Crítica The Truth about Emanuel

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truth-emanuel Es difícil describir el argumento de “The truth about Emanuel” sin que parezca que estamos ante una especie de “Mujer blanca soltera busca” (“Single White Female”) o algo parecido… tanto el cartel de la película como la mayoría de las sinopsis que podemos leer sobre la cinta de Gregorini (y esta no es una excepción) dejan entrever que vamos a encontrarnos ante la típica película donde uno de los personajes se obsesiona con otro y cuya historia acaba derivando en una película de psicópatas. Supongo que por temas comerciales se habrá cambiado el título original de la cinta de “Emanuel and the truth of the fishes” por “The truth about Emanuel”, parece que es mas fácil llegar a la gente vendiendo una película sin hacer demasiadas referencias poéticas en el título, sin hacer pensar al espectador que ha de esforzarse para llegar a disfrutar y entender la película pero en este caso el primer título casa mejor con las intenciones, las ideas y las imágenes que usa Gregorini para contarnos la historia, mientras que el segundo enfatiza la errónea sensación causada al leer la sinopsis y ver el cartel de la película. Hemos de alejar esta idea de nuestras cabezas y acercarnos a la película de Francesca Gregorini con la idea pensando que nos vamos a encontrar con un gran personaje femenino, con una chica joven que vive atormentada por la muerte de su madre, que no encuentra su lugar en el mundo y que vive rodada de una familia, especialmente de una madrastra con la que no encaja, que no la entiende. Gregorini reconoce que esta película nació de su subconsciente y de sus demonios, esta película es una historia acerca de los secretos que nos ocultamos a nosotros mismos y a los demás. Para ella el cine es una metáfora con la capacidad de tener un gran significado y explorar a las personas. Si existía alguna duda acerca de las intenciones de la directora y guionista acerca de lo que quería contar, sus palabras y sus imágenes lo dejan claro: estamos ante una cinta que habla de todo aquello que guardarnos y ocultamos, de todo aquello que nos traumatiza y de cómo podemos decidir enfrentarnos a todo esto o no…esa batalla esta en nuestras manos… Y todo esto es un motivo más para lamentar también como se ha vendido esta cinta…

Una gran Kaya Scodelario, protagonista de la excelente visión de Andrea Arnold de la novela de Emily Brönte “Cumbres Borrascosas” (“Wuthering Heights”) da vida con notable acierto a la traumatizada protagonista (Papel pensado inicialmente para Rooney Mara). Su excelente monologo inicial nos deja claro que estamos ante una persona totalmente traumatizada pero con una personalidad desbordante y desasosegante a partes iguales, que nos atrapa y nos manipula de la misma forma que ocurre con Claude personaje interpretado por Aneurin Barnard. Es imposible no pensar en “Código 46” (“Code 46”) a la hora de ver y analizar la relación de estos personajes y en especial a la hora de hablar de los sentimientos de las protagonistas En ambas cintas los cumpleaños de los personajes interpretados por Kaya Scodelario y por Samantha Morthon sirven para mostrar los miedos y las dudas de estas, ambas asediadas por la soledad se aferran a la necesidad de que algo cambie. Si María Gonzales (Samantha Morthon), desea estar dormida pero quiere encontrar a alguien antes de que el tren se detenga pero cada cumpleaños que pasa hay una estación menos, Emanuel busca en Claude es vía de escape que necesita, recorriendo todos y cada uno de los vagones del tren en su desesperada búsqueda del chico. El agua presente durante la película, durante las muestras de desesperación de la protagonista… esos peces que la envuelven por momentos y que por desgracia se han perdido en el título…

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Es una lastima que las dos historia de los personajes principales resulten tan desiguales. Mientras para narrar la historia de Emanuel, Gregorini usa la poesía para mostrar los sentimientos de esta (Vease las ya comentadas constantes referencias al agua que hay en la historia), en la de Linda el aroma de misterio con la que la directora envuelve a esta historia hace que nos cueste acercarnos al personaje tomando demasiadas distancias con el. Mientras Emanuel se siente atraída por ella y por la necesidad de protegerla, nosotros como espectadores estamos demasiado distanciados de estos sentimientos como para compartirlos y ser participes de ellos. La directora reconoce que no ha intentado ser pomposa, solo ha intentado contar la historia de dos personas que tienen que seguir con sus vidas sin forzar ningún mensaje ya que este viene dado por si solo, alejándose del melodrama para contar una historia de personas y que hace que las cosas funcionen. Es de agradecer el intento por parte de esta de alejarse de la pomposidad y de la pretenciosidad que por desgracia son grandes males que afectan a muchas películas que tratan sobre personas que intentan superar sus traumas. Aún así las intenciones de Gregonini no acaban de encajar con lo que nos cuenta por lo menos de la manera que nos gustaría. Con todo estamos ante una muy interesante película que se ve con interés y donde una gran Kaya Scodelario es capaz de sostener toda la película sobre sus hombros.

Lo mejor: Kaya Scodelario y el gran monologo inicial.
Lo peor: Ese aroma a thriller con psicópata que no ayuda para nada a la historia.

Título: The Truth about Emanuel
Año: 2013
Género: Drama
Duración: 96 min
Director: Francesca Gregorini
Guión: Francesca Gregorini
Música: Nathan Larson
Interpretes: Kaya Scodelario, Jessica Biel, Alfred Molina, Frances O’Connor, Aneurin Barnand, Jimmi Simpsons, Sam Jaeger, Gabriela Dias
Nota: 6
Sinopsis: Emanuel vive atormentada debido a la muerte de su madre en el parto, la llegada de una vecina que guarda cierto parecido con su madre y el bebe de esta harán que Emanuel se obsesione con ella.