¿Quién Fue Realmente Madame du Barry? Un Viaje a lo Prohibido

Madame du Barry: Entre Sábanas y Palacios, ¿Una Reina del Amor Libre?

Madame du Barry, la última maîtresse-en-titre (amante en el título) del rey Luis XV de Francia, fue una figura fascinante en una época donde el libertinaje, la sensualidad y el poder a menudo iban de la mano. Pero, ¿quién fue realmente esta mujer? En este post, te llevamos en un recorrido por la vida de una de las cortesanas más icónicas de la historia, una mujer que rompió las reglas y definió las suyas propias, de una manera muy similar a las relaciones liberales y el poliamor de hoy en día.

¿Y por qué hablamos hoy de esta mujer? Por el reciente estreno (al menos cuando escribo estas líneas) de la película Jeanne du Barry (2023), dirigida y coprotagonizada por Maïwenn (haciendo de Madame du Barry) y además con Johnny Depp haciendo de Luis XV. Por cierto, recomendadísimo verla en versión original (en francés), ya que los hechos que nos cuentan sucedieron en Francia y no hay nada más fiel que escuchar a los protagonistas en su idioma original (porque, además, así la grabaron).

Visualmente es genial y la historia que nos cuentan no está mal (basada en hechos reales), pero al investigar más sobre Madame du Barry, me doy cuenta de que se quedan algo cortos con todo lo que vemos sobre ella en la película.

De Humildes Comienzos a Cortesana de Lujo

Jeanne Bécu, la mujer que el mundo conocería como Madame du Barry, nació en 1743 en Vaucouleurs, Francia. De origen humilde (hija de una costurera soltera), con su belleza arrebatadora y una inteligencia astuta, sabía que podía ascender por las escalas sociales que parecían tan firmemente en su contra.

Su primer paso en este camino de ascenso fue mudarse a París, la ciudad donde todo podía suceder. Aquí, trabajó inicialmente como dependienta en una tienda de modas. Pero la joven Jeanne se dio cuenta rápidamente de que su aspecto y encanto podrían ofrecerle una vida mucho más lujosa que la de una simple empleada.

Fue entonces cuando Jeanne entró en el mundo de la cortesanía (prostitución, especialmente si se hace de forma elegante o distinguida), trabajando en un burdel de lujo. Algunos podrían ver este paso como una caída en desgracia, pero para Jeanne, fue una escuela de vida como ninguna otra. Aprendió las artes del amor y la seducción, sí, pero también las sutilezas de la psicología humana, la diplomacia y la manipulación.

A medida que su reputación crecía, empezó a mezclarse con hombres de riqueza y poder. Entre sus primeros protectores figuraban algunos de los hombres más influyentes de la época, como Jean du Barry, quien se convertiría en su patrocinador y le daría su famoso apellido. Fue él quien la presentó al rey Luis XV, el encuentro que cambiaría su vida para siempre.

Madame du Barry La Reina Libertina de Versalles y su Vida de Desenfreno

¿Cómo llegó Jeanne du Barry a los brazos de Luis XV?

Pero hacer el salto de cortesana a maîtresse-en-titre del rey no fue fácil. Jeanne tenía que competir con mujeres de cuna noble y educación refinada. Aquí es donde su formación como cortesana realmente brilló. Utilizó su inteligencia, su sensualidad y su innata habilidad para leer a las personas para captar la atención del rey, y lo que es más importante, mantenerla.

Una vez que se convirtió en la amante oficial del rey, se le otorgó el título de Condesa du Barry y fue presentada en la corte de Versalles, cerrando así su asombroso viaje de la pobreza a la opulencia. Este ascenso meteórico en una sociedad que estaba diseñada para mantener a las personas en su lugar es un testimonio del carácter astuto y encantador de Madame du Barry, características que resuenan con fuerza para aquellos que desafían las convenciones sociales y amatorias en el mundo moderno.

