Thabo y el caso del rinoceronte (2023), de Mara Eibl-Eibesfeldt

Thabo es un chavalín que vive en una reserva natural en Sudáfrica, junto a su tío Vusi, que se encarga que trabaja como guía turístico de la zona. Hasta el complejo llegará de visita desde Alemania la pequeña Emma y Thabo y ella se harán amigos. Durante una excursión para ver animales salvajes descubrirán que cazadores furtivos han matado a un rinoceronte para cortarle su cuerno. Se producirá un gran estupor y la policía acusará al tío de Thabo. Éste, que sueña con ser detective privado, no se quedará de brazos cruzados y junto con Emma investigará los hechos para descubrir al verdadero culpable.

Simpática película infantil de producción alemana, basada en la novela de Kirsten Boie. Con gran sencillez se narra una aventura protagonizada por los más jovencitos, que tendrán que idear un plan de pesquisas –huellas, ADN, registros en las habitaciónes, búsqueda del cuerno, etc.– para descubrir al misterioso cazador furtivo que anda por la zona. La directora Mara Eibl-Eibesfeldt desarrolla la historia con eficacia, con momentos de tensión y sorpresa bien dosificados, en donde la intrepidez de los niños es protagonista. De todas maneras reina siempre en la trama la inocencia y la falta de peligro, sin olvidar a qué público va dirigida la aventura.

De fondo Thabo y el caso del rinoceronte ofrece una hondo mensaje ecologista. Además de sacarle partido al paisaje africano y a la diversa fauna que vive en libertad, se aboga por el cuidado de la naturaleza y el respeto por todos los animales. Las actuaciones son eficaces, con el pequeño y resolutivo Litlhohonolofatso Litlhakayane en el papel de Thabo y la joven Ava Skuratowski en el de Emma. Y destaca también la presencia de la conocida actriz alemana Andrea Sawatzki como la tía Agatha, probablemente como pequeño homenaje a la “reina del crimen”.