Maloclusión clase 3: definición, tipos y tratamientos
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Guía completa sobre la maloclusión clase 3

En este post de blog vamos a hablar de una afección que afecta a un considerable número de personas pero que muchas veces pasa desapercibida: la maloclusión tipo III.

Este término se usa en odontología para describir una condición en la cual la mandíbula está adelantada con respecto al maxilar superior, dando lugar a lo que comúnmente se llama “mordida cruzada anterior” o “prognatismo”.

Aunque puede parecer simplemente un problema estético, esta maloclusión puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quien la padece.

A lo largo de este artículo, vamos a ver en detalle qué es la maloclusión de clase 3, sus tipos, las causas que pueden llevar a su desarrollo, las opciones de tratamiento disponibles y las posibles consecuencias de dejarla sin tratar.

¿Qué es la maloclusión dental de tipo III?

Como comentábamos más arriba, la maloclusión clase 3 es una anomalía dental que se refiere a una desalineación particular entre los dientes superiores e inferiores.

Esta condición se presenta cuando los dientes inferiores se proyectan más allá de los superiores, conocido comúnmente como “mordida invertida” o “prognatismo mandibular”.

Tipos de maloclusión clase 3

La maloclusión de tipo III puede presentarse en diversas formas, que generalmente se categorizan en dos tipos: dentaria y esquelética.

La comprensión de estas subcategorías es fundamental para la elección de la estrategia de tratamiento más adecuada.

A continuación profundizaremos en cada una de estas para brindarte una comprensión más clara.

Dentaria

La maloclusión de clase 3 dentaria es aquella donde la desalineación se encuentra limitada a la disposición de los dientes, sin que se vean afectadas las estructuras óseas.

En este caso, los huesos maxilares presentan un desarrollo y posición normales, pero los dientes no están alineados correctamente.

Esta situación puede deberse a dientes que han crecido en una posición incorrecta o al reemplazo tardío de los dientes de leche por los permanentes. 

Para corregir este tipo de maloclusión, generalmente se emplean tratamientos de ortodoncia, como los brackets o los alineadores invisibles.

Esquelética

La maloclusión clase 3 esquelética, por otro lado, implica una discrepancia entre el tamaño o la posición de los huesos maxilares, y no sólo una mera desalineación dental.

Esto podría estar relacionado con una mandíbula particularmente grande o un maxilar superior que se ha desarrollado de manera insuficiente.

En estos casos, aunque la ortodoncia puede ayudar a mejorar la alineación de los dientes, a menudo es necesario un tratamiento más integral que puede incluir cirugía ortognática.

Este tipo de procedimiento permite ajustar la posición de los huesos maxilares para alcanzar una oclusión y un perfil facial adecuados.

Causas de la maloclusión de tipo 3

La maloclusión clase 3 puede surgir debido a varias causas, que pueden ser genéticas o comportamentales.

Para brindarte una visión más completa de cómo puede surgir esta condición, vamos a examinar algunas de las causas más comunes.

Herencia genética

Los genes juegan un papel importante en la configuración de nuestra estructura facial y dental. Al igual que heredamos rasgos como el color de ojos y pelo de nuestros progenitores, también heredamos la forma y tamaño de nuestras mandíbulas y dientes.

Por tanto, si en tu familia hay antecedentes de maloclusión clase 3, existe una gran posibilidad de que tú también puedas desarrollarla.

Malposiciones dentarias

La forma en que nuestros dientes crecen y se posicionan en nuestra boca también puede conducir a una maloclusión de este tipo.

Si los dientes de leche se pierden tempranamente, los dientes permanentes pueden crecer de manera desordenada, lo cual puede resultar en una maloclusión.

Posición de la lengua

La forma en que usamos nuestra lengua al tragar, hablar, o incluso en reposo, puede impactar en la posición de nuestros dientes.

Si la lengua presiona constantemente contra los dientes delanteros inferiores, puede empujarlos hacia adelante, contribuyendo a una maloclusión clase 3.

Erupción anormal de los dientes

Los dientes que emergen de manera anormal, ya sea demasiado temprano, demasiado tarde o en una posición incorrecta, pueden alterar el equilibrio y la armonía de la boca, lo cual puede conducir a una maloclusión de clase 3.

El retraso o la aceleración de la pérdida de los dientes de leche pueden ser factores que contribuyan a este problema.

¿Qué tratamiento hay para la maloclusión clase 3?

El tratamiento de la maloclusión de tipo III es tan variado como sus causas. Dependiendo de la gravedad de la maloclusión y la edad del paciente, se pueden utilizar distintas estrategias.

Veamos los principales métodos de tratamiento disponibles para esta condición.

Ortopedia

El tratamiento ortopédico es especialmente eficaz en niños y adolescentes, ya que sus huesos faciales todavía están en crecimiento y pueden ser guiados a la posición correcta.

Este enfoque puede incluir el uso de aparatos removibles o fijos, como los disyuntores palatinos, para promover o limitar el crecimiento óseo y mejorar la alineación.

Ortodoncia

La ortodoncia se utiliza para corregir las maloclusiones dentarias, es decir, aquellas en las que la posición de los dientes es la principal causa del problema.

En este sentido, los brackets y los alineadores invisibles pueden ayudar a mover los dientes a una posición más ideal, mejorando la mordida y la estética dental.

Cirugía ortognática

En los casos en que la maloclusión es esquelética y el paciente es un adulto, la cirugía ortognática puede ser necesaria.

Este procedimiento permite realinear los huesos de la mandíbula y del maxilar superior, corrigiendo así la mordida.

Este tipo de tratamiento, aunque más invasivo, suele dar resultados muy efectivos a largo plazo.

¿Qué sucede si no se trata la maloclusión de clase 3?

No tratar este tipo de maloclusión puede resultar en un desgaste anormal de los dientes, ya que no están alineados de manera óptima para la masticación.

Además, esta condición puede generar dificultades para hablar y comer correctamente, y puede llevar al desarrollo de trastornos temporomandibulares, que se caracterizan por dolor y dificultad para abrir y cerrar la boca.

En el aspecto emocional, la maloclusión puede afectar la autoestima de la persona, ya que altera la armonía del rostro.

Por tanto, es recomendable abordar esta condición a tiempo para prevenir estas complicaciones y mejorar así la calidad de vida del paciente.

¡Esto es todo! Esperamos que esta guía sobre la maloclusión de tipo III te haya ayudado a entender mejor esta condición.

Para seguir aprendiendo sobre este tema, te recomendamos nuestros artículos sobre la maloclusión dental y la maloclusión de clase 2

Si crees que puedes tener este problema y quieres que nuestros expertos en odontología te examinen, no dudes en visitar nuestra clínica dental en Chamberí.

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