Te entiendo PERFECTAMENTE.
Estás aquí por una razón:
Quieres hacer tu hogar un poquito más verde. 🙂
Pues escucha… las suculentas de interior son lo que necesitas.
Tienen formas, colores y texturas de lo más variopintos. Son preciosas.
Y además, como llevan incorporada su propia reserva de agua, son plantas fáciles de cuidar, incluso para principiantes o para despistados (como yo).
Por tanto, en este top de Gracias Naturaleza te revelo cuáles son las 16 mejores suculentas de interior, junto a sus cuidados o características.
¡Vamos a ello!
1. Suculenta Rosa Negra (Aeonium arboreum ‘Zwartkop’)
Si te gusta coleccionar suculentas (como a mí), esta planta te va a enamorar.
El Aeonium Zwartkop crece mucho, hasta 1 metro. Presenta largos tallos desnudos, y al final de cada tallo crece una bonita roseta de pétalos alargados. Sin duda, lo más llamativo es el color de las rosetas, son de un color vino o púrpura oscuro casi negro, de ahí le viene el nombre común de rosa negra.
La suculenta rosa negra por su lugar de origen (Islas Canarias) necesita un clima cálido. No resiste bien las heladas, así que si tu zona es fría no dudes en cultivarla en interior. Eso sí, recuerda que necesita mucha insolación y luz directa para lucir ese intenso color púrpura.
2. Kalanchoe (Kalanchoe blossfeldiana)
¿Estás buscando una suculenta con bonitas y abundantes flores? Pues ya la has encontrado.
Uno de los principales atractivos del Kalanchoe o planta escarlata es su floración.
A finales de invierno o principio de primavera nos regala esas pequeñitas pero coloridas flores que alegran cualquier rincón. Crecen agrupadas formando ramilletes al extremo de los tallos, y las puedes encontrar simples o dobles dependiendo de la variedad.
Si quieres saber más, échale un ojo a mi guía de cuidados del Kalanchoe.
Entre las muchas especies de Kalanchoe, el Kalanchoe blossfeldiana es sin duda una de las más populares y usadas en la decoración. Le gusta una temperatura de 16 a 21 ºC (por debajo de 10 ºC sufre), y una iluminación sin sol directo, así que es una planta perfecta para interior.
3. Planta rosario (Senecio rowleyanus)
La planta rosario o planta bolitas colgantes es una de las más populares en jardinería. Y no es de extrañar, dada la particular y original forma de sus hojas esféricas, son como bolitas verdes. Los tallos colgantes forman largas hileras de bolitas que parecen rosarios, de ahí su nombre vulgar.
Aunque la planta rosario resiste bien el exterior en climas templados, lo más común es cultivarla como planta de interior.
Pero, ¡ojo!, recuerda que es tóxica, si tienes niños o mascotas sitúala en alto, ya que esas bolitas que parecen uvas son toda una tentación.
4. Árbol de jade (Crassula ovata)
¿Quieres atraer la fortuna y la abundancia a tu hogar?
Pues no dejes de poner un arbolito de jade en tu casa. Es ideal si te dispones a elegir tu primer bonsái.
No en vano se la llama también la planta del dinero. Según el Feng Shui esta planta trae prosperidad, eso sí, asegúrate de ponerla en la habitación principal y al lado de una ventana super luminosa.
Además, el árbol de jade es resistente, agradecido y … precioso. Esta suculenta tiene unas gruesas hojas de un verde intenso que recuerda a ese mineral, a veces con bordes rojizos. Pero también sus troncos y tallos son gruesos, y permiten muy bien la poda para darle bonitas formas. Así tendrás pequeños arbolitos de lo más decorativos dentro de casa.
Cactus de Navidad o plumas de Santa Teresita, así se llama esta preciosidad de planta.
El cactus de Navidad es precoz en su floración, y en Navidad ya suele estar en plena y abundante floración, de ahí su nombre común. Sus flores de pétalos que parecen plumas componen formas acampanadas de colores rosas o rojos.
Las flores crecen de los extremos de los tallos aplanados, que cuando crecen suficiente se arquean hacia los lados haciendo un bonito efecto colgante.
Por experiencia propia te recomiendo que en época de floración mantengas a tu Schlumbergera en el interior. Sus flores son delicadas y efímeras, y si pasan frío o se mojan se estropean por completo. Así que… ¡cuídalas bien!
6. Planta cebra (Haworthia attenuata)
Esta pequeña suculenta (no suele pasar de los 15 centímetros) es perfecta para cultivar en interior y en maceta. Sus hojas son carnosas, triangulares y acabadas en punta. Y al igual que muchas otras suculentas, crecen formando apretadas rosetas.
¿Sabes cómo distinguir la planta cebra?
Muy sencillo, en las hojas crecen unas protuberancias de color blanco que forman líneas horizontales recordando el aspecto de una cebra, de ahí su nombre.
Estas rayas blancas le dan ese aspecto tan original y decorativo que las hace tan deseadas.
