CASA REAL
No es la primera vez
Est� siendo regente

Benedicta: as� es la princesa danesa que reina por unos d�as en Dinamarca (y por qu�)

Actualizado
La princesa Benedicta de Dinamarca.
La princesa Benedicta de Dinamarca.GTRES

Como en aquel c�lebre programa de la televisi�n espa�ola de los a�os 60 Reina por un d�a, en Dinamarca desde el pasado s�bado quien est� haciendo las veces de soberana es la princesa Benedicta (78 a�os). Se trata de la segunda de las dos hermanas que tiene la reina Margarita II (82), quien va a permanecer varias semanas alejada del trono, convaleciente de una "extensa cirug�a" de espalda, seg�n rezaba el comunicado de Palacio, como consecuencia de unas fuertes molestias que se hab�an acentuado en las �ltimas semanas.

Para saber m�s

En Dinamarca, como en casi todas las monarqu�as parlamentarias europeas, est� perfectamente regulada la figura de la Regencia, que es lo que ha entrado en vigor para afrontar este �ltimo episodio de enfermedad de la titular de la Corona. La Regencia opera con absoluta normalidad y dentro de la m�s estricta legalidad cada vez que la reina sufre alguna enfermedad que le impide asumir las funciones propias de la Jefatura del Estado o cada vez que abandona el pa�s, bien sea por un viaje de car�cter oficial, bien sea por asuntos privados. Es algo que, como decimos, sucede en casi todas las Casas Reales. Espa�a, como en tantas cosas, es una excepci�n. Aqu�, despu�s de m�s de 45 a�os de restauraci�n de la Monarqu�a, sigue sin estar establecido un mecanismo de regencia para casos como una enfermedad grave que impidiera a Felipe VI cumplir sus funciones. La dejadez de los sucesivos gobiernos y del Parlamento en todo lo que tiene que ver con la m�s alta instituci�n del Estado clama al cielo.

La reina Margarita y su hermana, Benedicta.
La reina Margarita y su hermana, Benedicta.GTRES

En la actualidad, varios son los miembros de la familia real danesa que pueden ejercer como "rigsforstander", algo as� como encargados del reino: el pr�ncipe heredero, Federico; su mujer, la pr�ncesa consorte Mary; el pr�ncipe Joaqu�n -segundo de los dos hijos de Margarita II-; y la ya mencionada princesa Benedicta. Cabe recordar que Mary no asumi� como rigsforstander hasta 2019, en lo que se interpret� como un gesto decisivo de confianza en su papel por parte de su suegra. Como los dem�s, fue nombrada para este cargo clave por el Consejo de Estado, a propuesta de la monarca, y tuvo que jurar el acatamiento de la Constituci�n en presencia de la reina, de la entonces primera ministra danesa y de otros altos cargos de la naci�n.

En las bajas, como la actual, de la reina, quien asume autom�ticamente la Regencia es su primog�nito, Federico. Pero cuando �ste no puede llevar las riendas del gobierno, el Consejo de Estado nombra a uno de los rigsforstander. Como los herederos iniciaron el s�bado un viaje oficial a la India, es su t�a quien est�, insistimos, como reina por un d�a. El por qu� no se ha encomendado esta vez la misi�n al pr�ncipe Joaqu�n puede tener que ver con el hecho de que �l reside en Par�s, donde ejerce como alto representante del Ministerio de Defensa dan�s. Y, en todo caso, no es la primera vez que la princesa Benedicta sustituye a su hermana.

