¡Bienvenidos a la hermosa región de la Bretaña Francesa! Si estás planeando un viaje a este rincón mágico de Francia, estás a punto de embarcarte en una aventura llena de encanto, paisajes espectaculares y una rica historia. Con su fascinante costa, pintorescos pueblos y una cultura auténtica, la Bretaña Francesa tiene mucho que ofrecer a los viajeros curiosos. Desde majestuosos castillos y antiguos megalitos hasta impresionantes acantilados y exquisitos sabores locales, esta lista te llevará a través de lo mejor que esta región tiene para ofrecer. Así que, prepárate para maravillarte, sumergirte en la historia y dejarte seducir por la magia de la Bretaña Francesa. ¡Comencemos esta emocionante travesía juntos!
Top 10 cosas que ver en la Bretaña Francesa
Si tienes una visita express o no tienes mucho tiempo para visitar la Bretaña Francesa, te mostramos nuestro top 10 de las cosas imprescindibles que ver en la Bretaña Francesa. Elige las que más te interesen y planifica tu itinerario para el viaje. Si ya has visitado la Bretaña Francesa, indícanos en los comentarios tu top 10.
Nuestra lista de las cosas imprescindibles que ver en la Bretaña Francesa
Listado de cosas que ver en la Bretaña Francesa
1. Dinan
Descubre la magia medieval de Dinan. Con su encanto histórico y su atmósfera cautivadora, Dinan te transportará a una época de caballeros y princesas.
Pasea por las estrechas calles empedradas y admira las casas de entramado de madera que parecen sacadas de un cuento de hadas. Déjate sorprender por las imponentes murallas que rodean la ciudad, testigos silenciosos de siglos de historia.
El corazón de Dinan late en su animada calle Jerzual. Esta pintoresca vía serpentea cuesta abajo hasta el puerto, y te invita a explorar sus encantadoras tiendas de artesanía, galerías de arte y acogedores cafés. Siente la energía de la ciudad mientras te deleitas con las deliciosas especialidades gastronómicas bretonas.
El imponente castillo de Dinan te espera. Sumérgete en su historia y disfruta de las vistas panorámicas de la ciudad y del pintoresco valle del río Rance. Desde allí, podrás imaginar las leyendas y batallas que alguna vez tuvieron lugar en estas tierras mágicas.
Explora la basílica de San Salvador, una joya arquitectónica que te dejará sin aliento con su elegante diseño gótico y sus impresionantes vidrieras. Sumérgete en la paz y la serenidad de este lugar sagrado mientras te maravillas con su belleza.
2. Vannes
Con su encanto medieval y su ambiente acogedor, Vannes te invita a sumergirte en su rica historia y a disfrutar de una experiencia inolvidable.
Pasea por las calles empedradas del casco antiguo de Vannes y déjate llevar por su atmósfera mágica. Las casas de entramado de madera, las coloridas fachadas y las plazas con encanto te transportarán a tiempos pasados. Cada esquina es una oportunidad para descubrir rincones pintorescos y sorpresas inesperadas.
La Catedral de San Pedro, majestuosa y llena de historia, te impresionará con su arquitectura gótica y sus magníficas vidrieras. Desde su plaza, podrás disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad y sentir la energía que emana de sus antiguas murallas.
El puerto de Vannes, con sus barcos de colores y su animada actividad, te invita a explorar el espíritu marinero de la ciudad. Observa cómo los barcos se balancean suavemente en las aguas del Golfo de Morbihan y disfruta de los productos frescos del mar en los restaurantes con vistas al puerto.
En Vannes, la gastronomía es una delicia para los sentidos. Prueba los sabores auténticos de Bretaña, desde las deliciosas ostras frescas hasta las galettes y crepes tradicionales.
Si quieres conocer todo lo que puedes visitar en Vannes mira nuestro artículo sobre: 20 cosas que ver en Vannes
3. Golfo de Morbihan
Adéntrate en un paraíso costero de ensueño: el Golfo de Morbihan. Conocido como «el pequeño mar» en bretón, este impresionante lugar te cautivará con su belleza natural, sus islas pintorescas y su rica historia. Sumérgete en sus aguas turquesas y descubre un mundo lleno de encanto y tranquilidad.
Sus aguas tranquilas y protegidas por una multitud de islas y pequeños islotes, crean un paisaje único y fascinante. A medida que navegues por el golfo, te maravillarás con la belleza de sus paisajes cambiantes, desde playas de arena blanca hasta acantilados rocosos y bosques frondosos.
Una de las mejores formas de explorar el Golfo de Morbihan es en barco. Embárcate en una travesía y déjate llevar por las aguas serenas mientras descubres la diversidad de sus islas. Desde la histórica isla de Gavrinis, famosa por sus antiguas tumbas de la Edad de Piedra, hasta la encantadora isla de Île-aux-Moines, donde podrás pasear por sus calles empedradas y disfrutar de su ambiente.
4. Saint-Malo
Saint-Malo, una ciudad amurallada que te cautivará con su encanto histórico y su belleza costera. Es un destino imprescindible que ver en la Bretaña Francesa para los amantes de la historia, la cultura y el mar.
La ciudad amurallada de Saint-Malo te transportará a tiempos pasados con sus fortificaciones imponentes y sus calles empedradas. Camina por las murallas y admira las vistas panorámicas del océano Atlántico y del puerto, donde los barcos danzan en armonía con las olas.
Descubre la rica historia marítima de Saint-Malo en el Museo de Historia de la Ciudad. Sumérgete en las historias de corsarios y exploradores que hicieron de esta ciudad un puerto próspero y lleno de aventuras. No te pierdas la oportunidad de visitar la Torre Solidor, una antigua fortaleza que alberga el Museo Internacional del Long-Cours Cap-Hornier.
Pasea por las estrechas calles de la ciudad vieja y admira las casas de granito que han resistido el paso del tiempo.
La playa de Saint-Malo es el lugar perfecto para disfrutar del sol y el mar. Da un paseo, respira el aire fresco y sumérgete en las aguas cristalinas si el tiempo de lo permite.
La gastronomía de Saint-Malo es otro tesoro que descubrir. Prueba las deliciosas especialidades marítimas, como las ostras frescas y los mariscos, que harán las delicias de tu paladar. Y no te olvides de probar las famosas galletas de Saint-Malo, un regalo dulce para llevar a casa.