Cuidado, no confundas la planta cebra con su prima la Haworthia fasciata. Son parecidas, pero mientras la fasciata solo tiene rayas en la cara externa de las hojas, la attenuata presenta rayas en las dos caras.
7. Cola de Burro (Sedum morganianum)
Cola de burro o Sedum burrito, también nariz de borracho, así se conoce a esta planta procedente de México que no puede faltar en tu colección de suculentas.
La planta cola de burro queda perfecta como planta colgante. Sus hojas se agrupan muy apretadas en torno a un largo tallo, haciendo el efecto de eso, de una cola de burro.
Los tallos pueden alcanzar 1 metro, por eso conviene que la sitúes en alto, para apreciar toda su belleza y que las hojas no sufran al arrastrarse por el suelo.
No le van bien las heladas, por eso la tendrás que proteger en invierno.
Igualmente, es preferible que no reciba demasiados rayos directos de sol.
8. Echeveria (Echeveria elegans)
Entre las plantas suculentas la Echeveria destaca, y destaca mucho.
Con sus hojas carnosas y aplanadas, sin tallos apenas, forma preciosas rosetas. Por eso se la llama rosa de alabastro (especialmente a la especie Echeveria elegans).
La Echeveria es un género en el que caben más de 400 especies y más de 1000 variedades. Ya te puedes hacer idea de la gran variedad de rosetas que vamos a encontrar. De distintos colores (grisáceas, azuladas, con tintes púrpuras,…) y diferentes texturas.
Eso sí, todas suelen ser de tamaños reducidos, aptas para cultivar en maceta.
La Echeveria resulta irresistible para los que coleccionamos suculentas. Es imposible dejar de mirarlas, y desde arriba tienen unas formas geométricas perfectas que hipnotizan, parecen mándalas.
9. Piedras vivas (Lithops)
Los Lithops me resultan realmente fascinantes.
Sin duda están entre las plantas suculentas más raras que existen.
Son de pequeño tamaño (no sobrepasan los 5 centímetros) y tienen la apariencia de eso, de un par de piedras planas. Sin embargo, es una planta bien viva y la parte que se ve en la superficie es mínima, debajo hay mucho más…
Como digo, las piedras vivas constan de 2 hojas aplanadas separadas mediante una grieta. De esta grieta nacen un nuevo par de hojas cuando las originales se agotan, y de la grieta también nace una flor solitaria parecida a una margarita.
Los Lithops por forma y su origen (desiertos de África) están perfectamente adaptados para climas de calor extremo donde el agua es realmente escasa. Por su pequeño tamaño te recomiendo cultivarlos en pequeñas macetas, que también puedes situar en el exterior, siempre y cuando no tengan mucha humedad ambiental o lluvia.
10. Aloe vera (Aloe barbadensis Mill.)
Es muy buena idea tener un aloe vera en tu casa.
¿Por qué?
Pues es una suculenta con muchísimas propiedades beneficiosas, que sobretodo destaca en el cuidado de la piel: calma e hidrata la piel, es cicatrizante y regenera la piel en caso de quemaduras.
¿Cómo es el aloe vera? Es una suculenta de gruesas hojas (hasta 8 centímetros de diámetro) que son más anchas por la base y crecen verticales. En el interior de estas hojas es donde se encuentra la pulpa transparente y gelatinosa responsable de tan maravillosas propiedades.
El aloe vera procede del noroeste de África y soporta bien el calor.
Plantar aloe vera es fácil… Sin embargo, las heladas le sientan muy mal, así que si no quieres perderla (a mí ya me ocurrió), en invierno tendrás que tenerla en el interior.
11. Planta panda (Kalanchoe tomentosa)
El Kalanchoe tomentosa es una planta suculenta con una textura de lo más original, en cuanto la ves te va a apetecer tocarla.
Esto se debe a que las hojas de la planta panda están completamente recubiertas con una capa de pelillos (tomento), lo que le da un aspecto aterciopelado irresistible. Por la forma ovalada de las hojas recubiertas de pelillos se la conoce también como orejas de gato.
Además, la planta panda presenta unas curiosos toques de color en los bordes de las hojas que recuerdan a las manchas de los panda, de ahí su otro nombre más popular.
12. Cadena de bananas (Senecio radicans)
Verás, lo más llamativo del Senecio radicans son sus hojas, que tienen una curiosa forma: parecen platanitos en miniatura, o también anzuelos. Las hojas crecen en sus largos tallos (hasta 1 metro), haciendo un efecto de lo que dice su nombre, parece una cadena de bananas.
Además, la planta cadena de bananas es bastante resistente.
No son hojas (como pasa con otras suculentas) que se desprendan solo con mirarlas. Así que si eres principiante y buscas una planta suculenta colgante que sea original y fácil de cuidar, esta planta te conviene. Otro plus, crece bastante rápido, así que ¡adelante!
