Papilomavirus humano y cáncer

5 de marzo de 2024

Datos y cifras

  • Papilomavirus humano (VPH) es la denominación que recibe un grupo de 200 virus conocidos. Para la mayoría de las personas no es motivo de preocupación, pero la infección debida a algunos tipos de alto riesgo es común y puede provocar verrugas genitales o cáncer.
  • En el 90% de los casos, el sistema inmunitario elimina por sí solo la infección. Una infección persistente por el VPH debida a tipos de alto riesgo de este virus puede causar cáncer cervicouterino y está asociada a cánceres de vulva, vagina, boca/garganta, pene y ano (1).
  • En 2019, el VPH causó aproximadamente 620 000 casos de cáncer en mujeres y 70 000 en hombres (1).
  • La vacunación profiláctica contra el VPH puede prevenir estos tipos de cáncer. Además, el cribado de las infecciones por el VPH y el tratamiento de las lesiones precancerosas es una manera eficaz de prevenir el cáncer cervicouterino. 

 

Generalidades

La infección por el papilomavirus humano (VPH) es una infección de transmisión sexual común. Casi todas las personas sexualmente activas la contraerán en algún momento de su vida, por lo general sin presentar síntomas.

La infección por el VPH puede afectar a la piel, la región genital y la garganta.

Los preservativos pueden ayudar a prevenir las infecciones por el VPH, pero no ofrecen una protección completa, dado que no cubren íntegramente la zona genital.

Las infecciones por el VPH suelen desaparecer por sí solas, sin necesidad de tratamiento. Algunas infecciones por el VPH pueden causar verrugas genitales. Otras pueden provocar la aparición de células anormales, que se acaban transformando en un cáncer.

La vacunación puede prevenir los cánceres debidos a infecciones por el VPH.

La vacuna no contiene ningún virus vivo ni ADN del virus, por lo que no puede provocar cáncer ni otras enfermedades relacionadas con el VPH. La vacuna contra el VPH no se utiliza para tratar infecciones o enfermedades causadas por el VPH, sino para prevenir la aparición de un cáncer.

Actualmente, el cáncer cervicouterino es el único cáncer causado por una infección por el VPH para el cual existen pruebas de detección. Estas pruebas permiten detectar enfermedades cuando no hay síntomas. El objetivo del cribado del cáncer cervicouterino es detectar las modificaciones celulares precancerosas para tratarlas antes de la aparición de un cáncer. El cribado del cáncer cervicouterino es una parte importante de la atención de la salud ordinaria para las personas que tienen cuello del útero. Esto incluye a las mujeres y los hombres transgénero que todavía tienen cuello del útero.

El cáncer cervicouterino es el tipo de cáncer más frecuente causado por una infección por el VPH; otros cánceres menos frecuentes que afectan a hombres y mujeres son el cáncer anal, el vulvar, el vaginal, el de boca/garganta y el de pene.

Magnitud del problema

La mayor prevalencia de infecciones del cuello del útero por el VPH entre las mujeres se registra en el África Subsahariana (24%), seguida de América Latina y el Caribe (16%), Europa Oriental (14%) y Asia Sudoriental (14%) (2). La prevalencia entre los hombres es sumamente variable, en función de las tendencias sexuales.

La evidencia muestra que la prevalencia del virus es mayor entre las mujeres con VIH, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, las personas inmunodeprimidas, las personas con coinfección por otras infecciones de transmisión sexual (ITS), las personas que toman medicamentos inmunodepresores y los niños que han sufrido abusos sexuales.

A nivel mundial, en 2019 se estima que el VPH causó 620 000 nuevos casos de cáncer en mujeres y 70 000 nuevos casos de cáncer en hombres (1). El cáncer cervicouterino fue la cuarta causa de cáncer y muerte por cáncer en las mujeres en 2022, con unos 660 000 nuevos casos y alrededor de 350 000 muertes en todo el mundo (3). Los cánceres cervicouterinos representan más del 90% de los cánceres relacionados con infecciones por el VPH en las mujeres (1).

