El día D

La batalla de Normandía

La apertura de un segundo frente en Europa era algo de capital importancia para los aliados. Tras derrotar a Hitler en África, Italia y Rusia había llegado al fin la hora de llevar la guerra a Francia mediante un desembarco masivo desde Inglaterra, y acabar una vez por todas con el régimen nazi. Esta invasión pasaría a la historia como la operación Overlord

Sin embargo los alemanes habían fortificado a conciencia la costa atlántica para hacer frente a cualquier ataque, de manera que primero se debía desviar su atención a un punto alejado del lugar elegido para el desembarco: la región de Normandía.

Así pues los servicios de inteligencia hicieron creer a los nazis que el ataque se llevaría a cabo en el paso de Calais, la zona más cercana a sus bases y por ello la más fortificada. Para ello se creó un ejército ficticio al mando del general Patton en Dover, a quien se equipó con tanques hinchables, lanchas de bombardeo falsas hechas con madera y una ingente cantidad de suministros y hombres que solo existieron sobre el papel. Los espías aliados también cumplieron su misión de engaño, entre ellos ninguno tan hábil como el español Joan Pujol, un agente doble de los alemanes que les convenció de que el desembarco se realizaría en Calais. 

Para completar el engaño el día del D los aviones y barcos aliados soltarían millones de tiras de aluminio sobre el Canal de la Mancha, cegando así a los radares alemanes con miles de señales al tiempo que los destructores creaban una falsa bruma por delante de la flota de desembarco.

Un muro impenetrable

Con todo las playas de Normandía seguían siendo una de las regiones más fortificadas de la tierra, parte del Muro Atlántico de Hitler que protegía al Reich desde los Pirineos hasta el Báltico. Para empeorar las cosas, el dictador nazi había puesto al mando a uno de sus mejores generales, el mismísimo zorro del desierto, Erwin Rommel.

Bundesarchiv Bild 101I 719 0243 33, Atlantikwall, Inspektion Erwin Rommel mit Offizieren

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Rommel y su plana mayor pasean entre las defensas de la línea de marea. En la punta de estos postes se colocaron minas antitanque capaces de hundir una lancha de desembarco.

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Este había cubierto las playas con tres franjas de trampas y defensas, que convertían cualquier intento de desembarco en prácticamente un suicidio. La primera, situada en la línea de marea que quedaba bajo el agua en determinadas horas del día, consistía en toda una serie de dispositivos diseñados para hundir los transportes de tropas: erizos de acero, barreras antitanque, y  troncos elevados en diagonal, en cuyo extremo se habían pegado minas antitanque.

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Un soldado alemán observa la costa desde uno de los cientos de búnkeres que protegían las playas normandas.

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Una vez superado este primer obstáculo, los aliados deberían hacer frente a la playa propiamente dicha, bloqueada por hileras y más hileras de alambre de espino y salpicada con letales campos de minas. En retaguarda se levantaban cientos de búnkeres y casamatas, desde donde los alemanes barrerían la zona de desembarco con ametralladores, morteros y cañones.

Enfrentados a este formidable desafío los aliados tuvieron que recurrir al ingenio, con una nueva generación de tanques y vehículos diseñados específicamente para la invasión. Así el departamento del general Percy Hobart ideó una nueva generación de tanques barreminas que mediante rodillos de acero, tornos con cadenas y palas excavadoras limpiarían la playa para abrir paso a la infantería. A ellos se sumaron los sherman DD, una adaptación del principal tanque de batalla americano al que se equipó con dos hélices y una pantalla de lona para que pudiera navegar por el mar hasta llegar a la playa.

Sherman Crab Mk II flail tank, one of General Hobart's 'funnies' of 79th Armoured Division, during minesweeping tests in the UK, 27 April 1944

Sherman Crab Mk II flail tank, one of General Hobart's 'funnies' of 79th Armoured Division, during minesweeping tests in the UK, 27 April 1944

Un sherman "cangrejo" con un molinete antiminas en su parte frontal. Accionadas por el motor del vehículo, las cadenas batían el suelo y hacían explotar las minas mientras el tanque avanzaba.

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La infantería americana también contaría con algunos juguetes nuevos para cumplir su difícil misión, los torpedos bangalore. Unas pértigas con explosivo en la punta que usarían para volar por los aires el alambre de espino sin exponerse demasiado al fuego enemigo.

