Dudas m�s frecuentes sobre los rev�lveres Colt y Mariette |
Las tres son armas de origen militar, si bien las primeras est�n configuradas de forma que puede obtenerse un aceptable rendimiento deportivo. El R�mington New Model es el arma que mas fabricantes producen replican, incluso en nuestro pa�s se hizo una copia de calidad contrastada. Adem�s es la predominante entre aficionados y la que m�s se ve en las competiciones de alto nivel. No obstante se consiguen excelentes resultados con los Roger Spencer, especialmente con algunas r�plicas especialmente producidas. Los rev�lveres Colt fueron excelentes en el campo de batalla, pero circunstancias mec�nicas les hacen estar en desventaja para la pr�ctica deportiva.
Ambos deber�an ser adecuados y de hecho lo son, pero se obtienen mejores y m�s regulares resultados con el .44. No se el motivo exacto, pero tal vez sea porque la mayor�a de armas fabricadas lo son para ese calibre, tanto originalmente, como en la actualidad.
No hay ning�n problema por ello, siempre y cuando sea copia fidedigna del original.
No se pueden emplear rev�lveres cuyo dise�o combine las l�neas cl�sicas con elementos de punter�a y mec�nicas modernas, aunque hayan sido dise�ados para p�lvora negra. No se pueden instalar elementos de punter�a regulables en rev�lveres originales o r�plicas.
Partiendo que ya tenemos el arma, la p�lvora, los fulminantes, la grasa y los proyectiles adecuados, necesitaremos los siguientes accesorios: - Una baqueta de limpieza. - Un embudito de carga para evitar derramar la p�lvora. - Un engrasador.
Personalmente considero que el disparo m�ltiple es consecuencia de disparar con el tambor cargado pero sin estar los fulminantes puestos sobre las chimeneas, bien porque se hayan ca�do como consecuencia de disparos anteriores, bien porque no se hayan instalado. Jam�s he tenido la oportunidad de presenciar este tipo de accidente. Bajo mi criterio hay que sellar las rec�maras con la m�nima cantidad de grasa para evitar el tap�n que en nada puede ayudar a la precisi�n del disparo. El reglamento del MLAIC obliga al sellado de las rec�maras con grasa y debemos acatarlo por seguridad, pero sin olvidar que los fulminantes deben estar instalados en las rec�maras cargadas para evitar el mencionado accidente.
En competiciones reguladas por el MLAIC, no se puede cargar el tambor del revolver fuera del mismo y no se pueden emplear ayudas para la carga del mismo. Si se puede emplear un soporte para el arma.
Esta permitido instalar el punto de mira sobre �cola de milano� siempre y cuando se recorten los bordes para que no sobresalgan del ca��n y queden parejos con este.
Las cachas no pueden modificarse de forma substancial, deben ser del tama�o y forma del modelo original.
Puede ocurrir que al primer disparo se nos caigan los pistones, especialmente si tenemos instaladas chimeneas nuevas. Esto como ya hemos comentado puede ser peligroso y lo podemos resolver deformando ligeramente los fulminantes �chaf�ndolos� un poco entre los dedos antes de ponerlos en las chimeneas.
Exclusivamente con p�lvora negra de fabrica y que la hayamos adquirido en su envase original y precintado. La p�lvora negra no es tan peligrosa como las modernas nitrocelul�sicas y sobrepasarse en la carga no conlleva generalmente m�s que un fuerte retroceso. Pero debemos ser muy cuidadosos y NO EMPLEAR JAM�S NING�N OTRO TIPO DE P�LVORA, ya que nos pondr�amos en grave riesgo para nuestra integridad f�sica.
No existe ninguna carga tipo, como no existen unas prestaciones estandarizadas de las diferentes p�lvoras negras, pero por lo general y con peque�as diferencias, podr�amos considerar que entre 1 y 1,5 gramos de p�lvora (15/23 grain) es lo correcto para un revolver de calibre .44. Posteriormente y en funci�n de las caracter�sticas de la p�lvora empleada, adaptaremos la carga aumentando o disminuy�ndola. Para los rev�lveres del .36, la carga oscilara entre 0,8 y 1,3 gramos (12/20 grain).
Aun hoy en d�a es posible adquirir rev�lveres originales. Al ser armas militares, fueron producidas a gran escala y no resulta dif�cil encontrarlas. No hay demasiadas que est�n en condiciones de tiro, pero aun podremos encontrarlas en anticuarios y ferias. Existen competiciones espec�ficas para ellas.
- Con el arma perfectamente limpia y seca de aceites, pondremos un fulminante en cada una de las chimeneas y dispararemos para limpiar el canal de fuego de posibles restos de aceite. - Seguidamente llevamos el martillo a la posici�n de carga o medio armado que nos permitir� girar el tambor libremente. - Ponemos el arma con el ca��n apuntando hacia arriba e insertamos el embudito de carga sobre la primera rec�mara del tambor y vertemos la dosis de p�lvora. Si necesitamos rellenar el espacio sobrante, a�adiremos una cantidad de s�mola adecuada para que el proyectil pueda apoyarse sobre la carga. - A continuaci�n introducimos el proyectil sobre la boca de la rec�mara y lo bajamos con la palanca de carga hasta hacerlo descansar firmemente. - Repetimos el proceso tantas veces como rec�maras vayamos a cargar. - A continuaci�n y con un accesorio aplicador de grasa adecuado, sellamos ligeramente los proyectiles, asegur�ndonos que los bordes queden perfectamente cerrados. - Ya tenemos el revolver cargado y solo nos resta poner los fulminantes en las chimeneas y comenzar la sesi�n de tiro.
Despu�s de su uso y en el campo de tiro, es conveniente que
aceitemos convenientemente el interior y exterior del ca��n y tambor
para evitar la r�pida oxidaci�n del mismo debido a los residuos
salinos de la p�lvora negra que son altamente higrosc�picos. Ya en
nuestra casa, extraemos la palanca de carga, el eje y el tambor y lo
introducimos en un recipiente de material pl�stico que habremos
llenado de agua caliente. Con un cepillo de los de higiene dental
limpiaremos la zona del interior del puente o armaz�n del revolver,
sec�ndolo a continuaci�n. El ca��n lo limpiaremos de la forma que
conocemos pasando unos trapos humedecidos con una
baqueta espec�fica para revolver y
posteriormente trapos de bayeta secos hasta que quede perfecto y
procedamos a su lubricado de protecci�n. Finalizaremos montando el eje, la palanca y el tambor asegur�ndonos que todo ha quedado limpio, seco y lubricado.
No es necesario, el agua es el mejor disolvente para los residuos de la p�lvora negra, que son todos ellos solubles en agua.
Las chimeneas no precisan de ning�n tipo de limpieza especial, cuando limpiamos el tambor, tambi�n estas quedan limpias, pero son los alveolos donde van instaladas los que precisan de limpieza, ya que tienden a acumular "carbonilla". Si extraemos las chimeneas cada cinco o diez sesiones de tiro y limpiamos la "carbonilla" del alojamiento y alveolo, no tendremos ning�n problema. Es muy importante que antes de instalarlas de nuevo, les demos unas vueltas de cinta de tefl�n (de la usada en fontaner�a) sobre la rosca para que obture los gases y nos facilite su extracci�n posterior.
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Web master.- Jos� Ram�n Gal�n |