Las tasas más elevadas de incidencia y mortalidad por cáncer cervicouterino se registran en los países de ingreso bajo y mediano. Esto refleja grandes desigualdades que obedecen a carencias en el acceso a los servicios nacionales de vacunación contra el VPH y de cribado y tratamiento del cáncer cervicouterino, así como a determinantes sociales y económicos.

Síntomas

La mayoría de las personas no presentarán síntomas de infección por el VPH. El sistema inmunitario suele eliminar el VPH del cuerpo en uno o dos años, sin efectos duraderos.

Algunas infecciones por el VPH pueden causar la aparición de pequeños bultos ásperos (verrugas genitales) en la vagina, el pene o el ano y, excepcionalmente, en la garganta. Estas verrugas pueden ser dolorosas, causar prurito o sangrado, o provocar la inflamación de las glándulas.

Si la infección por el VPH no desaparece por sí sola, puede provocar una modificación de las células del cuello uterino, lo que da lugar a lesiones precancerosas que, de no tratarse, pueden transformarse en un cáncer cervicouterino. Un cáncer cervicouterino suele tardar en manifestarse entre 15 y 20 años después de una infección por el VPH.

Las primeras modificaciones de las células del cuello uterino y las primeras lesiones precancerosas suelen ser asintomáticas. El cáncer cervicouterino puede manifestarse mediante sangrado entre periodos menstruales o después de una relación sexual, o en forma de secreción vaginal maloliente. Estos síntomas pueden deberse a otras enfermedades. Las personas que presentan estos síntomas deben consultar con su proveedor de atención de salud.

Prevención

La vacunación es la mejor manera de prevenir la infección por el VPH, el cáncer cervicouterino y otros cánceres relacionados con el VPH. Mediante el cribado se pueden detectar lesiones precancerosas en el cuello uterino tratables antes de que deriven en un cáncer.

Todas las niñas de 9 a 14 años deberían recibir la vacuna contra el VPH antes de comenzar a tener relaciones sexuales.

La vacuna puede administrarse en una o dos dosis. Las personas con un sistema inmunitario debilitado deberían recibir dos o tres dosis. Consulte a su proveedor de atención de salud para decidir la mejor opción en su caso.

El uso de preservativos durante una relación sexual es un medio importante para prevenir la infección por el VPH. La circuncisión voluntaria también reduce el riesgo de infección. Las personas no fumadoras o las que han dejado de fumar tienen menos posibilidades de contraer una infección persistente por el VPH.

La búsqueda del VPH en las células del cuello del útero permite detectar el cáncer cervicouterino. Las mujeres deberían someterse a pruebas de detección cada 5 a 10 años a partir de los 30 años. Las mujeres con VIH deberían someterse a dichas pruebas cada 3 años a partir de los 25 años de edad.

Después de obtener un resultado positivo en una prueba del VPH (u otro método de detección), el proveedor de atención de salud puede tratar de detectar anomalías en el cuello del útero o lesiones precancerosas que, de no tratarse, podrían derivar en un cáncer cervicouterino. El tratamiento de las lesiones precancerosas previene el cáncer cervicouterino. Estas lesiones precancerosas suelen ser asintomáticas, por lo que es importante someterse periódicamente a pruebas para comprobar el estado de salud del cuello uterino.

Más información sobre la vacunación de niños y de grupos de mayor edad: Documento de posición de la OMS

Tratamiento

Actualmente, no hay ningún tratamiento para las infecciones por el VPH, pero cabe la posibilidad de tratar las verrugas genitales, las lesiones precancerosas del cuello uterino y el cáncer cervicouterino.

Las verrugas genitales no cancerosas y las lesiones precancerosas del cuello del útero, la vagina, la vulva, el ano o el pene se pueden extirpar o tratar mediante ablación (congelación o calentamiento) o cirugía.

Actualmente, el cáncer cervicouterino es el único tipo de cáncer causado por una infección por el VPH para el cual existen pruebas de detección.

