Warpaint: "No somos buenas en vendernos por internet"

Warpaint: «No somos buenas en vendernos por internet»

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Warpaint: «No somos buenas en vendernos por internet»

Casi seis años han transcurrido desde ‘Heads Up’. Muchas cosas han cambiado en el mundo desde entonces. Y más aún en el mundo particular de Warpaint. Se tomaron una pausa para realizar sus propios proyectos de vida individual: discos en solitario, maternidades, trabajos varios… Cuando al final lograron juntarse para grabar ‘Radiate Like This’, sobrevino la pandemia y tuvieron que volverse a separar. Cada una acabó su parte del disco por su cuenta. Y han tenido que esperar hasta que las condiciones han sido las adecuadas para lanzar este álbum y volver a la carretera.

Todo esto me lo resume rápidamente Emily Kokal, vocalista principal y guitarra, vía zoom. Desde Oregón se muestra relajada y muy agradable. La única pega es que apenas dispongo de veinte minutos para indagar en la génesis y el parto del nuevo álbum.

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Mi primera pregunta es: ¿por qué habéis tardado seis años en sacar nuevo disco?
No me han parecido seis años. Creo que es porque con la pandemia parece como si hubieran pasado 400 años y cuatro minutos a la vez. Dimos muchos conciertos durante mucho tiempo, antes y después de ‘Heads Up’. Y luego queríamos tomarnos nuestro tiempo. La verdad es que después de semejante gira, todas queríamos estar en nuestros propios mundos. Queríamos separarnos las unas de las otras y de la entidad Warpaint. Darnos una pequeña pausa para luego volver al disco y escribir juntas. En 2019 volvimos a juntarnos, tuvimos unas dos semanas para ensayar. Y entonces la pandemia irrumpió, lo que realmente ralentizó el proceso.

Las canciones no estaban aún acabadas, las tuvimos que finalizar por separado, aisladas unas de otras. Luego yo me quedé embarazada, Stella [Mozgawa, batería] estuvo en Australia durante la pandemia… No la he visto desde 2019; hice una gran parte del disco desde entonces, y todavía no he visto a Stella. Para bien o para mal, conseguimos nuestro deseo de tener nuestras propias vidas. Y sí, cuando acabó todo el proceso, habían pasado seis años… Pero no fueron seis años para hacerlo, aunque lo parezca (risas). Todo esto te enseña que la vida es impredecible.

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¿Os resultó complicado grabar el álbum en estas condiciones, cada una por separado?
Unas partes fueron magníficas, otras fueron un reto. No estar juntas y no tener la energía de las demás… ¿Qué sucede cuando juntas a cuatro personas en una habitación para hacer música? Es magia. Pero la separación también nos permitió tener tiempo para enfocarnos, concentrarnos y trabajar las canciones de manera diferente, experimentar por otras vías, lo que es algo muy bonito en este punto de nuestra carrera.

Hemos sido una banda durante 18 años. Es agradable hacerlo todo de manera diferente. Técnicamente fue muy distinto a cualquier cosa que había hecho con el grupo. No tenía un ingeniero de sonido, así que me dedicaba a tocar y me hacía yo misma de ingeniera. Las canciones tienen un buen equilibrio; grabamos las baterías y el bajo en directo antes de la pandemia. Después pudimos trabajarlas, colocar las voces como me gustaban… Dispuse de un poco más de tiempo para sopesar las canciones. ¡Quizás un poco demasiado tiempo! Creo que [este disco] va a ser una cápsula del tiempo muy interesante, especialmente en el futuro: ver un álbum que vive entre dos mundos.

«Con la pandemia parece que han pasado 400 años y 4 minutos a la vez»

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Durante estos seis años también han pasado muchas otras cosas, a nivel global: el gobierno de Trump, el movimiento #MeToo y, claro, la pandemia. ¿Cómo os han afectado todas estas cosas, a nivel personal y a nivel de banda?
Tuve otro bebé, así que de alguna manera me desconecté de la narrativa del mundo, de todo ese circo (social, cultural, político y la pandemia). Creo que soy bastante afortunada de poder decir que me desconecté de todas esas cosas. No me he sentido muy afectada, por suerte. Estaba viviendo en el desierto, en tierra de nadie, con un bebé. Trump, el movimiento #MeToo… todo empezó antes de la pandemia, también. Pero me concentro en sacar algo positivo, en asegurarme de que soy la versión más consciente y concienzuda de mí misma, intentando traer paz y estabilidad a mi vida y a las vidas de los que me rodean. Y pensando en la influencia y la voluntad que tengo sobre mí misma, la energía que saco dadas las circunstancias, e intento no quedarme atrapada en la locura que es todo.

Han sucedido muchas cosas desde que sacamos el anterior disco. Incluso internet o nuestra industria ha cambiado mucho desde entonces. Y encima suma la pandemia, que hace que todo sea aún más online, que todo gire más en torno al contenido. Quiero decir: lidiar con una campaña de marketing con todo este ambiente… Necesitas dar en la diana con todos tus posts de Instagram y otras mierdas que nosotras, como banda, no queríamos hacer. Nosotras, que empezamos en MySpace por diversión. De hecho, fue MySpace lo que nos consiguió un contrato con Rough Trade, así que obviamente es algo muy beneficioso. Pero ahora en este mundillo hay mucho de tenerte que posicionar tú y tu contenido. Esta es la parte que para mí más ha cambiado, especialmente para los artistas.

