La exmandataria realizó esas declaraciones durante un acto para homenajear al padre Carlos Mugica (1930-1974), a 50 años de su asesinato, y colocar la Virgen de Luján en el Salón de las Mujeres del Bicentenario del Instituto Patria, en esta capital.
Mugica fue nuestro contemporáneo, un hombre que pertenecía a la alta clase porteña, pero que comprendió el evangelio y no le quedó más remedio que hacerse peronista, villero y de opción por los pobres, afirmó Fernández.
Además, resaltó la importancia de seguir su ejemplo en momentos en que no mandan alimentos a los comedores populares y las personas pasan hambre.
Hubo un tiempo en Argentina cuando era tremenda la violencia y amplios sectores de la sociedad la ignoraban o dejaban que pasara. Era más difícil, había muerte, miedo, desaparición y miseria planificada. Nos parece que esos momentos de crueldad e individualismo son inéditos, pero desgraciadamente no es así, señaló.
Quienes vivimos de cerca la experiencia de que nos quieran matar, sabemos que todo puede superarse, que lo importante es la fuerza y la convicción, porque lo peor que puede pasar es agachar la cabeza ante lo que está pasando. Ahí sí estaremos vencidos, aseveró.
Asimismo, pidió trabajar fuerte en las universidades, barrios e iglesias, fortalecer la militancia política, el amor y la solidaridad.
La libertad es una hermosa palabra y un valor preciado, pero también la igualdad, concluyó.
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