Hoy, 17 de febrero

Hoy, 17 de febrero
Los siete santos fundadores de la Orden de los Siervos de María, en una pintura de Agostino Masucci (vía Wikimedia).

Hoy 17 de febrero, sábado después de ceniza, la Iglesia celebra memoria de los siete santos fundadores de la Orden de los Siervos de María, en el aniversario de la muerte del último de ellos, San Alejo Falconieri, quien falleciera en un día como hoy del año 1310, que siendo mercaderes en Florencia, se retiraron de común acuerdo al monte Senario para servir a la Santísima Virgen María, fundando una Orden bajo la Regla de san Agustín.

Recordemos que los “servitas” se encuentran muy vinculados con la religiosidad popular, gracias a la fundación en su seno de la tercera orden seglar formada por hombres y mujeres que viven en el mundo su vida cristiana, según el espíritu propio de la Orden Servita, caracterizada especialmente por su piedad hacia la Madre de Dios impulsando el rezo de la “Corona de Dolores” (o los “siete dolores”) y que ha dado origen a numerosas asociaciones piadosas entre las que se encuentran hermandades y cofradías de todos los puntos de la geografía española. Es el caso por ejemplo de la Muy Ilustre Congregación de Cofrades de Número y Siervos de María Santísima de los Dolores, fundada en la Iglesia del Santo Hospital Real y General de Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza. También agregada a la orden servita se encuentra la Congregación de Esclavas de María Santísima de los Dolores, mediante carta-patente expedida en Roma por fray Juan Ángel María Paglisi.

Evangelio del día (Lc 5, 27-32): Después de esto, salió y vio a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme». Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su honor un gran banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de publicanos y otros. Y murmuraban los fariseos y sus escribas diciendo a los discípulos de Jesús: «¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores?». Jesús les respondió: «No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan».