Fernando I - Dinastías - guiadeviena.com

Guía de Viena

Fernando I

(Alcalá de Henares, España, 1503 – Viena, 1564). Rey de Bohemia y Hungría (desde 1526) y Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico (1558-1564).

Era hijo de Felipe el Hermoso y Juana I de Castilla, y hermano y sucesor de Carlos V (I de España).
En 1520 Carlos V le nombra Archiduque de Austria, en 1521 le concede, por el Tratado de Worms, la posesión de la herencia austriaca de los Habsburgo, los Estados de la Alta y Baja Austria, Estiria, Carintia y Carniola y, en 1522, por las Conversaciones de Bruselas, le concede el Tirol, la Alta Alsacia y el ducado de Württemberg.
En 1521 Fernando I contrae matrimonio (concertado por su abuelo paterno, Maximiliano I) con Ana, hija de los reyes de Bohemia y Hungría, lo que hizo que, en 1526, a la muerte sin descendencia del hermano de Ana, Fernando I fuese nombrado también rey de Bohemia y Hungría; aunque perdería gran parte de Hungría en los enfrentamientos contra los turcos. Pero Fernando I convertiría las coronas electivas de Bohemia y Hungría en posesiones hereditarias de la casa de los Habsburgo.
En 1531 es nombrado rey de los romanos, paso previo al nombramiento de emperador, si bien ya anteriormente, durante las ausencias de Carlos V, Fernando había sido su representante en el Imperio, algo que seguiría haciendo hasta el fallecimiento de su hermano y su nombramiento como emperador, en 1558.
Fernando I tomó parte activa en la lucha contra el protestantismo (a través del diálogo y no por la fuerza) siendo uno de los impulsores de la Paz de Augsburgo, firmada por Carlos V en 1555, por la cual el Imperio de Carlos V quedaba dividido en dos confesiones cristianas (protestante y católica), aunque ello no acabaría con el conflicto entre ambas religiones.
Fernando I fue nombrado emperador en 1558 y, durante su mandato, aumentó significativamente las posesiones de los Habsburgo y restauró la paz del Imperio, enturbiada durante las últimas décadas por las guerras religiosas. Además, garantizó la libertad religiosa a sus súbditos, defendió la libertad de conciencia, otorgó concesiones a los protestantes, llamó a los jesuitas (creando así las bases de la Contrarreforma) e intentó reunir a católicos y protestantes, algo que no dio resultado ya que insistió en que los obispos conservaran su autoridad secular. También hay que señalar, en política interior, la reforma del sistema monetario y la creación de un Consejo de Corte y de un Consejo de Guerra. A su muerte, en 1564, le sucedió su hijo Maximiliano II.








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