El Real Madrid, una vez más, no se dejó impresionar por el espectacular ambiente que hubo este martes en el Allianz Arena, que homenajeó por todo lo alto a Franz Beckenbauer, gran leyenda del Bayern, con un impresionante mosaico con la figura del ‘Kaiser’ en el fondo sur del estadio.
El ‘infierno rojo’ que preparó con pasión la ruidosa afición del Bayern tampoco quemó esta vez los árboles de Múnich (célebre bravata que lanzó en su día Karl-Heinz Rummenigge) ni achicharró a un equipo merengue que volvió a ponerse el traje ignífugo para salir indemne del Allianz Arena, donde ya suma cuatro visitas consecutivas sin conocer la derrota.
El Real Madrid arrancó un meritorio empate en Múnich después de sus anteriores tres victorias de Champions League en la capital bávara: 1-2 en las semifinales de la 2017-18, otro 1-2 en los cuartos de la 2016-17 y el histórico 0-4 de ‘semis’ de la 2013-14, con dobletes de Sergio Ramos y Cristiano Ronaldo, la temporada que acabó con la conquista de la ‘Décima’ Copa de Europa.
El Real Madrid, con una encomiable solidaridad defensiva, resistió ante el conjunto de Thomas Tuchel, que empezó perdiendo la contienda con un gol de Vinicius en la primera ocasión de los blancos en el partido.
Pero el Bayern siempre es el Bayern. Como sucede con el Real Madrid, jamás se le puede dar por muerto y menos en el Allianz Arena, un estadio en el que los bávaros no caen en Champions desde hace tres años (ya 16 partidos sin perder con el de este martes), cuando les ganó por 2-3 el Paris Saint-Germain con un doblete de Mbappé y un gol de Marquinhos.
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Desde el cielo, Beckenbauer pareció dar un ‘empujón’ al equipo en el que se convirtió en leyenda mundial ya que los de Tuchel le dieron la vuelta al marcador en apenas cuatro minutos, gracias a un gol de Sané y a otro de penalti de Kane.
A partir de ahí, resucitaron los viejos fantasmas del Madrid en Múnich, donde los blancos estuvieron casi 40 años sin ganar tras encadenar un sinfín de noches de tortura y pesadilla. Eran otros tiempos en los que los hinchas del Bayern sólo se preguntaban por cuántos goles iba a ganar su equipo cada vez que recibían al Madrid.
Sin embargo, desde hace una década, la historia de este clásico europeo ha cambiado y el Real es ahora la ‘bestia negra’ de los alemanes. Vinicius se encargó de apagar el infierno muniqués y dejó las espadas en todo lo alto para la vuelta del próximo miércoles en la ‘caldera blanca’ del Bernabéu.