

3. Fundacion de la Primera Iglesia Presbiteriana en el Perú

Cuando John Calvin Mackay llegó al Perú comenzó a enseñar en la escuela que la ILE había establecido en Lima, pero este trabajo, como él mismo lo señaló, no era su propósito final: “Por importante que sea sin duda el trabajo de la escuela y su entrada en esta tierra puede Difícilmente debe sobreestimarse: definitivamente es una obra evangelística que nuestros corazones anhelan” (RGAFCS 1920, 480). Con este deseo piadoso, J.C. Mackay elegió Cajamarca como su campo misionero. Sus razones fueron las siguientes:

 

·        Cajamarca es el centro de una región mayor y más poblada que Trujillo.

·        Trabajar en Cajamarca significaría el inicio del trabajo entre la población aborigen del Perú.

·        Cajamarca está situada más estratégicamente con respecto a la Montaña. Está en una ruta directa que se adentra en el interior (RGAFCS 1920, 480).

 

J.C. Mackay había escuchado informes sobre la situación de los que llamaba “indios” de Cajamarca, y desarrolló un gran amor por ellos, el cual le impulsó a manetener ardiente deseo por darles el evangelio de Cristo. Él dijo:

 

La esperanza de obtener un punto de contacto con la multitud de indios que abarrotan el mercado de Cajamarca desde el valle circundante, especialmente el Domingo por la mañana, y de poder darles una vislumbre de las glorias del amor redentor de Dios, nos inspira a entrar, confiando en la gracia suficiente de nuestro Señor y Maestro” (RGAFCS 1921, 674).


J.C. Mackay no fue el único en su deseo de comenzar a trabajar en el Norte del Perú, también era el deseo de J.A. Mackay , quien afirmaba que, “la gran tarea de la Iglesia, en lo que respecta a la obra de expansión, está en las provincias” y que “un gran futuro le espera a la Misión en el Norte del Perú, si la Iglesia está dispuesta a pagar el precio, enviando un esfuerzo constante de vidas consagradas y procurando los medios para su sustento” (RGAFCS 1925, 114). Esta hermosa idea, sin embargo, llegó a su fin en 1987 cuando el último misionero salió de Cajamarca para enseñar en el Seminario Evangélico de Lima, y ​​desde entonces esos anhelados esfuerzos llegaron as su fin,  pues sintieron que habían cumplido con siu deber.

El mes de junio de 1921 debe señalarse como el mes en que amaneció la luz de Jesucristo en Cajamarca. Fue en este mes cuando el Reverendo J.C. Mackay estableció, en dicha ciudad, una Estación Misionera (RGAFCS 1922, 862). A finales de 1922, J.C. Mackay informó que la Iglesia en Cajamarca ya contaba con 19 miembros asistentes, y se proyectó así: “El objetivo principal es acercar a las personas a Cristo Salvador, para que reconozcan sus pecados. , y el perdón que Cristo les ofrece” (RGAFCS 1923, 1059).

 

4. El plan de organizar una iglesia autóctona o nacional

Él pastor J.C. Mackay salió de Cajamarca en 1927, dejando ya una iglesia local organizada y fue sucedido por otros misioneros: James Turnbull quien sirvió en Cajamarca desde 1928 a Abril de 1,937; y luego llegó a Cajamarca el pastor Murdo Nicholson que sirvió desde 1938 a 1,941. Ellos trabajaron en mantener la congregación de Cajamarca, y las iglesias que habían sido plantadas en Celendín, San Marcos y otros lugares de la Región Cajamarca.

 

Pero la mayor expansión y consolidación del trabajo misionero fue impulsado por el pastor Malcom Macrae que vino después de ellos. Malcom Macrae llegó a Lima entre el 10 y 11 de agosto del año 1941, acompañado del profesor Andrew Renwick del Colegio San Andrés (TMR September 1941, 226).

El destino inmediato del pastor Macrae fue Cajamarca, para trabajar como misionero de la ILE (TMR, January 1941, 16).

Desde el comienzo el pastor Macrae manifestó esta convicción, como mismo lo dijo, “mi principal preocupación es la de asegurarme que lo que estoy haciendo hoy producirá, en los años venideros, una iglesia autóctona que valga la pena” (Macrae 1958, 74). Con esta visión dedicó su vida y ministerio al servicio de Cristo, pero de manera específica, para formar una iglesia regional que sea de carácter evangélico.