Margarita (d), con sus dos hermanas, Benedicta y Ana Mar�a.
Margarita (d), con sus dos hermanas, Benedicta y Ana Mar�a.GTRES

Benedicta naci� en 1944 en el Palacio de Amalienborg, en Copenhague. Su hermana mayor hab�a nacido cuatro a�os antes que ella. Y, en ese momento, no estaba predestinada a reinar, puesto que continuaba vigente una ley s�lica que tardar�a todav�a un tiempo en ser eliminada en el pa�s. Sus padres eran los todav�a pr�ncipes herederos Federico e Ingrid -quienes tuvieron otra hija m�s, Ana Mar�a, que se convertir�a en reina consorte de los helenos por su matrimonio con Constantino de Grecia, hermano de la Reina Sof�a-. Quien ocupaba el trono era su abuelo, Cristi�n X. Y la situaci�n en el pa�s era muy complicada, ya que estaba bajo la ocupaci�n del r�gimen nazi. Cristi�n X se convirti� en aquella etapa convulsa en un aut�ntico h�roe nacional, s�mbolo de la identidad danesa. Y ello increment� la popularidad de la dinast�a, que llega hasta nuestros d�as.

Lo �ltimo ayuda a comprender la conmoci�n que caus� el anuncio del compromiso de la princesa Benedicta. Porque se enamor� del pr�ncipe Richard Sayn Wittgenstein-Berleburg, jefe de una de las Casas Principescas de m�s rancio abolengo de Alemania, con un pasado muy cercano al mismo Hitler. Aunque los hijos no tengan por qu� cargar con las culpas de lo que hacen sus padres, digamos que el progenitor de Richard, el pr�ncipe Gustav Albrecht, fue un destacado general del r�gimen nazi, desaparecido en extra�as circunstancias en 1944 -se le dio oficialmente por muerto en 1969-.

Richard apenas conoci� a su padre y se educ� con su abuelo materno en Suecia. Aun as�, a los daneses les hizo maldita la gracia que la princesa Benedicta se casara con �l, tan cercano como ten�an el recuerdo de la invasi�n alemana. Y las negociaciones entre Palacio y el Gobierno fueron arduas. Al fin, la testaruda princesa se sali� con la suya. Y la boda se celebr� en 1968. A partir de ah�, Benedicta ha vivido casi siempre en Alemania -aunque sus visitas a Dinamarca para cumplir con compromisos oficiales han sido constantes-. Fruto del matrimonio nacieron tres hijos: el primog�nito, Gustav, y las princesas Alejandra y Natalia.

Gustav es el jefe de la dinast�a desde la muerte de su padre, en 2017. Es muy chocante la historia de este pr�ncipe. Porque no pudo casarse hasta el pasado a�o con la mujer con quien llevaba conviviendo m�s de dos d�cadas, cuando al fin la Justicia determin� que no iba a perder ni el t�tulo ni el vasto patrimonio de la dinast�a. Y es que pesaba, casi como una maldici�n, el testamento de su abuelo, el filonazi del que hemos hablado, que estipulaba que si cualquiera de sus sucesores se casaba con una mujer que no perteneciera como m�nimo a la alta aristocracia y fuera protestante y de raza aria, perder�a el t�tulo y las riquezas asociadas al mismo, que no son pocas.

Desde la muerte de su marido, Benedicta pasa mucho m�s tiempo en Dinamarca y se ha convertido en el gran apoyo de su hermana. Aunque estamos ante una princesa bastante discreta, algunas de sus declaraciones son dardos bien afilados.

As�, por ejemplo, en 2019 unas palabras suyas se interpretaron como una clara amonestaci�n a su sobrina pol�tica, la heredera consorte Mary, se�alada por la prensa como derrochona por gastar mucho en vestuario. "Me educaron para comprar calidad y que tanto la tela como el modelo duraran muchos a�os. Jam�s me comprar�a una falda para una �nica temporada. Se puede vestir la misma ropa varias veces", solt� la hermana de la reina, quien se despach� as� a gusto.

Y, m�s recientemente, no ha dejado de mostrar el respaldo a la soberana tras la pol�mica suscitada por la decisi�n de �sta de privar de los t�tulos de pr�ncipes a sus nietos, los hijos de Joaqu�n. "Mi hermana toma decisiones sabias. Tambi�n como reina. Piensa en el futuro y no en el aqu� y ahora, y eso es lo m�s importante", declar� Benedicta, marcando distancias con las cr�ticas vertidas por el propio pr�ncipe Joaqu�n y su actual esposa, Marie.

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