4. Rennes
Rennes, la vibrante capital de Bretaña. Con su fusión perfecta de historia, cultura y ambiente estudiantil, Rennes te cautivará desde el primer momento.
Explora el casco antiguo de Rennes y déjate llevar por la atmósfera animada y descubre encantadoras plazas, como la Place des Lices, donde se celebra uno de los mercados más grandes de Francia todos los sábados.
La majestuosa Catedral de Rennes te recibirá con su impresionante arquitectura gótica y sus magníficas vidrieras. Admira la belleza de este lugar sagrado y disfruta de un momento de paz en medio del bullicio de la ciudad.
Sumérgete en la historia en el Museo de Bretaña, donde descubrirás la rica herencia cultural y artística de la región. Desde arte contemporáneo hasta exhibiciones históricas, el museo te llevará en un viaje fascinante a través del tiempo.
Rennes es también famosa por su vida estudiantil dinámica y energética. Con más de 60,000 estudiantes, la ciudad está llena de cafeterías, bares y restaurantes que ofrecen un ambiente vibrante y acogedor. No te pierdas la oportunidad de disfrutar de la animada vida nocturna y sumergirte en la escena cultural de la ciudad.
El Parque Thabor es un verdadero oasis en medio de la ciudad. Relájate en sus hermosos jardines, pasea por los senderos bordeados de flores y admira la exuberante vegetación. El parque también alberga un impresionante jardín botánico, perfecto para los amantes de la naturaleza.
5. Locronan
Locronan, una joya medieval que con su arquitectura histórica y su encanto intemporal te transportará a otra época y te dejará maravillado.
Este pintoresco pueblo, con sus calles empedradas y casas de piedra, te invita a dar un paseo tranquilo y disfrutar de su atmósfera mágica. Cada esquina revela un rincón encantador, desde las plazas llenas de flores hasta los talleres de artesanos que mantienen viva la tradición local.
La Iglesia de Saint Ronan, una obra maestra gótica, domina el horizonte de Locronan. Admira sus impresionantes vidrieras y su arquitectura imponente mientras te sumerges en la serenidad de este lugar sagrado.
Locronan también es conocido por su industria textil tradicional. Visita los talleres y tiendas donde se elaboran tejidos y prendas de calidad excepcional, con técnicas transmitidas de generación en generación. Llévate a casa un pedacito de la historia y el arte de Locronan con una prenda única y auténtica.
No puedes dejar Locronan sin probar sus delicias gastronómicas. Saborea las galletas y dulces tradicionales que se elaboran en el pueblo, y disfruta de la cocina bretona auténtica en los acogedores restaurantes locales. No olvides probar la famosa cidra de Bretaña, una bebida refrescante y llena de sabor.
6. Fort la Latte
Fort la Latte, una impresionante fortaleza que te transportará a un mundo de caballeros y princesas.
Al acercarte a Fort la Latte, serás recibido por sus altos muros de piedra y sus torres majestuosas, que se alzan sobre un acantilado frente al océano Atlántico. Esta fortaleza, construida en el siglo XIV, te invita a explorar su intrincada red de pasillos, salas y patios, donde podrás imaginar las épicas batallas y las intrigas palaciegas que alguna vez tuvieron lugar aquí.
No te pierdas la oportunidad de subir a la torre del homenaje y disfrutar de las vistas panorámicas del mar y del paisaje de alrededor. Te sentirás como un auténtico guardián de la fortaleza mientras contemplas la inmensidad del océano desde lo alto.
La ubicación de Fort la Latte también ha sido elegida como escenario de numerosas películas y series de televisión, lo que añade un toque de encanto y fama a esta magnífica fortaleza.
Después de explorar Fort la Latte, no olvides visitar el cercano Cap Fréhel, un cabo rocoso con vistas espectaculares y senderos naturales para disfrutar. Este entorno natural protegido es el hogar de una rica biodiversidad y te brinda la oportunidad de maravillarte con la belleza virgen de la costa bretona.
Horario:
- Febrero a marzo: de 13h a 17h.
- Fines de semana de marzo: de 13h a 17h.
- Abril, mayo, junio y septiembre: de 10:30h a 18:00h.
- Julio y agosto: de 10:30h a 19:00h.
- Octubre: de 11:00h a 17:00h.
Precio:
- Adultos: 6,60 €
- Estudiantes (menores de 26 años): 5,50 €
- Niños a partir de 5 años: 4,40 €
- Niños menores de 5 años: gratis
Más información en: Fort la Latte
7. Cap Fréhel
Con sus acantilados escarpados, sus paisajes salvajes y sus vistas panorámicas al mar, Cap Fréhel es un paraíso para los amantes de la naturaleza y los exploradores intrépidos.
Ubicado en la punta de una península, Cap Fréhel es un impresionante cabo rocoso que se eleva sobre el océano Atlántico. Sus acantilados imponentes, con alturas que alcanzan los 70 metros, ofrecen vistas espectaculares de las aguas azules y los paisajes infinitos. Siéntete como en el borde del mundo mientras disfrutas de la brisa marina y te maravillas con la grandiosidad de la naturaleza.
Los senderos costeros que serpentean por Cap Fréhel te invitan a explorar sus maravillas naturales. Camina por los acantilados y sumérgete en la belleza virgen de este lugar. A medida que avanzas, podrás observar la abundante vida marina y las aves que anidan en los acantilados, como las gaviotas y los cormoranes. No te olvides de llevar tu cámara, ya que cada paso te brindará oportunidades únicas para capturar imágenes impresionantes.
El faro de Cap Fréhel es otro punto destacado de la visita. Con su estructura imponente y su función vital para la navegación, el faro añade un toque de misterio y romance al paisaje.
8. Rochefort-en-Terre
Rochefort-en-Terre, un encantador pueblo medieval que te hará sentir como si estuvieras en un cuento de hadas. Te cautivará con su arquitectura histórica, sus calles empedradas y su ambiente mágico.
Al adentrarte en este pintoresco pueblo, te sentirás transportado a tiempos pasados. Sus casas de entramado de madera, sus fachadas floridas y sus callejones estrechos te invitan a dar un paseo tranquilo y a disfrutar de su belleza intemporal. Cada rincón revela detalles encantadores y te sumerge en una atmósfera de cuento de hadas.
El Castillo de Rochefort-en-Terre domina el paisaje y te invita a descubrir su historia fascinante. Admira su arquitectura medieval, explora sus salas y jardines y déjate llevar por la magia de este lugar histórico.
