Simpático y caradura (1984), de Georges Lautner

Tratándose de una comedia con ribetes de farsa y protagonizada por el sin par Jean-Paul Belmondo, su título en español de Simpático y caradura es bastante explicativo. Sobre todo si nos atenemos a una trama donde él es un irresistible seductor –a pesar de la edad– que intenta ocultar como sea las infidelidades a su esposa. Un día, mientras disfruta de una apacible estancia en la Costa Azul, logra ligar con una jovencita e invitarla a su casa con la intención de pasar una noche de pasión. Pero sus planes se irán a pique cuando se presenta su esposa. Es entonces cuando a Belmondo no se le ocurre decir otra cosa que decir la chica es su hija. El enredo está servido.

Además de la pegadiza melodía de Philippe Sarde, lo mejor son las seductores maneras de Sophie Marceau como la jovencita y Marie Laforêt como la esposa engañada.