Los tratamientos contra los cánceres debidos a infecciones por el VPH (entre ellos el cáncer cervicouterino) son más eficaces si dichos cánceres se han diagnosticado precozmente. El tratamiento debe iniciarse rápidamente después del diagnóstico.

Podrá obtener más información sobre el tratamiento de lesiones precancerosas del cuello uterino aquí: Nota descriptiva de la OMS sobre el cáncer cervicouterino

Las opciones de gestión para los tratamientos de los cánceres invasivos son un instrumento importante para garantizar la rápida derivación de pacientes y que estos reciban apoyo en cada etapa desde el diagnóstico a las decisiones relativas al tratamiento. Un equipo multidisciplinario debe garantizar que el diagnóstico y la estadificación (pruebas histológicas, patología, imagenología) se realicen antes de tomar cualquier decisión acerca del tratamiento, que puede incluir cirugía, radioterapia y tratamientos sistémicos, como la quimioterapia. Las decisiones relativas al tratamiento deberían estar en consonancia con las directrices nacionales y las intervenciones deben estar respaldadas por cuidados psicológicos, espirituales, físicos y paliativos integrales.

A medida que los países de ingreso bajo y mediano intensifiquen el cribado del cáncer cervicouterino, aumentará el número de casos de cáncer cervicouterino invasivo que se detectan, especialmente en poblaciones que antes no se sometían a este tipo de pruebas. Por lo tanto, las estrategias de derivación y de tratamiento deben implementarse y ampliarse al mismo tiempo que los servicios de prevención.

Respuesta de la OMS

Dada la carga que supone para la salud pública mundial el cáncer cervicouterino causado por infecciones por el VPH, la Asamblea Mundial de la Salud (WHA.73.2) adoptó la Estrategia Mundial para Acelerar la Eliminación del Cáncer de Cuello Uterino como Problema de Salud Pública, con los siguientes objetivos:

  • que se haya vacunado contra el VPH con la pauta completa al 90% de las niñas antes de cumplir los 15 años;
  • que se haya examinado al 70% de las mujeres con una prueba de alta precisión antes de los 35 años, y una vez más antes de los 45 años; y
  • que el 90% de las mujeres diagnosticadas con cáncer cervicouterino reciban un tratamiento (que el 90% de las mujeres con lesiones precancerosas se sometan a un tratamiento, y que el 90% de las mujeres con cánceres invasivos se sometan a un tratamiento).

La prevención de las lesiones precancerosas y de los cánceres asociados a una infección por el VPH también es un elemento clave de las estrategias mundiales del sector de la salud contra el VIH, las hepatitis víricas y las infecciones de transmisión sexual para el periodo 2022-2030, adoptadas por la OMS, y la resolución WHA74.5 (2021) sobre salud bucodental incluye medidas relativas a los cánceres de boca/garganta.

El trabajo conjunto de la OMS a nivel mundial, regional y nacional, en colaboración con los organismos hermanos de las Naciones Unidas, contribuye a:

  1. Reforzar el compromiso político para formular políticas y apoyar su implementación.
  2. Ofrecer asistencia técnica en función del contexto, enseñanzas extraídas y mejores prácticas.
  3. Establecer normas y criterios basados en la evidencia más reciente.
  4. Dirigir el ecosistema mundial de la salud a fin de alcanzar las metas y mejorar la calidad de la atención.

 


Referencias

  1. de Martel et al, Lancet Global Health 2019, https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31862245/
  2. Bruni L et al. Cervical human papillomavirus prevalence in 5 continents: meta-analysis of 1 million women with normal cytological findings. J Infect Dis. 2010;202(12):1789–1799. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/21067372/

Ferlay J, Laversanne M, Ervik M, Lam F, Colombet M, Mery L, Piñeros M, Znaor A, Soerjomataram I, Bray F (2024). Global Cancer Observatory: Cancer Tomorrow. Lyon (Francia), Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer. Disponible en: https://gco.iarc.fr/tomorrow