No te pierdas la oportunidad de visitar la Iglesia de Notre-Dame-de-la-Tronchaye, una joya arquitectónica con sus hermosas vidrieras y su tranquilidad espiritual. Descubre la rica historia de la iglesia y déjate maravillar por su belleza artística.
La gastronomía de Rochefort-en-Terre es otro deleite para los sentidos. Prueba las delicias locales, como las crepes bretonas, los pasteles y los quesos tradicionales. Disfruta de una comida en los encantadores restaurantes del pueblo y déjate seducir por los sabores auténticos de la región.
9. Quimper
Explora el casco antiguo de Quimper, con sus calles empedradas y sus casas de entramado de madera que parecen sacadas de un cuento de hadas. Déjate llevar por la magia de este lugar, lleno de tiendas de artesanía, boutiques y cafeterías que te invitan a descubrir tesoros escondidos y a disfrutar de su ambiente.
El Jardín de la Retraite es un remanso de paz en medio de la ciudad. Relájate en este hermoso parque, pasea por sus senderos y disfruta de su exuberante vegetación. Es el lugar perfecto para escapar del bullicio urbano y conectarte con la naturaleza.
Quimper también es famoso por su cerámica tradicional. Visita los talleres y tiendas donde se elaboran estas preciosas piezas y admira la habilidad de los artesanos locales. Llévate a casa una auténtica obra de arte de Quimper como recuerdo de tu visita.
La gastronomía de Quimper te deleitará con sus sabores auténticos y su rica tradición culinaria. Prueba los deliciosos crepes bretones, los mariscos frescos y los postres irresistibles. Además, encontrarás una amplia selección de restaurantes que ofrecen platos tradicionales y cocina contemporánea.
10. Carnac
El principal atractivo de Carnac son sus famosas alineaciones de menhires, uno de los conjuntos megalíticos más impresionantes del mundo. Miles de menhires, dispuestos en filas ordenadas, se extienden a lo largo del paisaje, creando un escenario fascinante. Camina entre estas imponentes piedras y déjate llevar por la energía ancestral que emana de ellas.
El Museo de Prehistoria de Carnac es el lugar perfecto para profundizar en la historia y comprender el significado de estos misteriosos monumentos. Descubre artefactos prehistóricos, aprende sobre las civilizaciones antiguas que habitaron esta región y maravíllate con las exposiciones interactivas que te transportarán al pasado.
El encantador centro de Carnac te invita a pasear por sus calles adoquinadas y a disfrutar de su ambiente. Explora las tiendas de artesanía, donde encontrarás productos locales únicos, y saborea la deliciosa gastronomía bretona en los restaurantes tradicionales.
Además, no puedes dejar Carnac sin probar sus famosas ostras. La región es conocida por su producción de mariscos frescos y de alta calidad. Prueba estas delicias del mar en los restaurantes locales y déjate seducir por su sabor único.
11. Josselin
El Castillo de Josselin es el corazón de este pueblo y no podrás dejar de admirar su magnificencia. Con su arquitectura medieval y sus torres imponentes, te transportará a una época pasada llena de caballeros y princesas. Explora sus salas decoradas, sus jardines y su capilla y déjate sorprender por la grandeza de este tesoro histórico.
Recorre las pintorescas calles de Josselin y descubre las casas de entramado de madera con fachadas coloridas que le dan un encanto especial al pueblo. Sumérgete en su atmósfera medieval mientras paseas por sus callejones estrechos y admiras las hermosas vistas del río Oust que atraviesa la ciudad.
La Basílica de Notre-Dame-du-Roncier es otro tesoro arquitectónico que no debes perderte. Admira su magnífica fachada y explora su interior, donde encontrarás hermosos vitrales y una atmósfera espiritualmente reconfortante.
La plaza principal de Josselin es el lugar perfecto para descansar y disfrutar de la animada atmósfera del pueblo. Aquí encontrarás cafeterías, tiendas y restaurantes que ofrecen delicias culinarias bretonas. Prueba los platos tradicionales, como las galettes de trigo sarraceno y los crepes dulces, y déjate deleitar por la autenticidad de la gastronomía local.
Si quieres conocer todo lo que puedes visitar en Josselin mira nuestro artículo sobre: 15 cosas que ver en Josselin
12. Brest
Explora el impresionante puerto de Brest, donde barcos de todos los tamaños se balancean suavemente en las aguas. Observa cómo los marineros trabajan en sus barcos y disfruta de la brisa marina mientras paseas por los muelles.
El Museo de la Marina de Brest te sumergirá en la historia naval de la ciudad. Descubre la rica tradición marítima de Bretaña a través de exhibiciones fascinantes que incluyen modelos de barcos, artefactos históricos y exposiciones interactivas. Aprende sobre los navegantes valientes y las expediciones que han dejado huella en la historia de Brest.
El impresionante castillo de Brest, situado en la entrada del puerto, es otro punto destacado de la ciudad. Con sus murallas imponentes y sus torres fortificadas, te transportará a la época medieval. Explora sus salas históricas, disfruta de las vistas panorámicas desde lo alto de las torres y déjate llevar por la grandeza de este símbolo de la ciudad.
Brest también es conocido por sus hermosas playas y paisajes costeros. Disfruta de la arena dorada y las aguas cristalinas en la playa de Moulin Blanc, donde podrás relajarte bajo el sol o disfrutar de emocionantes deportes acuáticos. Si te gusta el senderismo, no te pierdas la oportunidad de explorar la península de Plougastel, con sus caminos escénicos y vistas panorámicas.
La gastronomía de Brest te deleitará con sus sabores auténticos y sus productos frescos del mar. Prueba los mariscos frescos, como las ostras y los mejillones, y disfruta de los platos tradicionales de la región, como la galette de trigo sarraceno y la sidra bretona. Los restaurantes y mercados locales te ofrecen una experiencia culinaria única y auténtica.
13. Vitré
El imponente Castillo de Vitré es el símbolo de la ciudad y no podrás dejar de admirar su belleza. Con sus torres majestuosas y sus murallas fortificadas, te sentirás como un verdadero caballero o dama al explorar sus salas históricas y disfrutar de las vistas panorámicas desde lo alto. Sumérgete en la historia de este castillo que ha resistido el paso del tiempo.
Recorre las calles empedradas de Vitré y déjate cautivar por su encanto medieval. Las casas de entramado de madera con fachadas coloridas te transportarán a otra era. Explora los rincones pintorescos y descubre tiendas de artesanía, boutiques y cafeterías que te invitan a disfrutar de la autenticidad de esta encantadora ciudad.
