El baile de las locas (2021), de Mélanie Laurent

Finales del XIX. La familia de Eugénie Cléry está descontenta porque no vive acorde con lo que se espera de una damisela de clase alta de la época, pues fuma, rehúye el matrimonio, lee poesía y acude en solitario a los cafés. Cuando ésta descubre que tiene el poder de ver fantasmas, su padre y su hermano tienen la excusa que necesitaban para internarla en Pitié Salpétrière, institución mental femenina, donde el temible doctor Jean-Martin Charcot somete a las internas a tratamientos inhumanos, como baños en agua helada y aislamiento en celdas oscuras. Allí la recién llegada se relaciona con las otras internas, pero sobre todo hará migas con Géneviève Gleizes, una de las enfermeras, que por su mentalidad racional se resiste a creer que Eugénie tenga habilidades extrasensoriales.

Mélanie Laurent triunfó como actriz, sobre todo con la tarantiniana Malditos bastardos, aunque también ha dirigido varios títulos, como Galveston, aceptable adaptación de la novela de Nic Pizzolatto. Está al frente como realizadora y coguionista de la primera producción francesa de Amazon Prime Video, que lleva a la pantalla una novela de Victoria Mas de enorme repercusión en Francia. Ha adquirido bastante oficio como realizadora, lo que se nota en la elegante puesta en escena, el ritmo que la historia pide y una ambientación aceptable. Algunas secuencias sobrenaturales se acercan a películas de terror como Los otros, sin que esto impida que se cuiden los elementos dramáticos y unos personajes de carne y hueso. En cualquier caso, se subraya que dan más miedo las injusticias que los fantasmas.

Queda claro desde el principio su mensaje feminista, pues se denuncia que antaño se tendía a aislar a aquellas mujeres que desafiaban las costumbres de la época, resistiéndose a plegarse ante las normas machistas. El conjunto también parece sugerir que los hombres manejan a su antojo a la población femenina, como si ellas fueran internas de un manicomio, mientras que el arranque, con el funeral de Victor Hugo, parece indicar que el romanticismo ha muerto. Buen trabajo de Lou de Laâge (la doctora de Las inocentes) como Eugénie, mientras que la propia Laurent borda a la incrédula Géneviève. Pese a que el reparto en general no tiene fisuras, resulta poco creíble Grégoire Bonnet (Asalto en París), pues su Charcot resulta ser un villano un tanto plano.