Sabes, ahora prácticamente cada artista tiene una línea de joyería o de cosmética, algún negociete paralelo para ganar dinero. Es más difícil para los artistas ganar dinero, si no están por eso. Lo es para nosotras, porque no somos buenas en vendernos por internet. Tenemos que tocar en directo, que es lo que sabemos hacer mejor. Creo, y eso es una cosa buena, que podemos salir al escenario y tener esta experiencia electrizante entre nosotras y compartirla con los demás. Y creo que es más necesario que nunca, especialmente ahora que la pandemia parece que está tocando a su fin. La gente lo necesita. O sea, vamos a estar de gira, tíos, os vamos a ver pronto.

«Ahora en este mundillo hay mucho de tenerte que posicionar tú y tu contenido. Esta es la parte que para mí más ha cambiado para los artistas»

¿Crees que la pandemia también afectó a la atmósfera de ‘Radiate Like This’? Es un disco melancólico y, a la vez, busca dar ánimos y coraje al que lo escuche, y no sólo ‘Champion’, que ya parte con esa premisa. ¿Es correcta esta apreciación?
Sí, creo que tienes razón. No solemos plantearnos un concepto para el disco, pero como personas, sí que nos los planteamos. Y creo que hemos crecido mucho como personas. Todo este cambio de escenario cambia tu estado mental. De estar en el estudio juntas, con esa energía, a pasarte una pandemia sola con un bebé en el desierto. Mi estado mental… Bueno, primero de todo, al estar en mi mundo, no me sentí tan afectada como el resto. Mi enfoque fue muy íntimo y solitario en muy distintas maneras.

En el pasado, te diría que mucha de la melancolía de Warpaint viene de… la melancolía (risas). Y sí, este álbum tiene ese sentimiento. Nos gusta la música oscura, triste. Pero en este disco… No sé. Quizás porque estaba embarazada y tuve un bebé, tenía esa especie de sabiduría maternal de saber dónde estamos como personas. Y creo que hay una cualidad esperanzadora en ello. Creo que es realmente inspirador, da buenas sensaciones. Cuanto más escucho el disco, mejor me hace sentir, lo que es fenomenal. ¡No hay nada malo en ello!

«Quizá por tener un bebé, sentía esa especie de sabiduría maternal de saber dónde estamos como personas. Creo que hay una cualidad esperanzadora en ello»

El directo es muy importante para vosotras. De hecho, el disco no lo queríais sacar hasta que no lo pudierais acompañar de una gira, ¿no?
Sí, si no giramos… Quiero decir, hay muchas cosas que se pueden hacer mientras no giras y no haces esa conexión [con el público]. Hay muchas maneras de poner la música en las manos de la gente. Pero ahora mismo, siento que todo el mundo, incluso los músicos, se pasan todo el día escuchando podcasts. Que ahora mismo la música ya no es la única forma de evasión, como sí era antes. Que ahora las palabras y la información son la forma de evasión. Creo que la información parece tener más enganche emocional para la gente. Y es algo que roba su tiempo: incluso cuando te tomas una pausa de conversar, o de los zooms, o de los asuntos en que estés metido, es para escuchar a otra gente hablando. ¡Es la nueva música! (risas)

Sí, ahora Spotify básicamente te recomienda podcasts.
Sí, y por eso creo que la experiencia del directo es tan importante: porque te fuerza a tomarte un respiro. Estaba escuchando a este tipo, el especial de comedia de Ronny Chieng, y hablaba de que en casa la gente tiene su móvil, su ordenador y su tele. Todo son pantallas. ¿Y cuántas pantallas puedes tener entre tu cara y la pared? Así que si no tocáramos, supongo que mi misión sería imaginar cómo crear más experiencias significativas para que la gente se deje llevar, se pongan en sintonía, se tomen su tiempo para desconectar de la información y regresar a sus cuerpos.

«Ahora mismo, siento que todo el mundo, incluso los músicos, se pasan todo el día escuchando podcasts. Que ahora mismo la música ya no es la única forma de evasión, como sí era antes»

Una de las canciones se titula ‘Stevie’. ¿Stevie es tu hijo?
‘Stevie’ es simplemente el título de la canción. Es una canción bastante directa, como una canción de amor. Sabes, a veces es bonito simplemente disfrutar de estar vivo; hacer cosas que al resto de gente le daría vergüenza, como ser generosa de verdad. Creo que es una canción que a otra gente le puede hacer sentir incómoda, porque puede ser percibida como cursi, pero es que la estaba sintiendo así, cuando la escribí. De hecho, ¡sigo sintiéndome así!

Hablando de vergüenza… Un título como ‘Send Nudes’, es bastante provocativo. Pero una vez que escuchas el tema, ves que también es una canción de amor, en la que se busca la intimidad del/la amante cuando está lejos.
Sí, un poco así. Pero también es una cosa divertida. Juguetona.

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