La Iglesia de Notre-Dame, con su imponente campanario, es otro tesoro arquitectónico que no debes perderte. Admira su impresionante fachada gótica y explora su interior, donde encontrarás hermosas vidrieras y una atmósfera de serenidad y espiritualidad.
Vitré también es conocida por su gastronomía tradicional bretona. Prueba los deliciosos platos regionales, como las galettes de trigo sarraceno, los crepes dulces y los productos lácteos locales.
Si eres amante de la naturaleza, aprovecha para explorar los alrededores de Vitré. El Parque Floral de Haute-Bretagne te sorprenderá con sus hermosos jardines, sus lagos y sus paisajes serenos. Disfruta de un paseo relajante en medio de la naturaleza y recarga tus energías.
14. Fougères
El Castillo de Fougères es el tesoro más preciado de la ciudad y no podrás dejar de maravillarte ante su grandeza. Con sus torres majestuosas y sus imponentes murallas, este castillo fortificado te sumergirá en la Edad Media. Explora sus salas históricas, pasea por sus jardines y disfruta de las vistas panorámicas desde las almenas. Deja volar tu imaginación mientras te sumerges en las leyendas y los relatos de caballeros y damas que han dejado huella en este lugar.
Recorre las estrechas calles empedradas de Fougères y déjate llevar por su encanto medieval. Las casas de entramado de madera con sus fachadas coloridas y los edificios históricos te harán sentir como si hubieras retrocedido en el tiempo.
La Iglesia de San Sulpicio, con su arquitectura gótica impresionante, es otro tesoro que no debes perderte. Admira su magnífica fachada y su interior decorado con vitrales coloridos que crean una atmósfera de serenidad y espiritualidad.
15. Concarneau
Con su pintoresco puerto, sus murallas históricas y sus playas impresionantes, Concarneau te cautivará con su belleza y su atmósfera marítima.
El casco antiguo de Concarneau, conocido como Ville Close, es una verdadera joya que no debes dejar de visitar. Rodeado por imponentes murallas, este encantador laberinto de calles empedradas alberga tiendas de artesanía, boutiques y restaurantes acogedores. Explora sus callejones llenos de historia, descubre las coloridas fachadas de las casas y disfruta de la autenticidad de esta antigua ciudad fortificada.
El puerto de Concarneau es un lugar vibrante y animado, donde podrás observar cómo los barcos de pesca regresan con su captura del día y los marineros trabajan en sus embarcaciones. Disfruta de la brisa marina mientras paseas por el muelle y admira las coloridas barcazas y los barcos de vela.
El Museo de la Pesca de Concarneau te sumergirá en la historia y la tradición pesquera de la región. Descubre la vida de los pescadores, explora las exposiciones interactivas y aprende sobre las diferentes técnicas de pesca utilizadas a lo largo de los años. Es una experiencia fascinante que te acerca a la cultura marítima de Concarneau.
La gastronomía de Concarneau te deleitará con sus sabores auténticos y sus productos frescos del mar. Prueba los platos tradicionales, como el pescado fresco a la parrilla, los mariscos y los crepes bretones. Los restaurantes y mercados locales te ofrecen una experiencia culinaria única y deliciosa.
16. Combourg
Este encantador pueblo, con su aire romántico y su rica historia, te cautivará desde el primer momento.
Combourg es famoso por su impresionante castillo, que se alza majestuosamente sobre el paisaje. Esta fortaleza medieval te transportará a tiempos pasados mientras exploras sus torres imponentes, sus patios empedrados y sus salas históricas. Déjate envolver por la atmósfera medieval mientras recorres los pasillos y descubres los secretos que guarda este imponente castillo.
Además del castillo, Combourg es conocido por su belleza natural. Rodeado de lagos y bosques, es el lugar perfecto para disfrutar de actividades al aire libre. Da un paseo por los senderos pintorescos que rodean el pueblo, admira los paisajes tranquilos y disfruta de la serenidad de la naturaleza.
El casco antiguo de Combourg te sorprenderá con sus calles adoquinadas, sus casas de entramado de madera y su encanto tradicional. Explora sus callejones estrechos, visita las boutiques locales y disfruta de un café en una de las acogedoras terrazas.
Combourg también es famoso por ser el lugar de nacimiento del famoso escritor francés François-René de Chateaubriand. No te pierdas la oportunidad de visitar la Casa del Lago, donde el escritor pasó su infancia y que ahora se ha convertido en un museo dedicado a su vida y obra. Sumérgete en la historia literaria y descubre los rincones que inspiraron a uno de los grandes escritores franceses.
17. Abadía de Beauport
La Abadía de Beauport, fundada en el siglo XIII, ha sido testigo de numerosos eventos a lo largo de la historia. Sus paredes de piedra guardan los secretos de monjes benedictinos y cuentan la historia de la vida monástica en tiempos pasados. Al caminar por sus jardines y claustros, podrás imaginar la vida tranquila y contemplativa de los antiguos habitantes de la abadía.
El entorno natural que rodea la abadía es igualmente impresionante. Situada en la costa, ofrece vistas panorámicas al mar y paisajes de una belleza incomparable. Pasea por los jardines bien cuidados y disfruta de la tranquilidad y serenidad que solo la naturaleza puede brindar.
Además de explorar la abadía, te animo a que explores los alrededores. Da un paseo por la playa cercana, admira los acantilados y descubre la belleza natural que rodea este lugar sagrado. También puedes visitar el centro de visitantes, donde podrás obtener más información sobre la historia y la importancia de la Abadía de Beauport.
18. Castel Meur
Con su ubicación singular en la aldea de Plougrescant, este castillo de aspecto peculiar se ha convertido en una atracción turística intrigante que no querrás perderte.
Castel Meur, también conocido como «La Casa entre las Rocas», te sorprenderá con su ubicación extraordinaria. El castillo está construido entre dos enormes rocas de granito, creando una imagen surrealista que parece sacada de un cuento de hadas. Su ubicación frente al océano Atlántico añade un toque de drama y belleza a esta joya arquitectónica.
Mientras te acercas a Castel Meur, te envolverá su atmósfera única y enigmática. Las rocas masivas enmarcan la estructura, creando una sensación de protección y misterio. El castillo en sí, con su estilo tradicional bretón, te transportará a tiempos pasados y despertará tu imaginación.
