Adiós muchachos

Corre el año 1944. En un internado francés de jesuitas de Fontainebleau se intenta vivir al margen de la guerra. Sin embargo, esos meses cambiarán la vida de todos los muchachos. Un chico que estudia en el colegio entabla amistad con un alumno nuevo que compite con él en eficiencia como estudiante.

Con esta película, el francés Louis Malle volvió a rodar en su país natal, después de pasar casi una década trabajando en los Estados Unidos. Y lo hizo tocando un tema espinoso para la sociedad francesa: el antisemitismo y el colaboracionismo en la Francia ocupada por los nazis. Con un guion original del propio Malle, en el que se mezclan elementos autobiográficos del director, "Adiós muchachos" tuvo un gran recibimiento por parte de la crítica, hasta el punto de ser considerado uno de sus mejores filmes. Recibió dos candidaturas al Óscar -al mejor guion original y a la mejor película de habla no inglesa- y el León de Oro en el festival de Venecia.