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Cartel Climax

Dirección: Gaspar Noé
Reparto: Sofia Boutella, Romain Guillermic, Souheila Yacoub, Kiddy Smile, Claude Gajan Maull, Giselle Palmer
Título en V.O: Climax
Nacionalidad: Estados Unidos Año: 2018 Fecha de estreno: 11-10-2018 Género: Thriller Color o en B/N: Color Guión: Gaspar Noé Fotografía: Benoît Debie
Sinopsis: A mediados de los años noventa, veinte jóvenes bailarines de danza urbana que se habían reunido para unas jornadas de tres días de ensayos en un internado en desuso situado en el corazón de un bosque, hacen su último baile común y luego festejan una última fiesta de celebración alrededor de una gran fuente de sangría. Pronto, la atmósfera se vuelve eléctrica y una extraña locura los atrapará toda la noche. Les parece obvio que han sido drogados, pero no saben por quién o por qué.

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Lo mejor: Contiene algunas de las escenas de baile más portentosas del cine reciente.
Lo peor: Que sus ideas visuales estén por encima de las narrativas.

A Gaspar Noé siempre le ha gustado poner contra las cuerdas al espectador, situarlo en un espacio moral donde no existen los tabúes y campan a sus anchas los instintos más oscuros del ser humano. Su cine es extremo y visceral, confeccionado específicamente para provocar una reacción y sacudir las convenciones. Algunos consideran sus películas vacías y efectistas, simples boutades, otros aprecian su espíritu transgresor y su capacidad para generar incomodidad dentro de un panorama cada vez más remilgado y políticamente correcto.

En este sentido puede que Clímax sea su película más accesible, pero también la más redonda desde Irreversible. En ella, la forma y el fondo se encuentran íntimamente unidos: una celebración se va tornando progresivamente en pesadilla alucinógena a causa de las drogas mientras la cámara se encarga de radiografiar ese proceso pasando de lo concreto, la captación del elemento físico a ritmo de música electrónica a través de virtuosas coreografías, a lo abstracto y conceptual mediante la descomposición de los cuerpos en una violenta e hipertrofiada bacanal de muerte y autodestrucción.

El director nos ofrece una experiencia psicotrónica y taquicárdica dentro de ese espacio claustrofóbico en el que se derrumban definitivamente las convenciones sociales y su máscara y solo quedan las pulsiones más básicas y primitivas. El resultado es pura locura y psicopatía, una masa informe de carne que se mueve y automutila mientras parece seguir bailando de camino al infierno.