Aunque Castel Meur no está abierto al público, su belleza y singularidad se pueden apreciar desde el exterior. Pasea por los alrededores y maravíllate con la fusión perfecta entre la arquitectura humana y la belleza natural que lo rodea. El contraste entre las rocas imponentes y la estructura del castillo te dejará sin palabras.
19. Costa de Granito Rosa
Esta espectacular costa es conocida por sus formaciones rocosas de tonalidades rosadas y naranjas, que crean un paisaje único y cautivador.
La Costa de Granito Rosa te recibirá con acantilados impresionantes, playas de arena fina y pequeñas calas escondidas. Pero lo que realmente destaca son las rocas de granito que han sido esculpidas por el viento y el mar a lo largo de los siglos. Sus formas caprichosas y sus tonalidades rosadas te transportarán a un mundo de fantasía y te harán sentir como si estuvieras caminando en un sueño.
Uno de los lugares más emblemáticos de la Costa de Granito Rosa es el famoso faro de Ploumanac’h. Esta icónica estructura se alza sobre las rocas y ofrece vistas panorámicas asombrosas del mar y de las formaciones rocosas circundantes. No te olvides de llevar tu cámara, ya que cada ángulo te brindará una oportunidad única para capturar imágenes impresionantes.
Además de la belleza natural, la Costa de Granito Rosa también alberga encantadores pueblos y aldeas costeras que vale la pena explorar. Disfruta de un paseo por la pintoresca ciudad de Perros-Guirec, con sus calles adoquinadas, casas de colores y un puerto lleno de barcos de pesca. Sumérgete en la atmósfera relajada y disfruta de los mariscos frescos en los restaurantes locales.
20. Meneham
Sumérgete en la historia y la autenticidad de Meneham te transportará a tiempos pasados. Ubicado en la espectacular costa de granito rosa, este pintoresco asentamiento te invita a descubrir la vida de los antiguos pescadores y a disfrutar de la belleza natural de la región.
Al adentrarte en Meneham, te sentirás como si hubieras retrocedido en el tiempo. Sus antiguas casas de piedra, cuidadosamente restauradas, te brindan una visión fascinante de la vida en las duras condiciones del pasado. Imagina a los pescadores y sus familias reunidos alrededor del fuego, compartiendo historias y desafiando los elementos del mar.
El corazón de Meneham es su aldea de pescadores, una colección de casas tradicionales que han sido convertidas en talleres de artesanos y museos. Explora las diferentes estancias y sumérgete en la atmósfera rústica y acogedora. Descubre cómo se tejían las redes de pesca, cómo se construían las embarcaciones y cómo se trabajaba el cuero. Cada rincón de Meneham cuenta una historia que te acerca a la vida de sus habitantes.
21. Península de Crozón
Descubre la maravillosa Península de Corzón, un paraíso natural en Bretaña que te cautivará con su belleza virgen y su encanto auténtico.
La Península de Corzón es conocida por su impresionante paisaje costero, con acantilados imponentes y playas de arena dorada que se extienden hasta donde alcanza la vista. Explora los senderos que serpentean por los acantilados y maravíllate con las vistas panorámicas del océano. Siéntate en la playa y disfruta del sonido relajante de las olas rompiendo en la orilla, o sumérgete en las aguas refrescantes para nadar o practicar deportes acuáticos.
Pero la belleza de la Península de Corzón no se limita solo a su costa. En su interior, descubrirás una exuberante vegetación, con bosques frondosos y campos verdes que te invitan a adentrarte en su serenidad. Camina por los senderos forestales y respira el aire puro mientras te deleitas con la belleza natural que te rodea. Observa la fauna local y maravíllate con la diversidad de aves y animales que habitan en esta región protegida.
La Península de Corzón también alberga pintorescos pueblos y aldeas que te transportarán a un pasado lleno de tradiciones y encanto. Explora sus calles empedradas y admira las casas de piedra, muchas de las cuales han sido cuidadosamente restauradas. Sumérgete en la autenticidad de la vida rural y disfruta de la hospitalidad de los lugareños, quienes te recibirán con una sonrisa cálida y te invitarán a descubrir su patrimonio cultural.
22. Castillo de Keriolet
Este castillo histórico te transportará a un mundo de elegancia y romance, donde podrás maravillarte con su imponente estructura y descubrir su fascinante historia.
El castillo de Keriolet es un testimonio vivo del pasado, con sus torres y murallas que evocan la grandeza de épocas pasadas. Construido en el siglo XIX, el castillo presenta una arquitectura impresionante, combinando elementos góticos y renacentistas que lo convierten en una verdadera obra de arte. Sus jardines exuberantes y cuidadosamente diseñados te invitan a pasear y disfrutar de la serenidad del entorno.
Al adentrarte en el interior del castillo de Keriolet, te sorprenderá su esplendor y su rica decoración. Explora las habitaciones magníficas, con muebles antiguos y obras de arte que te transportarán a la época de esplendor de la nobleza. Imagina la vida de los aristócratas que una vez habitaron estas salas, disfrutando de lujosas cenas y bailes en un ambiente de opulencia y refinamiento.
Pero la historia del castillo de Keriolet también alberga secretos y leyendas. Descubre los relatos intrigantes que envuelven a este castillo, desde sus propietarios hasta eventos históricos que dejaron huella en sus muros. Sumérgete en el pasado y deja que las historias cobren vida mientras exploras cada rincón del castillo.
23. Ouessant
Embárcate en una aventura única y descubre la belleza indomable de Ouessant, una isla mágica en el corazón del océano Atlántico. Con sus paisajes salvajes, su rica historia y su autenticidad intacta, Ouessant es un verdadero tesoro natural que te dejará sin aliento.
Ouessant es un paraíso para los amantes de la naturaleza y los observadores de aves. Aquí, podrás presenciar una increíble diversidad de especies, desde colonias de aves marinas hasta aves migratorias que encuentran refugio en la isla. Aprovecha la oportunidad de participar en visitas guiadas y explorar los hábitats naturales únicos de Ouessant, descubriendo su flora y fauna característica.
La historia de Ouessant también es cautivadora. A lo largo de los siglos, la isla ha sido testigo de innumerables historias de navegantes valientes y fareros solitarios. Visita el faro de Creac’h, uno de los faros más emblemáticos de Bretaña, y descubre la vida fascinante de los guardianes que se enfrentaban a los desafíos del mar y brindaban seguridad a los navegantes.
