Beethoven (2020), de Niki Stein

Biopic sobre el genial compositor Ludwig Van Beethoven, escrito y dirigido por Niki Stein para conmemorar los 250 años de sus nacimiento. Se desarrolla con una estructura inteligente. Un Beethoven ya entrado en años y con profunda sordera, viaja en carruaje a la residencia de campo de su hermano Nikolaus en Gneixendorf, y en compañía de su sobrino Karl, que ejerce de ayudante. Entre sus manos está la carta que le ha escrito una mujer a la que amó en su juventud. El relato de su estancia en la casa, donde intenta componer para hacer frente a sus deudas, se alterna con la descripción de su infancia y juventud, con los tutores que le enseñan, el mecenazgo del Príncipe Elector, y los viajes a Viena donde conoce a genios como Mozart y Haydn.

El riesgo de una película de este corte consiste en caer en un academicismo acartonado, pero Stein sortea el peligro y logra un film notable, que hace justicia al genio de la música, aunque siempre habrá quien eche de menos episodios de su vida, o que se cae en simplificaciones. La composición del personaje a distintas edades a cargo de Tobias Moretti (adulto), Colin Pütz (niño) y Anselm Bresgott (joven) es buena, y el guión logra hacer sugerentes paralelismos entre Mozart y Beethoven (ambos son niños prodigios, necesitan mecenas y no pueden exprimir su talento todo lo que quisieran por razones pecuniarias), y entre Beethoven y su sobrino (las exigencias de sus familias, el mal de amores).

También se hace muy bueno uso de la música de Beethoven, en que se escoge a la perfección temas que casan con el humor de determinadas escenas. Además la historia de amor concede al film un adecuado aura de romanticismo, al igual que las penalidades que sufre el padre de Beethoven, que le hacen caer anímicamente cuesta abajo y sin frenos.