Julián Figueroa aclara si tuvo una recaída en las adicciones y está en un centro de rehabilitación
Julián Figueroa aclaró las especulaciones sobre una recaída en las adicciones. El hijo de Maribel Guardia y el fallecido Joan Sebastian señaló que ha estado trabajando en su persona, pero que nada tiene que ver con el abuso del alcohol como sucedió hace 7 años.
El intérprete de 'Yo sería' dio una entrevista a la publicación mexicana TVyNovelas en donde desmintió los rumores que apuntaban a que estaba en una clínica de rehabilitación. "No es verdad, gracias a Dios he estado muy bien desde hace tiempo", señaló el cantante de 27 años.
Julián en busca de la espiritualidad
Figueroa explicó lo que ha hecho en las últimas semanas, luego de que su familia diera positivo al covid-19: "Lo que pasa es que estoy tomando unos cursos, prefiero no decir dónde porque es parte de mi privacidad, pero estoy yendo todos los días, y a veces voy y me quedo dos días y regreso a mi casa".
El hijo de Maribel Guardia dejó claro que no se encuentra en ningún tratamiento contra las adicciones y que los cursos que toma están ligados a temas espirituales.
"Tienen más que ver con el camino filosófico que estoy llevando y con mi preparación espiritual [...] Pero no tienen nada que ver con ninguna adicción ni con ningún centro de rehabilitación".
En enero, tanto su esposa Ime Garza-Tuñón como su hijo José Julián, de 4 años, se contagiaron de coronavirus sin mayores complicaciones, y el cantante estuvo al pendiente de la salud de ellos, según reveló la nuera de Maribel Guardia a TVyNovelas.
Lo anterior, como prueba de que el cuarto hijo de 'El Rey del Jaripeo' está cerca de su familia, tal como lo señaló en la reciente entrevista.
Julián Figueroa y su rehabilitación
En 2015, el único hijo de Maribel Guardia decidió internarse en un centro de rehabilitación para tratar sus problemas con el alcohol: "Lo discutí con mi madre, tomé la iniciativa, quería buscar ayuda porque ya no quería tomar de esa forma. Ella y mi tío Marco (esposo de Maribel) me apoyaron. La idea era tomar terapia e irme (de la clínica), pero me ofrecieron la estancia y yo accedí", dijo en entrevista para el programa Hoy.
En ese entonces, Julián Figueroa señaló sentirse orgulloso del paso que dio en su vida: "Me di cuenta de que se me había salido de las manos completamente".
"El tratamiento es 100% voluntario, entraba y salía. Son 35 días, podía salir a comer con mi familia, al cine. Me habían ofrecido el medio camino, que era estar en mi casa e ir en las tardes a tomar el tratamiento", agregó.
Ese mismo año, su padre, Joan Sebastian, falleció a causa del cáncer de huesos con el que había estado luchando por más de una década. El joven contó en mayo del 2015 cómo había reaccionado su progenitor ante la noticia del tratamiento que había recibido de forma voluntaria: "Fui a hablar con mi papá para avisarle, reaccionó muy bien y me dijo que se sentía orgulloso de mí porque para eso se requiere valor", recordó Julián.