Los primeros en atacar

Con todo preparado para el gran día de pronto empeoraron las condiciones meteorológicas y empezó a arreciar el viento y la lluvia. Parecía que todo el plan se vendría abajo gracias a la mala mar, pero el comandante supremo aliado Eisenhower decidió seguir adelante pasara lo que pasar y poco antes de la medianoche del 5 de junio 1.200 aviones emprendieron el vuelo para desplegar a los 24.000 paracaidistas cuya misión era golpear la retaguardia alemana antes del desembarco. Empezaba el día D.

US Paratrooper of 101st Airborne Division climbing aboard a C 47

US Paratrooper of 101st Airborne Division climbing aboard a C 47

Un paracaidista americano sube a su avión antes de lanzarse sobre Normandía.

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El objetivo de estos soldados aerotransportados era en primer lugar asegurar los puentes que llevaban al interior, y en segundo silenciar las baterías de artillería cuyo fuego pondría en peligro a sus camaradas en la playa. En las primeras horas del 6 de julio los paracaidistas empezaron a caer sobre la Francia ocupada, reconociéndose entre ellos gracias a unas pequeñas pinzas que hacían un sonido de clic-clac característico, o la contraseña "trueno" a la que debía responder con "rayo".

La suerte de los primeros de Normandía fue diversa, en algunos puntos como la aldea de Sainte-Mère Eglise aterrizaron directamente sobre las posiciones enemigas y fueron acribillados, salvándose solo aquellos que se hicieron pasar por muertos. Otros, como la compañía del capitán Winters de la división 101 tuvieron más suerte y tras reunirse en medio de la oscuridad de la noche se dirigieron al objetivo más próximo, silenciando la artillería que ya empezaba a disparar sobre la playa.

cp airborne

cp airborne

Un capitán de los paracaidistas habla con soldados de la resistencia francesa en Normandía. Gracias a la información estos dieron a los aliados se pudieron silenciar muchas baterías y asegurar puentes vitales para el éxito de la operación Overlord.

Cordon Press

Los británicos por su parte llevaron a cabo algunos arriesgados aterrizajes junto al enemigo a bordo de planeadores, desde los que salían en tromba contra los sorprendidos alemanes tomando varios puentes, que defendieron con uñas y dientes hasta que la fuerza de desembarco les alcanzó.

Otro tipo de ataques preventivos todavía más arriesgados si cabe fueron llevados a cabo por los rangers y los comandos aliados en las mismas playas. A las que llegaron a bordo de botes de goma con las primeras luces del alba con el objetivo de tomar posiciones estratégicas que pondrían en peligro el éxito del desembarco.

Soldiers resting at Pointe du Hoc

Soldiers resting at Pointe du Hoc

Rangers descansando en el acantilado de Pointe du Hoc tras los duros combates de la madrugada del 6 de junio.

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De ellos la misión más icónica fue la de los 200 rangers americanos que atacaron la batería de Pointe du Hoc, un empinado acantilado de 30 metros de altura que tuvieron que escalar bajo fuego con la única ayuda de unas cuerdas con gancho y escaleras. Cuando al fin consiguieron rechazar a los defensores y alcanzaron la cima se encontraron con que los alemanes habían trasladado los cañones al interior, pero gracias a las marcas de rueda que estos habían dejado en el suelo los pudieron encontrar y silenciar.

El sector americano

Mientras estas tropas realizaban su vital labor tras las líneas enemigas, un abrumador bombardeo castigaba la costa para reblandecer las defensas antes del ataque principal. Más de 120 buques de guerra abrieron fuego con sus cañones, a los que se sumaron cientos de bombarderos y cazas. Si bien muy impresionante en cuanto a ruido y estruendo, la mayoría de este fuego cayó lejos de las defensas costeras, por lo que estas estaban intactas cuando la fuerza de invasión tomó tierra.

USS Nevada (BB 36) fire on positions ashore

USS Nevada (BB 36) fire on positions ashore

El USS Nevada abre fuego contra las playas en las primeras horas del día D.

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Map of the D Day landings

Map of the D Day landings

En rojo las cinco playas invadidas por los aliados en el día D. Cherburgo es la ciudad en la punta de la península de Cotentin a la izquierda.