El Poder de la Sensualidad

Madame du Barry era una mujer que entendía el poder intrínseco de la sensualidad y la sexualidad, no solo como herramientas para obtener placer personal, sino también como mecanismos para ejercer influencia y poder en una sociedad patriarcal. Este entendimiento la coloca en una posición única en la historia, y es un tema que toca de cerca a muchas personas que exploran relaciones liberales y poliamor en la actualidad.

Para Madame du Barry, la sensualidad no era simplemente una táctica; era un estilo de vida. Se dice que su alcoba estaba decorada de manera lujosa, con los tejidos más finos, perfumes embriagadores y una variedad de juguetes y accesorios que incluso los más aventureros de hoy encontrarían intrigantes. Pero no se trataba solo de objetos o decoraciones; era sobre la energía que ella llevaba consigo, esa aura inconfundible de alguien que no solo disfruta del placer, sino que también lo entiende como una forma de arte.

Madame du Barry La Reina Libertina de Versalles y su Vida de Desenfreno

¿Madame du Barry seguía las normas establecidas?

Al igual que muchas personas en relaciones liberales y poliamorosas hoy en día, Madame du Barry no se dejó restringir por las normas tradicionales sobre sexualidad y amor. Vivía en una época donde el papel de una mujer estaba muy claramente definido, pero ella se negó a quedarse en el molde que la sociedad intentó imponerle. Se podría decir que practicó una forma temprana de «poliamor de la realeza», al mantener relaciones con múltiples hombres poderosos y mujeres influentes de su época, todo mientras estaba en una relación principal con el rey Luis XV.

Además de su enfoque en el placer físico, Madame du Barry también entendía la importancia de la conexión emocional y mental en cualquier relación. A pesar de su reputación como seductora, era conocida por su ingenio, su encanto y su habilidad para mantener conversaciones profundas e intelectuales. Estas cualidades la hicieron irresistible no solo para su amante real, sino para todos los que tuvieron la fortuna de cruzar su camino.

Lujo y Libertinaje: Los Placeres de Madame du Barry

Si hay algo que definió a Madame du Barry, además de su asombroso ascenso social y su poderosa sensualidad, fue su amor por los placeres de la vida. Pero no hablamos solo de placeres físicos; hablamos de un estilo de vida cargado de lujo y libertinaje que captura la imaginación de cualquiera interesado en explorar los límites del deseo y la opulencia. Un concepto que resuena poderosamente en el mundo de relaciones liberales y poliamor, donde el deseo de vivir experiencias intensas y liberadoras es clave.

Sus habitaciones en Versalles eran un testimonio de su gusto refinado, decoradas con obras de arte exquisitas, espejos ornamentados y muebles de la más alta calidad. Pero no era solo el entorno físico lo que la distinguía; Madame du Barry tenía un apetito voraz por experiencias, una curiosidad insaciable que la llevaba desde los teatros más sofisticados hasta las tabernas más sórdidas de París.

Madame du Barry La Reina Libertina de Versalles y su Vida de Desenfreno

Las fiestas liberales o libertinas de Madame du Barry

Entre bailes, juegos de cartas y conversaciones en sus salones, Madame du Barry exploraba la libertad de las relaciones humanas sin las ataduras de la moral tradicional. En sus fiestas, los límites convencionales se difuminaban, y la aristocracia podía dar rienda suelta a sus deseos más íntimos y perversos.

Estas fiestas eran también un espacio para experimentar. Se rumorea que Madame du Barry introdujo en la corte muchas prácticas y juguetes eróticos que eran poco conocidos en la época, dando a los placeres carnales un lugar destacado en sus eventos. Todo esto se hacía con un estilo y una elegancia que solo ella podía lograr, fusionando el lujo y el libertinaje de una manera que la sociedad francesa jamás había visto.

Lo que es quizás más relevante para las discusiones modernas sobre relaciones liberales y poliamor es que Madame du Barry no se limitaba a vivir estos placeres en secreto. Ella era una mujer que, a su manera, desafiaba las normas y vivía su vida como un libro abierto, sin temor al juicio de los demás. En esto, se convierte en un modelo para cualquiera que busque vivir su vida amorosa y sexual de manera abierta, sin restricciones y con un toque de lujo.

