Luto en el automovilismo por la muerte de Traverso | El “Flaco” y su maniobra más peligrosa en Misiones: la anécdota de cuando ganó pasando por arriba a un rival

Luto en el automovilismo por la muerte de Traverso | El “Flaco” y su maniobra más peligrosa en Misiones: la anécdota de cuando ganó pasando por arriba a un rival

En el mundo del automovilismo argentino, el nombre de Juan María Traverso resuena con autoridad y valentía. Conocido por su destreza en las pistas y su arrojo inigualable, Traverso dejó una huella imborrable en la historia de las carreras. En una entrevista, compartió la historia de su maniobra más temeraria, una hazaña que todavía parece desafiar los límites de lo posible.

La anécdota en cuestión tuvo lugar en una etapa del Premio de la Mesopotamia, en la mítica ruta que conducía hacia las majestuosas Cataratas del Iguazú. Traverso relató con emoción cómo enfrentó un desafío que puso a prueba su audacia y habilidades al límite. “Llegando a las Cataratas, en una etapa de un Premio de la Mesopotamia, adelante mío iba Carlos Marincovich”, narró Traverso. “Largábamos de a uno, íbamos por la tierra colorada, la selva, y había un lugar en el que había un badén, muy hondo y muy corto”.

Lo que hizo de esta maniobra un acto de verdadera audacia fue la decisión de Traverso de ir a fondo en un momento en que otros le aconsejaban extrema cautela. “Para mí era a fondo y (Héctor Luis) Gradassi, que venía conmigo, me decía no, ‘esto es primera, a dos por hora’. Pero como Marincovich me venía ganando, fui a fondo”, admitió Traverso.

La consecuencia fue asombrosa e inesperada. Traverso relató con un brillo en los ojos cómo la maniobra lo llevó a rebotar en el techo del vehículo de Marincovich. “Y no era a fondo, reboté en el techo de Marincovich, que estaba abajo, se clavó abajo; pegué y pasé. Y gané la etapa”, reveló Traverso, casi con incredulidad en su voz.

La hazaña no solo le valió la victoria en aquella etapa, sino que también se convirtió en una anécdota inmortalizada en los canales del automovilismo argentino. Marincovich, por su parte, describió el incidente de manera humorística y sorprendida: “¿Volcó Marincovich?”, le preguntaron los periodistas. A lo que él respondió con asombro: “No, el animal éste me pasó por arriba del techo”.

Juan María Traverso, con su pasión y valentía insuperables, sigue siendo un ícono del automovilismo argentino y un recordatorio constante de que el límite entre lo audaz y lo imprudente a veces se difumina en la búsqueda de la grandeza en la pista.  

 

 

 

 

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