El encanto de Ouessant se extiende también a sus pintorescos pueblos y aldeas, donde el tiempo parece haberse detenido. Explora los callejones empedrados de Lampaul, la principal localidad de la isla, y déjate seducir por sus casas de piedra y su ambiente acogedor. Sumérgete en la vida cotidiana de los habitantes de Ouessant y descubre sus tradiciones, artesanías y delicias gastronómicas.
24. Kerlouan
En Kerlouan, podrás disfrutar de la serenidad de sus extensas playas. Camina descalzo sobre la suave arena, siente la brisa marina acariciando tu rostro y sumérgete en las aguas cristalinas del océano.
Si eres un amante de la naturaleza, no puedes dejar de explorar los acantilados impresionantes que rodean Kerlouan. Admira las vistas panorámicas del mar desde lo alto de estos majestuosos acantilados y maravíllate con la belleza natural que te rodea. Los senderos costeros te llevarán a descubrir paisajes cautivadores y a conectarte con la naturaleza en su estado más puro.
Además de su entorno natural impresionante, Kerlouan también tiene una rica herencia cultural que explorar. Pasea por sus pintorescas calles y descubre la arquitectura tradicional bretona en las casas de piedra y los encantadores edificios históricos. Sumérgete en la historia local visitando la iglesia parroquial de Saint-Éloi, una joya arquitectónica que ha resistido el paso del tiempo.
25. Bécherel
Adéntrate en el encanto literario de Bécherel, una joya oculta en la región de Bretaña que hará latir el corazón de los amantes de los libros. Con su atmósfera bohemia y su rica historia literaria, Bécherel es un paraíso para aquellos que buscan sumergirse en las páginas de la literatura.
Bécherel es conocida como la «Ciudad del Libro» y se enorgullece de su herencia literaria. Sus calles empedradas y sus casas de piedra albergan una gran cantidad de librerías independientes, anticuarios y talleres de artistas. Camina por sus calles estrechas y descubre tesoros literarios, desde clásicos hasta obras contemporáneas, en una búsqueda que nunca deja de sorprender.
Pero Bécherel no solo es un paraíso para los amantes de los libros, también es un lugar lleno de historia y cultura. Esta antigua ciudad medieval está salpicada de edificios históricos, como la antigua fortaleza y la iglesia gótica de Saint-Martin. Admira la arquitectura encantadora mientras deambulas por sus callejones y descubre las historias que sus muros centenarios tienen para contar.
26. Brocéliande
Adéntrate en el misterio y la magia de Brocéliande, un lugar legendario en la región de Bretaña que te transportará a un mundo de cuentos de hadas y mitos ancestrales. En el corazón de exuberantes bosques y paisajes encantadores, Brocéliande te invita a descubrir una tierra llena de historia, aventura y belleza natural.
Brocéliande es famosa por ser el hogar de la mítica leyenda del Rey Arturo y los Caballeros de la Mesa Redonda. Explora los rincones sagrados y misteriosos de esta tierra legendaria mientras te sumerges en las historias y los mitos que han sido transmitidos de generación en generación. Camina por el Bosque de Paimpont, un lugar lleno de árboles antiguos y riachuelos cristalinos, y déjate llevar por la atmósfera mística que impregna el aire.
Descubre los sitios emblemáticos de Brocéliande, como el Valle sin Retorno, donde la Reina Morgana encerraba a los amantes desafortunados, o la Fuente de Barenton, donde el mago Merlín se dice que descansaba y encontraba inspiración. Cada rincón de Brocéliande está impregnado de historia y magia, y te invita a explorar sus secretos más profundos.
27. Castillo de Comper
Embárcate en un viaje a través del tiempo en el Castillo de Comper, un tesoro histórico enclavado en la misteriosa región de Brocéliande. Este majestuoso castillo, rodeado de exuberantes bosques y lagos serenos, te transportará a épocas pasadas y te sumergirá en la magia y los cuentos de hadas.
El Castillo de Comper, con su arquitectura medieval imponente y sus torres imponentes, es un verdadero testimonio de la grandeza del pasado. Pasea por sus salas y pasillos llenos de historia, maravíllate con sus tesoros arqueológicos y déjate cautivar por la riqueza de sus exposiciones. Aquí, podrás sumergirte en la historia y las leyendas de la región, explorar los mitos artúricos y descubrir la conexión entre el castillo y el legendario Rey Arturo.
El entorno natural que rodea el castillo es igualmente fascinante. El Lago de las Hadas, ubicado cerca del castillo, es un lugar de ensueño donde la belleza y la tranquilidad se entrelazan. Pasea por sus orillas, admira las aguas cristalinas y deja volar tu imaginación mientras te sumerges en la atmósfera mágica que lo envuelve.
28. La petite Maison de Saint-Cado
La petite maison de Saint-Cado es un remanso de paz en medio de un paisaje maravilloso. Con sus paredes cubiertas de hiedra y su tejado de pizarra, la casa se funde armoniosamente con su entorno, como si hubiera sido esculpida por la misma naturaleza. Desde la orilla, puedes disfrutar de una vista panorámica de esta pequeña joya y maravillarte con su singularidad.
Pasea por los senderos que rodean la isla y déjate envolver por la atmósfera tranquila y serena. Admira las aguas cristalinas del río Étel y siente cómo el estrés y las preocupaciones se desvanecen en este entorno idílico. La pequeña casa de Saint-Cado se convierte en un refugio acogedor donde puedes desconectar y conectarte con la naturaleza.
Si visitas en marea baja, tendrás la oportunidad de caminar hasta la isla y explorarla de cerca. Descubre los callejones estrechos y las encantadoras casas de pescadores que parecen sacadas de un cuento de hadas. Observa las barcas de pesca y los botes amarrados en el puerto, mientras imaginas las historias y los sueños que se han tejido aquí a lo largo de los años.
29. Faro del Petit Minou
El Faro del Petit Minou se alza majestuosamente sobre los acantilados, mirando hacia el vasto océano Atlántico. Su estructura de piedra blanca, con su característica franja negra en la parte superior, es un símbolo reconocible de la costa bretona. Desde su construcción en el siglo XIX, ha sido un faro de vital importancia para la navegación, salvando vidas y guiando a los barcos a salvo a través de las peligrosas aguas.