Una Política de Pasión

Madame du Barry no era solo una figura de escándalo y placer en la corte francesa; también fue una mujer involucrada en la intrincada red de la política de su época. Su relación con el rey Luis XV no solo era un testimonio de su habilidad para captar la atención de uno de los hombres más poderosos de Francia, sino que también le otorgaba una posición única para influir en asuntos de Estado. Y esto es particularmente relevante para aquellos interesados en relaciones liberales y poliamor, donde la dinámica del poder y la influencia a menudo juegan un papel clave.

Madame du Barry sabía que el poder no era simplemente una cuestión de política; era una cuestión de pasión. Era conocida por usar su encanto e influencia para favorecer a sus aliados y afectar cambios políticos, a menudo operando en las sombras mientras mantenía una fachada de mera cortesana de lujo. Su destreza en este ámbito era tal que muchos de los miembros de la corte la veían como una amenaza real, lo que llevó a conspiraciones y esfuerzos para desacreditarla.

No fue solo su relación con el rey la que marcó su influencia política; también formó alianzas y enemistades dentro de la corte que impactaron significativamente en su destino y en el de Francia. Algunos ministros y consejeros reales encontraron en Madame du Barry a una aliada valiosa, mientras que otros la veían como un obstáculo a eliminar.

La Caída de una Libertina

Si bien la historia de Madame du Barry está llena de ascensos meteóricos y momentos deslumbrantes, su vida también estuvo marcada por una caída vertiginosa, lo que la hace una figura aún más cautivadora para aquellos interesados en las complejidades del poliamor y las relaciones liberales. Su caída representa una realidad brutal pero fascinante: la volatilidad del poder y el peligro que puede acompañar a una vida de libertinaje desenfrenado.

Tras la muerte de Luis XV en 1774, Madame du Barry cayó en desgracia rápidamente. Sin la protección del rey, fue exiliada a la Abadía de Pont-aux-Dames, una decisión impulsada tanto por los enemigos políticos que había acumulado durante su tiempo en la corte como por la creciente antipatía hacia las figuras asociadas con el antiguo régimen. Pero incluso en el exilio, su personalidad magnética y su estilo de vida escandaloso la mantuvieron en el centro de la conversación pública.

El fin de Madame du Barry

Con el estallido de la Revolución Francesa, los peligros para Madame du Barry se multiplicaron exponencialmente. A pesar de sus intentos por mantener un perfil bajo, incluso vendiendo sus posesiones más valiosas para financiar la causa revolucionaria, su pasado como favorita real y su ostentoso estilo de vida la convirtieron en blanco de los revolucionarios. Finalmente, fue arrestada y condenada a la guillotina en 1793.

La muerte de Madame du Barry sirve como un recordatorio crudo de los riesgos que a menudo vienen con la vida en los márgenes de la sociedad y las normas. Para quienes exploran relaciones no convencionales, la historia de Madame du Barry puede verse como una advertencia, pero también como una especie de martirio. A pesar de los peligros y las adversidades, nunca dejó de vivir la vida en sus propios términos, una actitud que muchos en el mundo del poliamor y las relaciones liberales aspiran a adoptar.

Además, su caída y eventual ejecución también son reflejo de una sociedad que, aunque en el borde de un cambio radical, todavía no estaba lista para aceptar la verdadera libertad en la forma que ella la había vivido. En este sentido, Madame du Barry se convierte en un símbolo potente de resistencia contra una cultura que busca limitar las formas en que vivimos y amamos.

Conclusión

Madame du Barry fue un ícono de su tiempo y un modelo a seguir para aquellos que buscan desafiar las normas sociales y sexuales impuestas. Como exploradores modernos del poliamor y del libertinaje, hay mucho que podemos aprender de su historia. Si te has sentido cautivado por la vida libertina de Madame du Barry, asegúrate de explorar más historias sobre relaciones liberales y poliamor aquí, en Glam Eterna.

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