Ptolomeo II - Inicio - Diccionario Tesauro de Historia Antigua y Mitología

Ptolomeo II

Filadelfo "el que ama a su hermana" (ca.309-246 a.C.). Faraón del Período Helenístico Ptolemaico y de la Dinastía Lágida (305-30), que reinó entre 283-246. Hijo de Ptolomeo I Sóter y de Berenice I, sucedió a su padre. Nació en la isla de Cos alrededor de 309. Debía tener veinticuatro años cuando su padre le cedió la corona en 285. Ptolomeo II se casó primero con Arsínoe I, hija de Lisímaco de Tracia, uno de los generales más importantes de Alejandro Magno, que le dio tres hijos: el mayor Ptolomeo III, que sería su sucesor, Lisímaco y Berenice, que casaría con Antíoco de Siria. Repudiada Arsínoe I, bajo el pretexto de una traición y desterrada al sur de Egipto, Ptolomeo II contrajo nupcias con su hermana mayor Arsínoe II, viuda entonces de Lisímaco de Tracia y mujer de gran carácter, que no le dio ningún hijo y con la que Ptolomeo II aparece en sus monedas. Tal matrimonio le valió el sobrenombre de Philadelphos "la que ama al hermano" sobrenombre de su hermana y esposa Arsínoe II y que se le aplicó a Ptolomeo II después de muerto. La política exterior de Ptolomeo II Filadelfo se caracteriza por la constante rivalidad con Antíoco I Sóter, hijo de Seleuco Nicátor, y con Antígono I Gonatas. Esta rivalidad estaba motivada por el deseo del egipcio de anexionarse totalmente Siria y de mantener una hegemonía total en el Egeo. La consecuencia de estas tensiones fueron las guerras que Ptolomeo II sostuvo con sus rivales. La primera de estas guerras estalló en 279, cuando tras el asesinato de Seleuco I Nicátor se sublevó la ciudad de Seléucide sobre el Orontes y Ptolomeo II intervino en apoyo de los sublevados, creyendo llegada la ocasión propicia para apoderarse de Siria. Los detalles de esta guerra son mal conocidos, pero como mínimo sabemos que el nuevo rey seléucida, Antíoco I, reaccionó aliándose con Magas, rey de Cirene. Magas atacó Egipto pero fracasó, y Ptolomeo II logró controlar Fenicia y las tierras del interior hasta las puertas de Damasco. La paz se firmó en 272 y en ella se reconoció a Egipto la posesión de Siria meridional y de Fenicia hasta Sidón, mientras que Magas conservaba su independencia en Cirene. Poco después estalló en Grecia la Guerra de Cremónides (266-261), sublevación de Esparta y Atenas contra Antígono I, que contó con el apoyo de Ptolomeo II, quien sin embargo no intervino personalmente. Esta guerra terminó con la rendición de Atenas en el 262. Entonces se aliaron Antígono I y el nuevo rey seléucida Antíoco II Teo contra Ptolomeo II, desencadenándose hacia 260 la 2ª Guerra Siria. Ptolomeo II, por su parte, intentó atraer a su bando a Eumenes I, soberano del nuevo estado de Pérgamo que, establecido a occidente de Asia Menor, en 262 había logrado independizarse de los seléucidas. La guerra terminó tras la derrota de la flota egipcia en Cos a manos de Antígono I (256), con la que se puso punto final al predominio naval egipcio en el Egeo. Auge de Roma, que amenaza las ciudades griegas tras haber derrotado a Pirro, general macedonio. A pesar de su simpatía por los griegos, se alía con los romanos. En lo referente a la política interior, a Ptolomeo II se debe el traslado definitivo de la capitalidad de Menfis a Alejandría. La prosperidad económica y una buena administración (creación de una banca real) le permitieron la realización de grandes construcciones en Alejandría (palacio, santuario, Museion, Biblioteca, puertos, y la conclusión de las obras del célebre Faro, una de las siete maravillas del mundo antiguo que habían sido iniciadas por su padre Ptolomeo I), así como diferentes expediciones hasta la cuarta catarata y fundaciones de emporios en el Mar Rojo. Desde Alejandría Ptolomeo II favoreció extraordinariamente el desarrollo de la cultura griega, convirtiendo la ciudad en capital intelectual del mundo helenístico. El Museo, por ejemplo, creado por Ptolomeo I, alcanzó su época de máximo esplendor con Ptolomeo II, y fueron numerosos los sabios y poetas que emigraron a Alejandría huyendo de una Grecia empobrecida. Este fue, en efecto, el momento más brillante de la monarquía ptolemaica, y el rey pudo contar siempre con su hermana y esposa Arsínoe II para estos menesteres, la cual se convirtió en su más eficaz colaboradora. Por ello, ninguna reina ha sido nunca tan celebrada por los poetas de su época como lo fue Arsínoe II, y el propio rey Ptolomeo II también participó de estas alabanzas, descollando especialmente en ellas figuras como Calímaco y Teócrito. Ptolomeo II instituyó la fiesta de las Ptolemaia, en honor de sus padres divinizados, y luego en el 271 el culto a los dioses Adelfos, en honor de su esposa Arsínoe II y de él mismo. Las ciencias y las técnicas experimentaron asimismo un enorme progreso, siendo tal vez suficiente recordar, entre los sabios alejandrinos de la época, al matemático Euclides, quien dispensaba sus enseñanzas en la metrópolis lágida desde época de Ptolomeo I. Pero la atención de Ptolomeo II se dirigió a la totalidad de sus súbditos, cualquiera que fuese su nacionalidad. De este modo, fue por orden suya que Setenta sabios judíos de la populosa colonia judía de Alejandría, vertieron al griego el texto hebraico del Antiguo Testamento. Y también fue por orden suya que Manetón de Sebenito, un sacerdote egipcio, escribió en griego su Historia de Egipto. A todo ello tal vez quepa añadir la versión griega del Corpus Hermeticum, cuya composición original se atribuía al propio dios de la sabiduría Thot, identificado por los griegos a Hermes Trimegisto. Llevó el sistema de canales, del que dependía la agricultura egipcia, a un alto grado de eficiencia. Puso de nuevo en funcionamiento el canal que unía el Nilo al Mar Rojo. Exploró el Alto Egipto, implantó guarniciones y fundó ciudades en el Mar Rojo, en la orilla egipcia y en la costa de Arabia, para proteger el comercio. Modificó la política primitiva respecto al lago Moeris. En vez de mantener el nivel alto, lo drenó parcialmente e hizo lo preciso para que el suelo fértil que había quedado expuesto, pudiese ser regado mediante una amplia red de canales conectada con el Nilo. La población aumentó en la zona y las ciudades se multiplicaron. No poseía los talentos militares de su antecesor, pero heredó su afición a las ciencias y las letras, las cuales no cesó de proteger durante los treinta y ocho años de su reinado. Administrador eficiente. Los esponsales entre hermanos se convierten en habituales en la familia real ptolomea. Construcción del gran templo de Isis en Filae. Hizo trasladar el cuerpo de Alejandro Magno de Menfis a Alejandría, edificando un monumento. Le sucedió su hijo Ptolomeo III Evérgetes I.
 
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