Al acercarte al Faro del Petit Minou, podrás admirar su arquitectura impresionante y disfrutar de las impresionantes vistas panorámicas del mar y los acantilados circundantes. Pasea por los senderos costeros que serpentean alrededor del faro y déjate cautivar por la belleza natural de la región. Mientras el viento sopla suavemente y las olas rompen contra las rocas, te sumergirás en una sensación de calma y serenidad.
La historia marítima del Faro del Petit Minou se cuenta a través de su Centro de Interpretación, que ofrece una fascinante visión de la vida de los fareros y la importancia de los faros en la navegación. Podrás sumergirte en el pasado y descubrir cómo funcionaba este faro y cómo ha evolucionado con el tiempo.
30. Faro de Kermorvan
El Faro de Kermorvan se eleva altivo en medio de paisajes impresionantes, rodeado por acantilados escarpados y acariciado por el eterno abrazo del océano Atlántico. Su imponente torre de piedra, con su característico diseño rayado en blanco y negro, se alza como un guardián solitario y majestuoso en medio del paisaje natural.
A medida que te acercas al faro, te envuelve una sensación de asombro y admiración. La belleza de la costa salvaje y las vistas panorámicas del mar te dejarán sin aliento. Pasea por los senderos costeros que serpentean alrededor del faro y déjate cautivar por la grandeza de la naturaleza que te rodea. Las olas rompiendo contra los acantilados, el aire salado y la brisa fresca te transportarán a un mundo de serenidad y fascinación.
El Faro de Kermorvan también es un lugar cargado de historia y cuentos marinos. Construido en el siglo XIX, ha guiado a innumerables barcos a través de las aguas peligrosas y ha sido testigo de muchas historias de valentía y supervivencia en alta mar. Sumérgete en su legado y déjate envolver por la magia de los relatos de los marineros que han pasado por estas costas.
31. Roscoff
Al adentrarte en las calles empedradas de Roscoff, sentirás que has retrocedido en el tiempo. Sus casas de colores, con sus fachadas de madera y flores en los balcones, crean un ambiente encantador y auténtico. El aroma a sal marina y a las delicias culinarias de la región flota en el aire, invitándote a explorar y a disfrutar de lo mejor que Roscoff tiene para ofrecer.
El puerto de Roscoff es el corazón de la ciudad y un lugar animado lleno de vida. Observa cómo los barcos de pesca descargan sus capturas frescas y los marineros se preparan para zarpar hacia el mar. Si te apasiona la gastronomía, no puedes perderte la oportunidad de probar los deliciosos mariscos y pescados frescos que se ofrecen en los restaurantes del puerto. Déjate tentar por las ostras de Roscoff, famosas en todo el mundo por su sabor excepcional.
Si eres un amante de la historia, no puedes dejar de visitar la Iglesia de Notre-Dame de Croatz Batz, una joya arquitectónica que data del siglo XVI. Admira sus hermosos vitrales y su imponente campanario, y sumérgete en la historia y el patrimonio de la región.
Para aquellos que buscan un momento de relax, las playas de Roscoff son simplemente magníficas. Extensas extensiones de arena fina y aguas cristalinas te invitan a tomar el sol, nadar y disfrutar de la belleza natural de la costa bretona. También puedes aprovechar la oportunidad de practicar deportes acuáticos como el windsurf, el paddleboarding o la vela.
32. La isla de Batz
Sumérgete en un paraíso natural en La Isla de Batz, un tesoro escondido en la costa de Bretaña. Esta encantadora isla te cautivará con sus paisajes idílicos, sus playas de ensueño y su ambiente relajado. A solo un corto trayecto en ferry desde Roscoff, La Isla de Batz te invita a desconectar y disfrutar de la belleza intocada de la naturaleza.
Al llegar a la isla, serás recibido por una mezcla de exuberantes campos verdes, jardines floridos y vistas panorámicas al mar. Camina por sus senderos serpenteantes y déjate envolver por la tranquilidad y serenidad que se respira en cada rincón. La Isla de Batz es conocida por su abundante vegetación, incluyendo una amplia variedad de flores y plantas tropicales, gracias a su clima templado y a la corriente del Golfo.
Las playas de La Isla de Batz son verdaderamente paradisíacas. Con su arena suave y sus aguas cristalinas, te invitan a relajarte, tomar el sol y darte un refrescante chapuzón. Sumérgete en la belleza natural de la isla mientras disfrutas de un día de playa y te maravillas con los impresionantes acantilados que bordean la costa.
Uno de los puntos destacados de la isla es su Jardín Georges Delaselle, un oasis botánico que alberga una amplia colección de especies exóticas de todo el mundo. Déjate sorprender por la variedad de plantas y flores que adornan este jardín único y disfruta de las impresionantes vistas panorámicas desde su mirador.
33. Cancale
Conocido como la «capital de las ostras», Cancale te invita a descubrir sus impresionantes paisajes marinos, su deliciosa gastronomía y su rica historia marítima.
Cuando llegues a Cancale, te recibirán las vistas panorámicas del océano Atlántico y el aire salado que te recordará la cercanía del mar. El pueblo cuenta con un encanto especial, con sus casas tradicionales de piedra y sus calles adoquinadas que te invitan a explorar. Dirígete hacia el puerto y disfruta del ambiente animado mientras los pescadores locales descargan sus capturas frescas del día.
Cancale es famoso por sus ostras y mariscos frescos, así que no puedes dejar de probar estas delicias culinarias durante tu visita. Dirígete a uno de los restaurantes locales para degustar las ostras recién extraídas del mar y experimentar su sabor único y fresco. Si eres amante de los mariscos, también podrás disfrutar de otros manjares como los mejillones, las vieiras y los langostinos frescos, preparados de diversas formas que resaltan sus sabores naturales.
34. La Pointe du Raz
Al acercarte a Le Pointe du Raz, sentirás una energía especial que emana de este lugar emblemático. Enfrentándote al poderoso océano Atlántico, contemplarás acantilados escarpados y el rugir de las olas que rompen contra las rocas. Te quedarás maravillado ante la inmensidad del horizonte y la vista panorámica de aguas azules que se extienden hasta donde alcanza la vista.
Explora los senderos que serpentean por los acantilados y descubre una rica biodiversidad, con aves marinas que sobrevuelan el cielo y una flora costera única. Camina hacia el faro de La Vieille, un hito histórico que ha guiado a los marineros durante décadas, y sumérgete en la atmósfera mística y cautivadora de este lugar.