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Los aliados habían divido la costa normanda en cinco playas, asignadas a estadounidenses (Omaha y Utah) y británicos (Gold, Juno y Sword); las cuales serían tomadas por 24 oleadas sucesivas de hombres trasladados en lanchas de desembarco, que luego volverían a los transportes a por más. En cabeza irían los tanques de Percy, cuya misión sería la de despejar el camino y proporcionar cobertura móvil a la infantería en su avance.

La prueba más dura que tuvieron que superar los americanos del día D fue la playa de Omaha. Para empezar la costa estaba dominada en esa zona por unos grandes acantilados donde los alemanes se habían fortificado y cuya posición dominate les proporcionaba un excelente ángulo de tiro. La situación se veía empeorada además por el impreciso bombaredo preliminar y la tardanza en llegar de los tanques anfibios, que se habían quedado frenados en el mar a causa del oleaje tras salir de sus naves de transporte.

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A bordo de una lancha de desembarco un pelotón de soldados estadounidenses se preparan para desembarcar en Omaha.

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De este modo los 4.0000 soldados de la primera oleada tuvieron que enfrentarse a una muerte segura cuando llegaron a la playa sobre las 6:30, y solo uno de cada dos logró sobrevivir. Según uno de los testigos "cuando las rampas bajaron los hombres se adentraron en un infierno en el que el fuego cruzado de las ametralladoras impedía avanzar".

Sometidos a un intenso fuego las divisiones 1ª, 29º y los rangers de élite se arrastraron de erizo en erizo hasta que alcanzaron la cobertura de un muro rompeolas que marcaba la línea de marea en mitad de la playa. Entre ellos se encontraba el reputado fotógrafo Rober Capa, quien desembarcando con la segunda oleada tomó once magníficas fotos desde detrás de un tanque destruido, que fueron las primeras que vio el mundo de la batalla de Normandía.

robert capa desembarco normandia dia d 2 77e4e270

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En esta fotografía de Robert Capa se puede ver a los americanos avanzar cubriéndose tras los tanques de primera línea, su objetivo eran los búnkeres alemanes construidos sobre los acantilados del fondo de la imagen.

Robert Capa / Contacto / Magnum

Conforme iban llegando más hombres al muro se pudo organizar por fin un ataque que sacara a los americanos de esa trampa mortal, y poco a poco grupos aislados encabezados por los rangers se abrieron paso a través de las alambradas con los bangalore y escalaron los acantilados, tomando los búnkeres alemanes por detrás. Fue una de estas gestas, la de la compañía C, la que fue inmortalizada por Steven Spielberg en su conocido film Salvar al Soldado Ryan. Cuando terminó el día, 5.000 de los 43.000 asaltantes estaban muertos o heridos, con un 50% de bajas en la primera oleada.

Troops move out over the seawall on Utah Beach

Troops move out over the seawall on Utah Beach

Un grupo de soldados se protegen tras un muro rompeolas durante el ataque a Utah. Estas barrearas fueron una inestimable ayuda para los invasores, que se parapetaron en ellas del fuego enemigo.

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Mucho más fácil fue la tarea de sus camaradas en Utah, una estrecha franja de terreno de 700 metros que era la zona peor defendida del Normandía, con pocos nidos de ametralladora y campos inundados con agua de mar a su espalda. Gracias a ello los aliados lograron una rápida victoria en solo dos horas pese a haber desembarcado a un kilómetro del punto acordado con la marina, ayudados por el cese del fuego artillero enemigo en mitad del avance gracias al ataque de los paracaidistas.

Británicos y canadienses

Al oeste de los estadounidenses se encontraba la primera playa asignada a las tropas del Mariscal Montgomery, Gold. Al igual que en la vecina Omaha la costa estaba dominada por escarpados acantilados hasta un sector al este del pueblo de Arromaches, adonde se dirigieron las lanchas de desembarco. 

Film still from the D Day landings showing commandos aboard a landing craft on their approach to Sword Beach, 6 June 1944

Film still from the D Day landings showing commandos aboard a landing craft on their approach to Sword Beach, 6 June 1944

Soldados británicos en su lancha antes de desembarcar en Normandía.

