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Bretón de los Herreros (siglo XVIII y XIX)

Cuentan de él que fue un hábil versificador, destacando en los poemas de sus letrillas satíricas.

25 DE MARZO DE 2022 · 09:00

Retrato de Manuel Bretón de los Herreros. / Antonio Gómez Cros, Wikimedia Commons.,
Retrato de Manuel Bretón de los Herreros. / Antonio Gómez Cros, Wikimedia Commons.

Manuel Bretón de los Herreros fue poeta y dramaturgo, más autor de comedias que compositor de versos. Nació en Quel, provincia de Logroño, el 18 de diciembre 1796. Durante diez años estuvo en el Ejército, tras haberse incorporado como voluntario en la guerra de la Independencia. Inclinado al periodismo escribió crónicas y crítica teatral en varios periódicos. Fue director de la Biblioteca y secretario perpetuo de la Academia Española, en la que ingresó cuando tenía 41 años. Además de escribir unas 200 obras originales tradujo a Racine, a Voltaire, a Touché, Delavigne y otros. El número de sus obras traducidas se eleva a 62, todas del francés, tanto en prosa como en verso.

Los biógrafos de Bretón de los Herreros insisten más en su condición de dramaturgo que en la de poeta, si bien cuentan de él que fue un hábil versificador, destacando en los poemas de sus letrillas satíricas.

En estas letrillas figura el poema Dios me libre y me defienda.

DIOS ME LIBRE Y ME DEFIENDA

De escuchar a un majadero

Mientras lo dan de cenar

Deletreando asesinar

De Cervantes la leyenda,

Dios me libre y me defienda.

 

De esos que apuestan por todo,

Y escupen por el colmillo,

Y hablan de onzas a porrillo

Con insolente fachenda,

Dios me libre y me defienda.

De creer yo que en la Corte,

Aunque allí todo es error,

De la pobreza el olor

A cien varas no trascienda,

Dios me libre y me defienda.

 

De dudar yo que en la guerra

Ganan muchos un balazo

Que les tronche pierna o brazo,

Y pocos una encomienda,

Dios me libre y me defienda.

 

Eso de ir por el atajo

Suele ser un desatino.

De dejar el real camino

Por la enmarañada senda,

De un criticón, cuya envidia

Contra mis versos le arme,

Y se empeñe en censurarme,

Tal vez porque no me entienda,

Dios me libre y me defienda.

 

Aunque mi padre le abone

Y un santo me lo aconseje,

De que otro me la maneje,

Si Dios me la da, mi hacienda,

Dios me libre y me defienda.

 

De creer que un jugador

Deje las cartas traidoras,

Aunque me haga a todas horas

Propósito de la enmienda,

Dios me libre y me defienda.

 

De dudar yo que es muy raro

Y merece eterna palma

El que tiene bella el alma

Teniendo la cara horrenda,

Dios me libre y me defienda.

 

De aprisionar el dinero

Por temor de infausta suerte

A riesgo de que la muerte

Sin gastarlo me sorprenda,

Dios me libre y me defienda.

 

De médico y boticario,

De hombre cominero y ruin,

De mujer que hable en latín,

Y de caballo sin rienda,

Dios me libre y me defienda.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Dios en la poesía religiosa española - Bretón de los Herreros (siglo XVIII y XIX)