 

4. Fundación de la IEPP.

Cuando llegan al Perú los pastores George Thomson, y Hugh Sutherland en la década del 50, y con la anuencia y sugerencia de la ILE, este proyecto se torna a la formación de una iglesia nacional de carácter presbiteriano. De este contexto surge en 1953, en una reunión del Primer Concilio Regional, la propuesta de formar la Iglesia Evangélica Presbiteriana de Cajamarca (IEPC), conocida en medios de la ILE como “la iglesia autóctona”. 

A partir de esta labor fue fundada la Iglesia Evangélica Presbiteriana del Perú (EPCP) en su primera asamblea general del 6 al 8 de agosto de 1963.

La primera Asamblea General de la Iglesia Evangélica Presbiteriana del Perú fue convocada para los días 6 al 8 de agosto del año 1963 en el local de la Iglesia Evangélica Presbiteriana situada en el Jirón Arequipa (Hoy Jirón del Batán) de la ciudad de Cajamarca.

A esta primera Asamblea asistieron delegados de los departamentos de San Martín, de Amazonas, Lima y Cajamarca. En su primera sesión preparatoria de la Primera Asamblea General del seis de agosto actuó como director de debates el Rev. MacIntosh y como secretario el hermano José Aladino Escalante, quien estuvo también a cargo del sermón titulado “compra la verdad, pero no la vendas” de Proverbios 23:23. Hubo dos visitas de honor a esta primera Asamblea: el hermano Ignacio Zúñiga de la Iglesia Evangélica Peruana (Lima), y el hermano Saturnino Gavilán de la Iglesia Presbiteriana de Ayacucho.

El día siete de agosto, en la primera sesión de las 8:00 a.m. se eligió a la primera Junta Directiva de la IEPP, la cual estuvo conformada por los siguientes integrantes:

 

Presidente: Rev, James MacIntosh Cameron

Vice-Presidente: Luis Torrejón Perea

Secretario: José Aladino Escalante Sánchez

Tesorero: José Luis Daly Romero

Pro-secretario: David Muñoz.

 

En este mismo día, en la sesión de la 2:30 p.m. se aprobó la constitución de la IEPP fundada en la Palabra de Dios como norma suprema de fe y conducta y en la Confesión de Fe y Catecismo Menor de Westminster como documentos doctrinales. Asimismo, en este día de aprobaron los Estatutos. De este modo el siete de agosto de 1963 quedó constituida la Asociación denominada “Iglesia Evangélica Presbiteriana del Perú”. Fueron elegidos para firmar el acta el Rev. James MacIntosh Cameron, José Aladino Escalante Sánchez, Luis Torrejón Perea, y Pedro Arana Quiroz. Para firmar la minuta y Escritura de constitución de la IEPP fueron elegido el Rev. James MacIntosh Cameron.

En 1964, la Asamblea General de la ILE envió sus saludos a la legalmente naciente IEPP, en estos términos:

La Asamblea General envía sus saludos a la “Iglesia Evangélica Presbiteriana” cuyo progreso sigue con profundo interés y de cuya primera convocatoria espera más información. Se exhorta a la “Iglesia Evangélica Presbiteriana” a perseverar en la Palabra fiel y encomienda su celo en tratar de proveer apoyo material para su mayor organización y desarrollo. La Asamblea General aprueba la asistencia financiera otorgada por la Junta de Misiones y el consejo que, hasta donde éste continúe, deberá ser bajo términos y proporción tales que animen a la joven iglesia en la administración de los recursos (RGSFCS, 1964, pp. 27-28).

Desde entonces hasta 2024, nuestra IEPP ha realizado 51 Asambleas Generales.

  

 

 

 

 

 

REFERENCIAS

 

 

Mackay, John Calvin Mrs. 1947. Revisiting Cajamarca, part II. in The Monthly Record of the Free Church of Scotland, January, pp.8-10.

 

MacRae, Malcom. 1,953. A communion service in an upper room in San Marcos. In From the Frontiers, August, pp. 4-6.

 

_____________. 1958. A call from the Mission field (4). En The Monthly Record of the Free Church of Scotland, April, pp. 74-75.

 

MacRae, Anabella. 1954. News from Cajamarca. In From the Frontiers, August, pp. 10-13.

 

Renwick, A.M. 1952. John Ritchie, Peruvian missionary pioneer: An appreciation. En The Monthly Record of the Free Church of Scotland, July, pp. 205-206.

 

Reports of the General Assembly of the Free Church of Scotland desde los años 1921 a 1965.


[1] See Reports to the General Assembly of the Free Church of Scotland 1916, p. 670. (Hereafter these reports will be referred to as RGAFCS).