M�sica

M�SICA

Thomas de Hartmann, un gran ruso al que se trag� el tiempo

Kandinsky (sentado) y De Hartmann (con sombrero), en M�nich, en 1911. YALE UNIVERSITY MUSIC LIBRARY

El pianista Elan Sicroff apadrina la recuperaci�n del compositor, protagonista hace un siglo e ignorado despu�s de su muerte

Si escucha hablar de Thomas de Hartmann y su nombre no le dice nada, no se inquiete: pertenece usted al 99,9% de la poblaci�n que no lo conoc�a en absoluto hasta que el pianista Elan Sicroff present� un plan para recuperar su m�sica, el llamado Proyecto Hartmann.

Por raro que parezca a la vista de su nombre, Thomas Alexandrovich (aqu� ya encontramos una pista) de Hartmann naci� en 1885 en el seno de una familia de la alta aristocracia rusa afincada en Khoruzhevka, territorio ucraniano perteneciente entonces a la Rusia zarista.

Con 18 a�os estren� su composici�n para la tragedia Cal�gula de Alejandro Dumas y, tres a�os m�s tarde, el mism�simo Nicol�s II asisti� al estreno de su ballet La flor roja con Nijinsky, Fokine y Pavlova en el elenco. El zar, impresionado, le eximi� de hacer el servicio militar para que pudiera estudiar direcci�n de orquesta en M�nich. All� hizo gran amistad con Kandinsky, para quien compuso m�sica como la de la obra de teatro experimental El sonido amarillo.

La suerte de Hartmann experiment� un brusco giro cuando vincul� su carrera y la de su esposa, la cantante de �pera Olga Arkadievna de Schumacher, de buena familia como �l, al gur� espiritual y tambi�n compositor George Gurdjieff, con quien escribi� m�s de 300 obras. Muchas eran transcripciones de lo que Gurdjieff improvisaba en su harmonio port�til.

Para sostener el hogar de su maestro y el suyo propio, comenz� a escribir bandas sonoras bajo seud�nimo, hasta un total de 52, al tiempo que numerosas piezas para voz y piano, orquestales y de c�mara, algunas de las cuales las toc� otro buen amigo, el violonchelista catal�n Pau Casals.

Muchas de estas obras de madurez no fueron publicadas ni grabadas, gran parte ni siquiera ejecutadas. Tiempo despu�s de morir Hartmann, su esposa se top� con Elan Sicroff y le propuso que sacara a la luz la copiosa producci�n de la �ltima etapa de su marido. El Proyecto Hartmann se ha materializado, por fin, en siete CD del sello Basta Music que recogen esta creaci�n desconocida hasta ahora para la mayor�a.

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