Los 'esclavos' de Franco que construyeron la Academia de Infantería de Toledo

Los 'esclavos' de Franco que construyeron la Academia de Infantería de Toledo

El periodista Enrique Sánchez Lubián calcula que por las colonias penitenciarias de la capital toledana pasaron entre 3.500 y 4.000 presos políticos, que fueron utilizados para hacer trabajos forzosos

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Construcción de la Academia de Infantería de Toledo por presos políticos Imagen cedida
Mariano Cebrián

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Hablando de Memoria Histórica o Democrática, uno de los temas más controvertidos y menos conocidos por muchos es el de los presos políticos obligados a trabajar durante el régimen franquista o «esclavos de Franco», como los han llamado algunos. Una cuestión de la que hay pocos datos debido a que la dictadura ya se encargó de borrar cualquier registro de esos trabajos que realizaron un gran número de españoles que cumplían condena por su pasado.

Para arrojar algo de luz al respecto, el periodista Enrique Sánchez Lubián ha dado a conocer a ABC algunos hallazgos de las investigaciones que está llevando a cabo desde hace un año sobre esta cuestión y que se publicarán en forma de libro. En concreto, el investigador se ha centrado en la colonia penitenciaria que construyó la Academia de Infantería de Toledo, algo que apenas se ha tocado en la historiografía toledana, más allá de algunas publicaciones del coronel José Luis Isabel en la revista cultural 'Archivo Secreto' o del trabajo de la historiadora María Castaño sobre las instituciones punitivas en la provincia.

«Mi estudio está centrado en los presos: saber quiénes eran, de dónde venían y conocer un poco la vida dentro de la colonia penitenciaria de Toledo», explica Sánchez Lubián, que informa de que en España hubo seis agrupaciones penitenciarias, de las cuales tres estuvieron en la provincia de Toledo. Una, indica, en Talavera de la Reina, que hizo las obras del Canal Bajo del río Alberche; otra en Añover de Tajo, dedicada a la construcción de la Real Acequia del Jarama, y la de Toledo se centró en construir la Academia de Infantería, obras que comenzaron en 1941 y no terminaron hasta los años 60 del siglo XX.

Vista de las obras de la Academia de Infantería de Toledo desde la cuesta de Capuchinos Archivo municipal de Toledo

El periodista reconoce que «hay poca documentación y, además, dispersa por varios archivos», pero calcula que por la colonia penitenciaria de Toledo pudieron pasar en torno a 3.500 o 4.000 presos, de los cuales él creado ya una base de datos con nombres y apellidos de más de 2.700 de ellos. La mayor parte eran de la provincia de Jaén, de Almería, Granada, Madrid, Valencia y Toledo, que suponen un 10% del total.

Entre ellos, destaca el caso de Marcelino Camacho, fundador y primer secretario general del sindicato Comisiones Obreras (CCOO) que por aquel entonces estuvo en Toledo dentro del batallón de soldados trabajadores número 93, que era como una especie de segunda mili para presos políticos.

Penados de la 5ª Agrupación de Colonias Penitenciarias trabajando frente al Casco Histórico de Toledo Archivo histórico provincial de toledo (fondo rodríguez)

Ellos levantaron la Academia de Infantería, pero en Toledo -indica Sánchez Lubián- hubo otros edificios construidos por presos políticos, ya que hubo destacamentos penales trabajando en los Bloques militares de la avenida de la Reconquista o el Servicio Nacinal de Regiones Devastadas que participó en la reconstrucción, tras la Guerra Civil, de Zocodover, del Alcázar, de algunas iglesias, conventos y otros espacios de la ciudad.

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