Agente oculto

‘Rogue agent’ es una película basada en hechos reales, en la figura y acciones delictivas de Robert Freegard, un estafador e impostor británico.

Yo desconocía completamente la existencia de este hombre. Me temía lo peor al ver que era una película de Netflix, pero me ha sorprendido para bien. Curiosamente, Netflix produjo anteriormente a esta película un documental acerca de la figura de este elemento, llamado ‘The Puppet Master: Hunting The Ultimate Conman’.

Recomendable filme, muy entretenido, con un ritmo que no decae en ningún momento, por lo que sus dos horas de duración se nos pasarán casi sin darnos cuenta.

Para mi gusto, excelente film del Reino Unido, que como se dice al comienzo, está "inspirada" en hechos reales.
Esto es así por cuanto se ha dramatizado algunos lances, pero en esencia todo lo narrado es verdadero, lo que le otorga al film más credibilidad pero a su, aparente, inverosimilitud.
Y es que, tras verla, cuesta trabajo creer que algo así sucedió... y sigue sucediendo.
El mal en estado puro, la falta de empatía y positivos sentimientos hacia el ser humano, de un hombre despreciable, se manifiesta de forma que por momentos se torna apasionante.
De larga duración, no sólo no cansa nada si no que te deja con ganas de ver más, dada la ágil realización, las estupendas interpretaciones y un guión sencillo, que hace que se sigua la trama con gran interés, amén de resultar muy entretenida.
Por todo ello, gusta mucho.
Una muy grata sorpresa, no esperaba demasiado de ella, pese a contar con la presencia de una de mis favoritas, Gemma Arterton, siempre fascinante.
Muy recomenable.

https://filmsencajatonta.blogspot.com/

Forma parte del cine que me gusta. No adivinas por donde deriva, y el personaje principal aleja todos los indicadores por donde podrías catalogarlo, conoces sus pautas de comportamiento, aunque no consigas encajarlo.

Te mantiene a la expectativa, produce incertidumbre. Hacía demasiado tiempo que no se desataban en mi, esas emociones a través del cine. Y lo mejor... no quería que terminase.

Los años 90 fueron duros en Gran Bretaña porque el IRA irlandés comenzó una campaña de atentados en suelo británico. Aprovechando esta circunstancia Robert Freegard, un camarero de un pub de una pequeña localidad cercana a Birmingham, captó a tres estudiantes, a los que convence de que es un agente de los servicios de inteligencia, y que tienen que trabajar con él para él para evitar atentados. La decisión de trabajar para Freegard fue la peor de sus vidas, a partir de entonces comienza una pesadilla de varios años. Paralelamente Freegard conoce a una asesora legal, e inicia una relación sentimental con ella. Todo va bien hasta que Freegard le confiesa que es un agente de inteligencia.

"Nunca podrá parar" es el lema de esta película, donde nada es lo que parece. En realidad esta cinta va más de psicópatas y de técnicas de manipulación que se emplean en las sectas, que de espionaje o acción. Pero es muy interesante, porque la vida de Robert Freegard es real, y no dejará indiferente a nadie.

James Norton compone un personaje angular, donde el engaño queda de manifiesto, seduciendo al espectador durante casi una hora, hasta que deriva por terrenos trillados.

Gemma Arterton maneja con soltura el registro asignado, aunque no soporta con fluidez los primeros planos, pues su rostro gestiona mal las emociones, resultando escasamente creíble.

La historia está bien narrada, el ritmo es adecuado a la trama, comenzando a flojear en la media hora final y con matices que sus directores parecían querer dejar abiertos.