13. Corona de espinas (Euphorbia milii)
Te preguntarás por qué se llama así esta bonita planta, corona de espinas, o también se la conoce como corona de Cristo.
Pues verás, es debido a una leyenda que cuenta que fue con esta planta con la que se confeccionó aquella famosa corona.
La corona de espinas es una planta suculenta de tallos espinosos, pero también nos regala una pequeñitas flores de vibrantes colores que son una monada. En condiciones óptimas y con una buena iluminación puede dar flores todo el año.
La planta corona de Cristo es delicada en cuanto a temperaturas. Prospera bien entre los 20 y 35 ºC, y sobre todo ten mucho cuidado con las heladas, no las tolera ni siquiera de forma puntual. Así que lo mejor es que la cultives en interior.
14. Lengua de suegra (Sansevieria trifasciata)
¡Vaya nombre!
Lengua de suegra, también lengua de tigre o espada de San Jorge.
¿Será por lo afiladas que parecen sus hojas? Bromas aparte, las hojas erguidas de la Sansevieria trifasciata se elevan hacia arriba y con su porte vertical quedan de lo más elegantes.
Pero, ¿sabes lo mejor?
La planta lengua de suegra es super resistente, ya que con apenas 0 cuidados por tu parte ella va a estar perfecta, así que es muy apropiada para principiantes. Es una planta apta tanto para interiores como para exteriores. También tienes que saber que es una planta de crecimiento lento, no esperes más de 3 o 4 hojas nuevas cada año.
15. Pata de elefante (Beaucarnea recurvata)
Esta original planta suculenta procede de los desiertos de México y Guatemala y presume de un porte elegante y escultural.
A mí me encanta tanto que ya la incluí en mi top de las mejores 50 plantas de interior.
Lo que más destaca en la Beaucarnea es la forma de su tallo muy abultado en su base que recuerda a eso, a una pata de elefante. Y es que la planta pata de elefante hace de su tronco el reservorio perfecto de agua para las épocas de sequía. Culmina en la parte superior con unas hojas acintadas y que caen a los lados como un penacho.
La planta pata de elefante o Beaucarnea se adapta de maravilla al cultivo en interior, ya que su temperatura ideal es de 20 a 25 ºC y resiste perfectamente el ambiente seco de la calefacción.
16. Mammillaria (Mammillaria)
Por supuesto, en esta lista no podía faltar un cactus. 🙂
Si te gustan los cactus con flor, cualquier especie de mammillaria es una opción maravillosa para decorar tu hogar.
El cactus mammillaria es toda una belleza. De formas redondeadas, tiene su cuerpo cubierto de tubérculos formando una espiral (y no costillas como en otros cactus). La mammillaria es de de pequeño o mediano tamaño, por lo que en macetas se cultiva muy bien.
En verano y otoño el cactus mammillaria florece. Las flores aparecen en la parte superior de la planta, muchas veces formando una especie de corona, que queda espectacular.
¿Qué son las suculentas de interior y qué cuidados necesitan?
Las plantas suculentas o plantas crasas por su origen se desarrollan bien en climas templados y cálidos. En general son amantes del sol y como cuentan con sus propias reservas de agua en hojas, tallos y raíces, aguantan bien la escasez de agua y los ambientes secos.
Como digo, en general aguantan bien el sol, el calor y la sequía. Así que las especies con un tamaño considerable son un recurso maravilloso en exteriores y en xerojardinería.
Claro… solo en general.
Porque en esta inmensa familia que son las suculentas, con miles de especies (y no exagero ni un pelo), siempre vamos a encontrar algunas especies que están más a gustito con menos luz solar directa, o incluso que prefieren directamente la sombra.
Eso unido a que resisten bien la sequedad ambiental que pueden producir lo radiadores, encontramos que algunas de estas plantas se adaptan perfectamente al cultivo en interior. Mejor todavía si son ejemplares de pequeño y mediano tamaño aptos para macetas.
Ojo a otro detalle importante.
Hay que tener en cuenta el rango de temperaturas óptimo para su desarrollo.
Para muchas suculentas la temperatura ideal va de 16 a 30 ºC, aunque resisten bien temperaturas más altas.
Sin embargo, cuando la temperatura baja hay que preocuparse. Las heladas pueden ser fatales, teniendo en cuenta la gran cantidad de agua que almacenan pueden congelarse y hasta perderse. Hay algunas que ya empiezan a deteriorarse incluso por debajo de los 10 ºC.
En todos estos casos es mejor que te decantes por el cultivo en interior, al menos en los meses fríos de otoño e invierno.
Sea como sea, ahora hay algo que me gustaría a MÍ preguntarte a TI…
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Un abrazo enorme y hasta la próxima,
-Mario Angulo
Hola, me llamo Mario y soy un entusiasta de la jardinería y horticultura. También me encantan los animales y el aire libre. Como creador de Gracias Naturaleza, te ayudo a tomarte un descanso del mundo moderno, para vivir una vida más natural y en definitiva más feliz.