The Last of Us - Temporada 1 completa (HBO Max)

Con suerte he dejado más claro que el agua el hecho de que me encantan los dos juegos postapocalípticos de Naughty Dog. Esa es una de las razones por las que me he mostrado algo escéptico respecto a la serie de HBO y PlayStation Productions, lo que hace mucho mejor y sorprendente que el fruto haya sido la mejor adaptación de un videojuego en la industria del cine y televisión de todos los tiempos.

Una de las razones principales por lo que esto ocurre es porque la serie hace un trabajo magnífico a la hora de adaptar la extraordinaria historia de The Last of Us, a la vez que nos enseña partes del universo que no se habían visto antes. Esta es una manera de entretener y sorprender a los que ya conocemos los entresijos del juego, y de ofrecer a los espectadores nuevos un conocimiento más profundo del mundo. A eso añádele algunos cambios grandes y otros pequeños, y sin duda se puede afirmar que no te puedes perder la aventura de Joel y Ellie en HBO durante las próximas semanas, aunque solo sea para formar parte de los candentes debates que estoy seguro de que surgirán.

Porque indudablemente hay algunos cambios que van a gustar, enfadar o provocar cualquier emoción entre esas a los fans del título. El hecho de que se tuviesen que hacer pequeñas modificaciones debido a que recrear algunos momentos específicos sería sumamente difícil sin poner en peligro a personas, cargarse el ritmo y/o volar por los aires el presupuesto del proyecto en cuanto a duración o dinero, no quiere decir que no tengamos derecho a que no nos gusten un par de ellas. No pienso destripar los que me hicieron fruncir el ceño, pero digamos que un par de cambios no se gestionaron tan bien en la serie como en el juego. Esto ya sea porque tenemos menos tiempo con los personajes y con el mundo, por una actuación con menos sustancia o porque Neil Druckmann (uno de los responsables principales del juego) decidió acabar su episodio de una forma más... "artística", que más o menos pone en duda parte de los elementos centrales del universo.

No me malinterpretéis, que diga que hay momentos en los que las actuaciones tienen menos sustancia, no quiere decir que siempre sean peores, sino que son distintas. Tanto Pedro Pascal, como Bella Ramsey o Nick Offerman y un puñado de otros actores brindan unas interpretaciones increíbles de sus personajes. Pensaba que no iban a ser capaces de acercarse a las queridas versiones del juego o incluso que iban a pasarse de vez en cuando, pero es fantástico ver que la mayoría lo clavan. Claramente, al principio las diferencias extrañan, pero no tardé mucho tiempo en enamorarme de esta historia tras acostumbrarme a la mezcla entre lo viejo y lo nuevo.

Uno de los aspectos con los que la serie da casi en el centro de la diana es en cómo gestiona la infección; muchos tráileres ya habían dejado esto bastante claro, pero aun así, ver y escuchar la forma tan maravillosa en la que han recreado a los infectados te deja la piel de gallina. Los sonidos que hacen son prácticamente los mismos que hace en el título de Naughty Dog y espero que los equipos de efectos especiales y caracterización se lleven un montonazo de premios por la manera en la que han conseguido crear unas criaturas tan terroríficamente realistas. Además, la preciosa cinematografía y la estelar música de Gustavo Santaolalla son la guinda del pastel para que pueda afirmar que The Last of Us se merece estar dentro del mismo saco que series como Juego de Tronos o Succession, del ya impresionante porfolio de HBO.

Sí, sí. The Last of Us es así de buena. Para ponerlo en perspectiva: nunca me he molestado en volver a ver una serie semanalmente cuando ya he visto el preestreno, pero tengo muchísimas ganas de ver cada uno de los episodios de The Last of Us (y no las primeras versiones de prueba que no cuentan con todos los efectos especiales o con ADR, etc.) junto con vosotros cada semana. Si bien es verdad que ver una versión de una historia que ya he visto a través de un videojuego de cierta manera no tiene un impacto tan grande, no cabe duda de que la serie de The Last of Us no solo es la mejor adaptación que hemos visto en la historia de los videojuegos, sino que también es una de las mejores series que hay, sin más. Facilita que más gente experimente la magistral historia del juego y le da vidilla a las cosas para los fans con cambios interesantes y nuevos e increíbles actores. La queja más importante que tengo es que es el claro ejemplo de por qué un videojuego es el mejor formato de todos, ya que no tienes tanto control sobre los personajes y el mundo, cosa que hace que la aventura tengo algo de menos impacto. Sin embargo, cuando pones todas las cartas sobre la mesa no es algo que importe mucho: The Last of Us sigue siendo la serie imprescindible con la que tienes que empezar el 2023 y me muero de ganas de ver como gestiona la continuación si (o con suerte, cuando) HBO le de luz verde a una segunda temporada.