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Con los tanques todavía luchando por llegar a la arena los soldados ingleses, polacos y holandeses atacaron Le Hamel, desde donde un formidable cañón de 75mm dejaba fuera de combate todo carro que llegaba a la playa. La posición se encontraba defendida por numerosos nidos de ametralladora, por lo que no fue hasta las 14:30, tras siete horas de combates, que lograron tomar el pueblo y silenciar la artillería.

Unas horas más tarde tuvieron que enfrentarse  a un contraataque alemán en Villiers le Sec, pero ahora los shermans ya se habían unido a la infantería y lograron rechazarlos sin problemas. Capturando una sere de detallados mapas con las defensas alemanas que les sirvieron para continuar la marcha hacia el interior rodeando los puntos de mayor resistencia. 

D day   Allied Forces during the Invasion of Normandy 6 June 1944

D day Allied Forces during the Invasion of Normandy 6 June 1944

Combate casa por casa en Juno. 

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El siguiente sector era Juno, asignado a la fuerza expedicionaria canadiense. Aquí el peligro eran las muchas casas construidas en primera línea de playa, que proporcionaba a los alemanes multitud de puntos fuertes desde donde rechazar la invasión. Además una serie de arrecifes rocosos obligaron a las lanchas a esperar que subiera la marea para poder llegar a la costa, exponiéndose así a las minas alemanas que hundieron a más de una. 

The British Army in North west Europe 1944 45 B11632

The British Army in North west Europe 1944 45 B11632

Un tanque barreminas británico desembarca en Normandía para abrir paso a la infantería.

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Ya en la playa los soldados se toparon con el obstáculo adicional de cientos de dunas que les hacían resbalar y frenaban su avance, de manera que solo se pudo conquistar el sector cuando llegaron los tanques, y aún así pagándolo con 1.200 bajas.

Troops crouch down on Sword Beach

Troops crouch down on Sword Beach

Un grupo de soldados espera agachado en la playa la orden de avanzar en cuando los búnkeres enemigos hayan sido neutralizados.

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Finalmente en la playa de Sword fue donde los británicos lograron un mayor progreso, gracias a que los vehículos quitaminas llegaron junto al mismo tiempo que los comandos de Lord Lovat. Al son de la gaita estos soldados de élite se abrieron paso sin problemas a través de las líneas alemanas, y, tras rechazar un ataque de la 21 división panzer alemana prosiguieron con su marcha hasta enlazar con los paracaidistas.

Hacia el interior

Si bien con suerte desigual, el desembarco de Normandía había sido un éxito. Al día siguiente todas las playas ya estaban bajo control aliado, y empezaba la llegada de refuerzos y suministros al tiempo que se construían una serie de muelles flotantes para facilitar la operación.

2nd Infantry Division, E 1 draw, Easy Red sector, Omaha Beach, D+1, June 7, 1944

2nd Infantry Division, E 1 draw, Easy Red sector, Omaha Beach, D+1, June 7, 1944

Soldados de la 2ª división estadounidense salen de Omaha en el día D+1.

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A través del bocage normando americanos y británicos tuvieron que ir reduciendo una tras otra las posiciones defensivas alemanes, dirigiéndose hacia el estratégico puerto de Cherburgo en la península de Cotentin al oeste de Normandía. En su avance se encontraron con una resistencia menos organizada de lo que esperaban, pues Rommel se hallaba en Alemania por el aniversario de su mujer y fue fusilado al poco por su supuesta participación en un complot para asesinar a Hitler.

Este se obstinó en dirigir personalmente la campaña desde Baviera, de manera que sus generales debían esperar a veces más de 24 horas hasta que llegaban las órdenes. Semejante inactividad permitió a los aliados capturar finalmente Cherburgo el 26 de julio solo para encontrarse conque los nazis habían dinamitado el puerto y estaba inservible.

NormandySupply edit

NormandySupply edit

La constante llegada de suministros y refuerzos desde Inglaterra permitió a los aliados continuar con la invasión de Francia y liberar París el 25 de agosto.

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Pese a ello el progreso aliado fue imparable gracias a su superioridad numérica, el 9 de julio caía Caen dejando el paso libre al interior de Francia, y a finales de agosto París era finalmente liberada. Empezaba el principio del fin del Tercer Reich.