Monarquía romana

Durante su existencia, la antigua Roma atravesó por muchos episodios en los que los conflictos de interés y las luchas por el poder estaban presentes. Desde la República hasta el Imperio, el poder se concentraba de distintas maneras.

Sin embargo, existe una etapa de la historia romana previa a estos dos episodios que se caracterizó por la figura de un rey: la monarquía romana. Este periodo fue el más antiguo de esta civilización, estando durante más de 200 años gobernada por la figura de reyes antes de dar el paso a una república. En este artículo conoceremos sus orígenes y cómo transcurrió.

Origen de la monarquía romana

Este periodo tiene su origen con la misma fundación de Roma con el gobierno de Rómulo en el año 753 a. C y, para comprenderlo, hay que indagar en las leyendas romanas.

Según sus historias, estos se consideraban descendientes de Eneas, el héroe de la antigua Troya, quien escapó de la destrucción de su ciudad. Este tuvo un hijo llamado Ascanio, que sería el fundador de Alba Longa, el primer gran reino latino en la península itálica de cuya familia real descenderían los gemelos Rómulo y Remo.

Tras su difícil infancia, los hermanos descubrieron su origen vinculado a la nobleza y que el reino de Alba Longa había sido usurpado por Amulio, quien había destituido del trono al abuelo de los hermanos: Númitor. Ya mayores, fueron capaces de castigar a Amulio y de restituir en el trono a su abuelo.

Luego de este episodio, se dirigieron al Palatino liderando un grupo de aventureros y fundaron la ciudad de Roma. Los hermanos fundadores de este nuevo asentamiento tuvieron una disputa, ante lo cual Rómulo mató a su hermano Remo, quedando como el único y primer rey del la ciudad.

Mapa de Roma en el año 750 a. C.
Mapa de Roma en el año 750 a. C. Imagen de Wikipedia.

Organización política de la monarquía romana

El gobierno monárquico tenía como principal autoridad al rey, quien convocaba a la asamblea popular y al senado.

Rey

Como autoridad máxima, el rey constituía el poder pero también era sacerdote supremo, juez y jefe militar. A diferencia de las monarquías por sucesión, el rey era elegido por la asamblea popular propuesta por el senado.

Asamblea popular

La asamblea popular estaba integrada por ciudadanos libres en edad militar. Cuando el rey necesitaba consultar a este cuerpo, sus integrantes eran convocados al pie del capitolio, donde aprobaban o rechazaban las leyes por aclamación unánime.

Senado

Por último, el senado, que estaba conformado por 300 ancianos patricios y padres de familia, tenía la función de aconsejar al rey y presentar a los candidatos para la sucesión al trono real. El cargo a senador era vitalicio. 

¿Cómo se seleccionaba al rey en la monarquía romana?

Una vez que el rey en funciones fallecía, comenzaba un periodo conocido como interregnum, el cual abarcaba desde su muerte hasta la coronación del sucesor, ya que esta monarquía no era hereditaria.

Cada curia (división) del senado se congregaba y se encargaba de elegir a un senador, cada uno de los cuales podía tener el poder supremo por un espacio de cinco días. Durante este tiempo acordaban que se había de escoger un rey y que harían una propuesta al senado, que podría ser rechazada o aprobada.

El senado examinaba al candidato presentado y, si su candidatura era aprobada, debía congregarse a la asamblea, a través de la cual el pueblo podía aceptar o rechazar al candidato.

En caso de ser aceptado, se convocaba a los dioses mediante los auspicios, ya que el rey debía servir como sacerdote supremo. Luego de esto, se le otorgaba la concesión del imperium, la cual solo podía ser entregada a la persona que los dioses habían hallado favorable; de ser así, la asamblea votaba y le facilitaba el titulo junto a la capacidad de ser monarca.

Características de la monarquía romana

Elección regia según las virtudes

El rey era elegido por sus virtudes y no por su ascendencia. Todos los reyes, a excepción de Rómulo, fueron elegidos por la gente de Roma para gobernar de forma vitalicia.

Cabeza de la religión

El rey era reconocido como la cabeza de la religión, solo él tenía la capacidad de interpretar los designios de los dioses.

Autoridad militar y judicial

El monarca era investido con la autoridad militar y judicial suprema mediante el imperium; de hecho, poseía autoridad militar indiscutible sobre las legiones romanas.

Figura máxima

El rey era la figura máxima. El senado y la asamblea tenían poco poder y autoridad en cuanto a sus decisiones, pues era el monarca quien ordenaba sus reuniones.

Principales monarcas romanos

Durante sus 200 años de existencia, Roma fue gobernada por siete reyes pertenecientes a dos dinastías: la latina y la etrusca. Algunos de los más importantes fueron los siguientes:

Rómulo (753717 a. C.)

Fundador de Roma junto a su hermano y primer monarca. Para poblar la nueva ciudad invitó a criminales, esclavos y exiliados a asentarse en ella. Ante la falta de mujeres en la nueva ciudad, raptó a varias integrantes de la tribu de los sabinos, lo que llevó a una guerra en la cual Roma resultó victoriosa. Durante su reinado se instauró la religión, el senado, la asamblea y se instituyó el ejército.

El rapto de las sabinas
Imagen del cuadro El rapto de las sabinas, pintado entre los años 16331634 por Nicolas Poussin.

Numa Pompilio (717674 a. C.)

Tras la muerte de Rómulo, Pompilio asumió la monarquía. Reformó el calendario romano, instituyó rituales y organizó el territorio. Su mandato estuvo caracterizado por la construcción de templos religiosos.

Tulio Hostilio (673642 a. C.)

Parecido a Rómulo en su carácter guerrero. Libró guerras contra Alba Longa, Fidenas y Veyes que permitieron a Roma expandir su territorio y poder. Roma se impuso a Alba Tonga, su ciudad materna y la más poderosa de la región.

Anco Marcio (641617 a. C.)

Fue un rey más pacífico que Tulio e interesado en la religión y comercio. Durante su mandato, Roma se convirtió en un importante centro comercial gracias a las medidas de Marcio, por lo que se le conoce como el rey comerciante.

Tarquinio el Soberbio (534509 a. C.)

Reconocido por ser el último monarca. De origen etrusco, fue un tirano entregado a los placeres que solo pensaba en sí mismo en lugar de hacer crecer a Roma, por lo que se ganó el odio del pueblo.

Destruyó santuarios, abolió leyes y asesinó para mantener el poder; finalmente, el senado y la asamblea popular le quitaron el mando y huyó de la ciudad.

Tras este suceso, se decidió abolir la monarquía por la república, estableciendo una constitución de este tipo. Además, el liderazgo de los reyes fue cambiado por el del cónsul romano.

Durante este periodo, Roma se expandiría por todo el mundo y el sistema monárquico no volvería hasta siglos después, tras la instauración del Imperio.

Referencias:

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