L'homme de La Mancha: El año que Jacques Brel soñó que era Don Quijote | Cultura | EL PAÍS
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El año que Jacques Brel soñó que era Don Quijote

La adaptación del musical ‘El hombre de la Mancha’ que el cantautor belga estrenó en Bruselas en 1968 revive en Madrid

Un momento de la representación de L'homme de La Mancha'.
Un momento de la representación de L'homme de La Mancha'.Danny Willems

En 1967, un año después de anunciar su retirada de los escenarios, Jacques Brel asistió a una representación en Nueva York del musical El hombre de la Mancha, basado en la novela de Cervantes, un exitazo de Broadway con libreto de Dale Wasserman, música de Mitch Leigh y letras de Joe Darion estrenado en 1965. El cantautor belga, que amaba a Don Quijote porque él mismo se sentía quijote —soñador, loco, idealista, cronista del desarraigo y el desamor—, quedó fascinado por el espectáculo y enseguida pidió los derechos para hacer una versión en francés. Especialmente embelesado quedó por la letra de El sueño imposible, uno de los temas más conocidos de la obra: "Soñar, lo imposible soñar / vencer al invicto rival / sufrir el dolor insufrible / morir por un noble ideal".

En otoño de 1968, aquel año en el que todos los sueños parecían posibles, Brel volvió excepcionalmente a los escenarios para encarnar a Don Quijote en su particular versión del musical estadounidense y aquella canción sonó por primera vez en francés, traducida como La Quête (la búsqueda), que de inmediato pasó a formar parte del repertorio más popular del cantautor y también de la chanson française en general. L'homme de La Mancha se estrenó en La Monnaie (el teatro de ópera de Bruselas) y, poco después, se representó en París durante cinco meses. Brel dirigió la adaptación y firmó la traducción y los arreglos de todos los temas. Fue una de las últimas veces que se le pudo escuchar en directo antes de su prematura muerte a los 49 años por cáncer en 1978.

Coincidiendo con el 40º aniversario de su muerte y el 50º del estreno de L'homme de La Mancha en La Monnaie, cuatro grandes teatros europeos (KVS y La Monnaie de Bruselas, Teatro de Lieja y Teatro Español de Madrid) se unieron el año pasado para revivir aquel sueño de Brel en una nueva producción que se estrenó en otoño de 2018 en el KVS y que llega esta noche al Español, donde podrá verse hasta el sábado. "No es una reposición museística. La historia y la partitura son las mismas, pero este es un Quijote de hoy. Un Quijote urbano, que se ambienta en una ciudad como Bruselas, con toda su diversidad étnica, cultural y artística", puntualizó ayer Junior Mthombeni, codirector del espectáculo junto con Michael De Cock, en un encuentro con la prensa en Madrid. Esto se refleja en el escenario: Sancho está interpretado por un actor y músico de hip hop de origen congoleño, Dulcinea es una cantante de ópera, hay fragmentos en slam (estilo de recitado rítmico), hay danzas callejeras, vídeos...

"I have a dream"

Lo que no ha cambiado es el leitmotiv que atravesaba la producción original y que incluso está potenciado en esta nueva versión. "Esta es una obra sobre la necesidad de soñar un mundo mejor y luchar por ello", explicó De Cock. "Podríamos resumirlo así: I have a dream. Solo quien sueña puede cambiar el mundo", añadió Mthombeni, recordando el mítico discurso de Martin Luther King.

Filip Jordens, actor y cantante de larga experiencia en el repertorio de Brel, interpreta a Don Quijote y, por ende, también al cantautor. Un doble reto que nunca le inquietó. "No hay que tener miedo a enfrentarse a los símbolos. Simplemente hay que evitar prejuicios, excusas, miedos", afirmó ayer Jordens, que incluso tiene un cierto parecido físico con Brel. Tampoco tuvo miedo a pasearse hace un año por La Mancha disfrazado de Don Quijote, en un viaje con todo el equipo artístico de la obra: "Niños y adultos se nos acercaban con la naturalidad de quien se acerca a un familiar. Ni siquiera les parecía raro que Sancho fuera negro. Descubrimos el profundo significado que conservan estos personajes".

Junior Akwety (Sancho) tiene grabado un momento de aquel viaje: "Un hombre se me acercó en una cafetería y me advirtió: 'Sancho no es solo el escudero de Don Quijote. Es su amigo, su compañero, quien le acompaña en sus sueños. Recuérdalo cuando lo interpretes'. Me dio la clave".

Los teatros europeos unen fuerzas

La versión estadounidense de El hombre de La Mancha se ha puesto en pie dos veces en España: en 1966, con Luis Sagi-Vela y Nati Mistral, y en 1997, con José Sacristán y Paloma San Basilio, en un espectáculo que inauguró la época dorada de los musicales de la Gran Via Madrileña. Pero es la primera vez que puede verse la versión de Jacques Brel, resultado de la cooperación entre teatros institucionales europeos, entre ellos el Español de Madrid. Del vínculo de este con el KVS de Bruselas nació también esta temporada Mrs. Dalloway, dirigida por Carme Portaceli (directora del Español) con la colaboración en la dramaturgia de Michael de Cock (director del KVS), que se ha visto recientemente en Madrid y viajará a Bruselas el año que viene. En la producción de L'homme de La Mancha ha colaborado activamente también el Instituto Cervantes.

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Sobre la firma

Raquel Vidales
Jefa de sección de Cultura de EL PAÍS. Redactora especializada en artes escénicas y crítica de teatro, empezó a trabajar en este periódico en 2007 y pasó por varias secciones del diario hasta incorporarse al área de Cultura. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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