La singularidad de Le Pointe du Raz no solo radica en su belleza natural, sino también en su importancia cultural e histórica. Este lugar ha sido testigo de innumerables historias marítimas y leyendas, y es considerado uno de los puntos más occidentales de Europa continental. Sumérgete en su rica historia mientras visitas el Centro de Interpretación, donde aprenderás sobre la vida de los antiguos marineros y descubrirás los secretos del océano y sus misterios.
35. Menhir de Saint Uzec
Descubre el misterio y la grandeza del Menhir de Saint Uzec, una impresionante estructura de piedra que se alza majestuosamente. Con miles de años de antigüedad, este menhir es un testimonio vivo de la historia y la cultura ancestral de la región.
El Menhir de Saint Uzec te recibirá con su imponente presencia y te transportará a tiempos pasados. Con una altura de más de seis metros, esta gran columna de piedra es un símbolo de poder y misticismo. Observa cómo se eleva hacia el cielo, resistiendo el paso del tiempo y manteniendo su lugar en el paisaje bretón.
Mientras te acercas al Menhir de Saint Uzec, te envolverá una sensación de asombro y admiración. Imagina las habilidades y los esfuerzos que se requirieron para erigir esta estructura colosal en un tiempo en el que no existían las herramientas modernas. Este menhir representa la destreza y la dedicación de las antiguas civilizaciones que lo construyeron.
Además de su importancia histórica, el Menhir de Saint Uzec también te permitirá disfrutar de las vistas panorámicas de la campiña circundante. El entorno natural que lo rodea es simplemente espectacular, con colinas onduladas, campos verdes y un aire de tranquilidad que invita a la contemplación y la reflexión.
Consejos para visitar la Bretaña Francesa
¿Cual es el pueblo más bonito de la Bretaña Francesa?
Si tuviera que elegir uno, sería difícil, pero hay un pueblo que destaca por su autenticidad y su ambiente pintoresco: Dinan.
Dinan, con sus calles empedradas y sus casas de entramado de madera, te transporta a la época medieval con su encanto histórico. Situado a orillas del río Rance, este pueblo amurallado te seduce con su arquitectura medieval perfectamente conservada. Pasea por sus estrechas callejuelas y admira las casas de colores que albergan tiendas de artesanía, galerías de arte y acogedores cafés.
Uno de los puntos más destacados de Dinan es su majestuoso castillo, que se alza imponente sobre la ciudad. Explora sus torres y murallas, y disfruta de las vistas panorámicas del paisaje circundante. Además, no puedes perderte la famosa Rue du Jerzual, una calle empinada y pintoresca que te lleva desde el puerto hasta el corazón del casco antiguo de Dinan. A medida que subes por sus escalones empedrados, te sorprenderás con las encantadoras casas de los pescadores y las vistas panorámicas del río.
Dinan también es conocido por su animado mercado, donde podrás degustar productos locales y sumergirte en la cultura culinaria bretona. Desde crepes deliciosas hasta sidra tradicional, aquí encontrarás una variedad de sabores auténticos que te conquistarán.
Si deseas sumergirte aún más en la historia de la región, puedes explorar las murallas de la ciudad y visitar la Basílica de San Salvador, una joya arquitectónica con elementos góticos y renacentistas. También puedes dar un paseo en barco por el río Rance y disfrutar de la serenidad del paisaje fluvial.
Dinan, con su atmósfera medieval y su encanto sin igual, te ofrece una experiencia única en la Bretaña Francesa. Sus calles empedradas, su arquitectura medieval y su rica historia te envolverán en un viaje en el tiempo. No importa si eres un amante de la historia, un aficionado a la fotografía o simplemente buscas sumergirte en la autenticidad de la región, Dinan te espera con los brazos abiertos para brindarte una experiencia inolvidable.
¿Cuantos días se necesitan para visitar la Bretaña Francesa?
La duración ideal para visitar la Bretaña Francesa dependerá de tus intereses, disponibilidad de tiempo y ritmo de viaje. Sin embargo, para disfrutar de una experiencia completa, se recomienda dedicar al menos una semana a esta hermosa región.
Durante una semana, tendrás la oportunidad de explorar algunos de los lugares más destacados de la Bretaña Francesa, como los pueblos medievales de Dinan y Vannes, las ciudades costeras de Saint-Malo y Quimper, y las impresionantes formaciones rocosas de la Costa de Granito Rosa. Además, podrás visitar las hermosas islas de la región, como Belle-Île-en-Mer y la isla de Bréhat.
Si tienes más tiempo disponible, puedes extender tu estancia y explorar otros destinos fascinantes, como el Golfo de Morbihan, el Mont Saint-Michel, el Finisterre y sus pintorescos faros, o adentrarte en el misterioso bosque de Brocéliande.
¿Cual es la mejor época para viajar a la Bretaña Francesa?
La Bretaña Francesa es una región encantadora que ofrece experiencias únicas durante todo el año. Sin embargo, hay ciertas épocas que destacan por diferentes razones, y la mejor época para viajar a la Bretaña Francesa dependerá de tus preferencias personales y actividades deseadas.
Si eres amante del clima cálido y los días soleados, el verano (de junio a agosto) es la temporada ideal para visitar la Bretaña Francesa. Durante estos meses, podrás disfrutar de agradables temperaturas, playas animadas y una amplia gama de festivales y eventos culturales. Las ciudades costeras como Saint-Malo y Quiberon están en su apogeo, con un ambiente vibrante y una amplia oferta de actividades al aire libre.
Si buscas escapar de las multitudes y prefieres temperaturas más suaves, la primavera (de abril a mayo) y el otoño (de septiembre a octubre) son excelentes opciones. Durante la primavera, la región se llena de flores y la naturaleza está en pleno despertar. El clima es agradable y propicio para explorar los pintorescos pueblos y realizar caminatas por la costa. En otoño, los paisajes se tiñen de hermosos colores y la región ofrece una sensación más tranquila y auténtica.
Si eres amante de los deportes acuáticos y el viento, el invierno (de noviembre a marzo) es la temporada perfecta para practicar surf, windsurf y kiteboarding. Las playas se convierten en un paraíso para los entusiastas de estos deportes, y encontrarás condiciones óptimas para deslizarte sobre las olas.
Esperamos que os haya gustado el artículo de cosas que ver en la Bretaña Francesa y sobretodo que os sirva de ayuda para vuestra próxima visita a esta zona. Cualquier duda nos la podéis dejar en los comentarios y os contestaremos encantados.
¡Un abrazo y Actitud Viajera!
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