Ethan Hawke y Ewan McGregor, dos de los actores más respetados de su generación, se admiran desde hace tiempo. Se conocieron durante el rodaje de la distópica Gattaca (1997), cuando el británico fue a visitar a su amigo Jude Law, y estuvieron a punto de coincidir en una película que al final no salió adelante. Hawke incluso hizo una prueba para Moulin Rouge, pero el papel del joven escritor Christian en el fascinante musical de Baz Lurmann se lo llevó el actor que ha dado vida a Obi-Wan Kenobi en el renovado universo de Star Wars.
Los dos hermanastros se reúnen para el funeral del padre
El encargado de reunirlos por primera vez en la pantalla ha sido el realizador y guionista colombiano afincado en Estados Unidos Rodrigo García, hijo del gran Gabriel García Márquez, que vio en ellos a dos perfectos hermanastros para su nueva película Raymond & Ray, de estreno este viernes en la plataforma Apple TV +. El filme, una comedia dramática aderezada con muchos toques de humor negro que cuenta con producción de Alfonso Cuarón, nos presenta el reencuentro, después de años sin verse, de esos medio hermanos.
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Raymond (McGregor) acude a casa de Ray (Hawke) para comunicarle que su padre, un hombre que siempre los menospreció y con el que no tenían contacto, ha fallecido. Después de una discusión entre reproches mutuos, ambos se embarcan entonces en una aventura a ritmo de road movie en la que conocerán a la amante del progenitor (Maribel Verdú), a una de las enfermeras que cuidó de él (Sophie Okonedo) y, de paso, a un puñado de medio hermanos.
El padre, que al parecer tenía otra personalidad que ellos nunca vieron, dejó en el testamento que quería que sus hijos estuvieran en el funeral y cavaran su tumba, lo que provoca situaciones de lo más hilarantes. En medio de un abanico de emociones en las que deben gestionar un fuerte dolor, no hay más remedio que reinventarse.
Fotograma de la película
"Al principio tuve en mente la idea de un hombre que enterraba a su padre, con el que tenía una relación complicada. En cierto momento me quedé bloqueado y luego pensé en dos hermanastros que tenían el mismo nombre y arrastraban un trauma con ese padre, aunque cada uno lo llevaba de forma diferente", comenta el director por videoconferencia desde Toronto a un grupo de periodistas, entre ellos La Vanguardia. La película se presentó en el festival de esa ciudad canadiense a principios de septiembre.
"Con Ewan ya había trabajado en Últimos días en el desierto, le envié el guion y se quedó con Raymond. Con Ethan habíamos coincidido en el jurado del festival de Sundance, le hablé del proyecto y accedió enseguida. Siempre supe que ambos tendrían una química como hermanos y así resultó. Además, aportaron mucho humor a sus personajes. Jamás pensé que este rodaje sería tan divertido, ya que las situaciones que plantea la película son bastante extremas".
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A Ethan le encantó la calidad del guion y "pude verme de inmediato interpretando junto a Ewan el papel. Tardé 30 segundos en contestar a Rodrigo desde que acabé de leer las páginas. Eran como una partitura", explica Hawke. "Los dos han tenido una infancia problemática y estuvieron muy unidos en el pasado. Ray arrastra mucho dolor. Lleva siete años limpio pero ha tenido varias adicciones y ha perdido a su mujer. Cuando Raymond pica a su puerta después de cinco años sin verse le recuerda todo ese pasado", prosigue el actor, que ha trabajado este verano con Almodóvar en el cortometraje Extraña forma de vida.
Siempre supe que Ethan y Ewan tendrían una química como hermanos y así resultó. Además, aportaron mucho humor a sus personajes
"Los dos han crecido juntos y odian a su padre por cosas distintas. La vida de Raymond no ha sido muy buena; ha tenido relaciones pésimas. Se ha divorciado dos veces y creo que intenta poner orden a todo ese caos. Él y Ray son muy diferentes pero en ese momento se necesitan", comenta McGregor sobre ese viaje en el que van descubriendo cosas nuevas de un padre que fue horrible para ellos pero cariñoso para otras personas. "Me siento bien dejándole ir. El perdón es bueno", dice Raymond, al que su progenitor sometió a diversas vejaciones. En un momento del entierro sorprende dando rienda suelta a un desfogue que lucha por salir. Y lo hace provocando el delirio entre los asistentes.
Ethan Hawke, Rodrigo García y Ewan Mcgregor en la presentación de 'Raymond & Ray' en el Festival de Toronto
A Ray le tocó sufrir que hundiera su carrera musical como trompetista y es algo que lleva clavado desde entonces. Hawke se reserva una escena en la que parece emular a aquel maravilloso Chet Baker de Born to be blue. "Ha sido una gozada trabajar juntos. Sentíamos que éramos como hermanos. El guion estaba muy bien escrito y no pasa muy a menudo que recibas una propuesta así", confiesa el estadounidense.
Ha sido una gozada trabajar juntos. Sentíamos que éramos como hermanos. El guion estaba muy bien escrito y no pasa muy a menudo que recibas una propuesta así"
"Lo cierto es que desde el primer día interpretar a estos personajes fue algo natural y sencillo", comentan al unísono Hawke y McGregor. "De alguna manera realizan un viaje interior cuyo destino es la liberación de todo aquello que quedó enterrado en el pasado". Sobre esas relaciones complicadas entre padres e hijos, García apunta a que no tiene por qué ser siempre así, "pero es inevitable que durante la adolescencia sea un periodo realmente difícil".
Maribel Verdú y Sophie Okonedo en una escena del filme
Por su parte, Verdú se muestra encantada de poder haber hecho realidad su sueño de trabajar con Rodrigo García. "El papel de Lucía es una maravilla. Le gusta asumir retos y no juzga a nada ni a nadie. Me encanta ese humor tan brutal del que hace gala Rodrigo aunque se estén hablando de cosas serias y trascendentes", admite la actriz, que tiene pendiente este año Historias para no contar, de Cesc Gay, preestrenada también en Toronto y forma parte de la serie Now & Then, distribuida asimismo por Apple TV +.
La vida de Raymond no ha sido muy buena. Ha tenido relaciones pésimas. Se ha divorciado dos veces y creo que intenta poner orden a todo ese caos